REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
«MALA PINTA»
Gervasio Portilla | 19.03.2021
Aparentemente es incomprensible desde el sentido común, entender los motivos del Gobierno a negarse a negociar con la plataforma de transportistas autónomos, cuando el país está casi paralizado, en cuanto a servicios logísticos y transporte de mercancías, repercutiendo en el servicio de abastecimiento de productos básicos y perecederos y por supuesto en otros servicios del sector industrial.
Esta negativa a la negociación por parte del Ministerio de Transportes, sólo puede deberse a la soberbia y a la prepotencia, a la falta de ideas de cómo solucionar la situación o al intento de seguir prolongando la huelga, con los precios del gasóleo actuales y por lo tanto recaudando más.
El “cabreo” de la sociedad española, no lo frenan ya ni las televisiones ni la prensa amiga, por muchos mensajes manipulados que se lancen.
La huelga, se pudo haber evitado, desde el primer momento si se hubiera llamado a negociar y se hubieran dado soluciones a través de la bajada de impuestos de los carburantes como han realizado los países de nuestro entorno.
Obviamente, en una huelga de este tipo parecen siempre “piquetes” violentos, totalmente injustificables en todas situaciones, pero curiosamente, ello le sucede al Gobierno que cambio la ley sobre la actuación de los llamados “piquetes”, algo realmente lamentable.
Al margen de los incidentes aislados, fruto de la desesperación de un sector, ninguneado y despreciado por el Gobierno, que encima tiene que escuchar vinculaciones con la extrema derecha, realmente es como echar gasolina al fuego.
Es curioso, como este Ejecutivo, apoyado por la mayoría de los partidos radicales, se muestra prepotente y soberbio en vez de enviar mensajes positivos en la búsqueda de soluciones.
El Gobierno, está fuera de la realidad, vive en una “burbuja” y parece sólo tener un objetivo, seguir en el poder, sin solucionar nada, más bien al contrario creando problemas continuamente y dividiendo a la sociedad.
Todo esto tiene muy mala “pinta”.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista