REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
ES HORA DE LA RESPUESTA SENSATA
Gervasio Portilla | 05.09.2023
Me pregunto, que tiene que suceder en España, me refiero políticamente hablando, para que la oposición reaccione de verdad y la ciudadanía tome verdaderamente conciencia de la gravísima situación política y social que vivimos.
Resulta, que toda una Vicepresidenta del Gobierno en Funciones, se presenta en Bruselas a negociar y fotografiarse, con un prófugo de la justicia, una persona que huyó de España, escondido en el maletero de un coche; después de haber propiciado una especie de golpe de Estado a la legalidad y de haber creado la zozobra en millones de españoles.
Me pregunto, que tiene que suceder en este país, para que alguien “ponga pié en pared” y diga ¡basta!.
La oposición que ahora controla la mayoría de las Comunidades y Ayuntamientos, debiera arbitrar un proceso político de información masiva a la sociedad advirtiendo de la gravedad de la situación, con mociones, manifestaciones de manera continua y sin tregua, debiera de ser un trabajo muy serio, por supuesto dentro de la legalidad, pero sin dar tregua alguna a que el actual Gobierno en funciones pueda intentar hacer olvidar la gravedad de la situación.
En juego está, ni más ni menos que la igualdad de los españoles ante la ley, el respeto al estado de derecho y a nuestras libertades y derechos.
Manifestaciones legales, actos informativos de todo tipo, movilización de la sociedad civil, debieran de ser, movimientos obligados ante una situación límite.
España, no puede estar en manos de unos personajes sin ética ni moral alguna, y que pueden responder a proyectos de carácter totalitario, como es el caso de esta Vicepresidenta en funciones, que en cualquier país con un mínimo de dignidad, después de su entrevista con Puigdemont, hubiera tenido que dar cuentas ante los Tribunales, por reunirse con un prófugo de la Justicia.
Señores Feijoo y Abascal, no pueden seguir mirando hacía otro lado, es la hora de la respuesta sensata pero muy firme a una situación de máxima gravedad.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista