REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

LA EXISTENCIA DEL BIEN Y DEL MAL

 

 

 

Gervasio Portilla | 06.03.2021


 

 

 

Hay que tener cuidado, no dar el mismo significado a la palabra “loco” que perverso o malo, como ocurre con Vladimir Putin.

Puede que Putin, quiera hacerse pasar por “loco”, pero no lo es, está lleno de maldad y soberbia, pero es inteligente, aunque muy perverso.

El que fuera Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, por otros motivos, algunos le calificaban de “loco”, pero según recogió Henry Kissinger, el propio Nixon decía, que sus adversarios así le tomaban como impredecible, al actuar como un supuesto loco.

Debemos por lo tanto, huir del blanco y del negro, a la hora de juzgar, porque es casi seguro que nos equivocamos.

El comportamiento de las personas, está influenciado de forma decisiva por el bien y por el mal, es decir la existencia del demonio, a través del pecado, en modo alguno, nadie es totalmente bueno, aunque por supuesto hay grados, en la lucha entre el bien y el mal, contra más cerca de Dios estamos, también más cerca del bien absoluto y total, estaremos.

Decía el filosofo, pensador, sacerdote, de finales de del siglo diecinueve, Jaime Balmes, que el bien muchas veces, está mezclado con el mal.

Por lo tanto Vladimir Putin, con su forma de actuar, está alejado del bien, está en el mal y por lo tanto aunque pudiera tener en el fondo algún motivo bueno, el mal lo tapa, otra cosa es que este “loco”, que desde luego no lo está, aunque tenga un corazón de piedra apartado del bien, que le lleve actuar como actúa.

La complejidad de los comportamientos humanos es de tal calado, que desconocemos los procesos internos de la mente a la hora de actuar, sin embargo, una cuestión si es clara: el bien y el mal existen y por lo tanto mantenemos en nuestra vida una lucha permanente, algo que por cierto la sociedad actual parece no querer darse cuenta y actuar como si el mal no existiera.

Sigamos el bien, a través de las buenas obras, del perdón, de la caridad y por supuesto de la oración, para que nos dé la gracia de estar más cerca del bien, así estaremos más cerca de Dios.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista