REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
NADIE PEDIRÁ PERDÓN ANTE ESTE ESCÁNDALO
Gervasio Portilla | 05.04.2021
Puede ser una “tomadura de pelo”, “servilismo”, dominio sobre las personas y por supuesto un escándalo.
Según acaba de publicar OK DIARIO, de un borrador del Ministerio de Sanidad al que ha tenido acceso, se admite que el uso de las mascarilla en los niños ha sido negativo para su bienestar.
El informe en cuestión, reconoce que en la población menor de 12 años la “transmisión es baja”, en comparación con la transmisión en adultos y el “impacto directo de un incremento de la transmisión muy bajo”.
Por otro lado, el impacto negativo del uso de las mascarillas en los niños ha tenido un impacto negativo importante en el bienestar de la población, incluyendo en el aprendizaje y las relaciones sociales.
El documento según publica OK DIARIO, ha sido elaborado por la Ponencia de Alerta, Planes de Preparación y Respuesta del Sistema Nacional de Salud y será debatido este día 6 de abril en Toledo.
Por si fuera poco, ahora también en el informe de la Ponencia de Alertas, que se debatirá en Toledo, se dice que la utilización de la mascarilla en lugares cerrados, no reportaría un riesgo mucho mayor, que el riesgo asociado cuando las personas se levantan de la mesa, dado que el uso es intermitente en los bares y restaurantes, su efectividad será baja en este contexto.
Mas vale tarde que nunca, el reconocimiento de un engaño de alguna manera.
Por lo tanto ya no es “negacionista” quien decía que la mascarilla no tenia sentido, ni habría que abrir expediente alguno a los pocos médicos que públicamente, lo han dicho.
¿Dónde estaban nuestros dirigentes políticos y medios de comunicación, cuando una de las personas más brillantes en el campo de la neurología como la doctora Margareta Griesz Brisson, directora médica de The London Neurology, manifestó de forma clara que “privar el cerebro del adolescente o de un niño de oxigeno, o restringirlo, no sólo es peligroso para la salud, sino que es criminal. La falta de oxigeno inhibe del desarrollo del cerebro y el daño resultante no puede ser reparado”.
Nadie pedirá perdón, como nadie ha pedido perdón ni ha explicado los cientos de muertes en las residencias, ni los efectos secundarios de las vacunas.
Estamos ante uno de los escándalos más grande de los últimos cuarenta años.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista