REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
UNA OPINIÓN DISTINTA
Gervasio Portilla | 03.06.2021
Puede ser toda la razón o por el contrario estar totalmente en desacuerdo, pero es una opinión que se debe conocer y que recoge el BLOG «Contra el encierro de la gente».
Juzguen ustedes y saquen sus propias consecuencias.
Soy el Doctor Peter McCullough y soy un internista, cardiólogo y profesor de medicina en el Colegio de Medicina Texas A&M en el Campus Baylor de Dallas. En el 2020, como muchos médicos, me impactó la noticia de que un nuevo virus tremendamente contagioso venía de Wuhan en China. Y parecía que los EE.UU. estaban en el punto de mira.
A lo largo del año pasado he publicado (he logrado que salieran a pesar de las dificultades), 40 artículos revisados por pares sobre el Covid-19. Esto puede ser quizá más que nadie en los Estados Unidos.
Me volví conocido en las medios sociales (aunque antes no estaba en estas redes). No soy inmunólogo, no soy virólogo, no soy especialista en enfermedades infecciosas… pero soy un buen médico clínico que entiendo de medicamentos y que entiendo de las seguridad de los medicamentos. La hidroxicloroquina dio apreciables resultados con una seguridad aceptable. Algunos médicos en África se pusieron en contacto conmigo y me dijeron de forma anónima: «Dr. McCullough, hay algunas personas malvadas que están entrando en las farmacias de noche; entran y queman la hidroxicloroquina». Yo les dije: «¿Quiénes son esas «personas malvadas»?. Dicen: «No lo sabemos. Pero parecen alguna clase de genta pagada o agentes». Misteriosamente, a la segunda planta de producción de hidroxicloroquina más grande del mundo a las afueras de Taipei le prendieron fuego.
Quizá al 90% de los médicos les falta juicio clínico… y les falta valentía. Lo que me he encontrado en todo esto es que estas dos cosas son raras. Y para mí esto era algo muy normal. Mi padre, mi propio padre fue uno de los primeros enfermos covid de las residencias de Dallas. Ha sido el primero del pueblo presbiteriano en el que estaba: Tuvo una fractura de pelvis, estaba prostrado de espaldas, y un médico me dijo asustado: «Tu padre tiene covid, no sabemos lo que va a pasar. Su probabilidad de muerte estando prostrado, con demencia y ahora con Covid… puedo decirte que su probabilidad de morir es del 80% solo por el hecho de que tiene Covid».
Entonces, ¿qué hice? ¿Tomé la decisión de no hacer nada? ¡Por supuesto que no! ¡Por supuesto que no! Si puedo mandar un mensaje a los médicos americanos o del mundo ahora mismo es: «Ten coraje y confía en tu juicio clínico». Yo lo hice y eso es lo que hacen los médicos de verdad. Y nunca voy a disculparme por eso. Por supuesto, a mi padre se le trató con hidroxicloroquina, con azitromicina, con aspirina. Le pusimos Lovenox, que es un anticoagulante. Un complemento nutracéitico completo: Cinc, vitamina C, vitamina D, quercetina. Abrir las ventanas, dejar que el virus salga de allí… y él estaba de verdad malo, como se esperaba. Y con demencia; y su deseo era no ir al hospital y que no le pusieran en un respirador. Lo tratamos allí mismo. Llevó casi 60 días, y fue una enfermedad larga, pero salió adelante.
Y esto era al principio. Y esto me enseñó que si estaba dispuesto a hacerlo por mi padre… [se emociona]… Yo hice el juramento hipocrático, y tengo una resposabilidad de confianza para con mis pacientes. Y me niego a dejar a mis pacientes morir de esta enfermedad. Y cuando he testificado ante el Senado de los Estado Unidos, he dicho al pueblo americano que yo siempre he tratado a mis pacientes de alto riesgo. Siempre. Y al final de mi primera declaración, he defendido el protocolo. Y le he dicho al pueblo americano que no estaba pidiendo permiso para hacer esto que estoy haciendo, nada de eso. Pero sí estaba pidiendo su ayuda. Es una declaración muy, muy importante. Porque a mis pacientes los traté adecuadamente según lo mejor que sé. Y tenemos 600 mil americanos muertos a los que no se les ha tratado adecuadamente y no se les ha tratado como podrían sus médicos usando sus mejores capacidades. Y esto pesará como algo vergonzoso en la historia de nuestro país.
Las mujeres embarazadas son un grupo especial en investigación y en la práctica de la medicina. Es muy importante que los americanos sepan esto. Las embarazadas, para la vacunación: sólo las vacunamos con productos inactivados y seguros; inactivados contra la gripe, el tétanos, difteria y tos ferina. Así es. Jamás habríamos inyectado un producto biológicamente activo en el cuerpo de una mujer que pudiera ser peligroso. Jamás.
Otras vacunas, contra el herpes zoster, la hepatitis B, meningococo… requieren un mínimo de dos años de datos de seguridad. Dos años. Por ley. De hecho está regulado por escrito así para los fabricantes… Esto lo han dejado de lado: Lo han hecho en dos meses. Para el Covid, dos meses. Así que dos meses de datos de observación.
Esta idea de que podemos vacunar personas con las que ni siquiera se ha hecho pruebas en los ensayos, no se ha hecho antes nunca. Nunca se ha lanzado una vacuna para alguien sin tener ningún dato: ni uno. Así que la primera mujer embarazada a la que se ha vacunado aquí en Estados Unidos, se ha hecho sin ningún conocimiento sobre la seguridad y ningún conocimiento sobre su eficacia. Y el argumento que hemos oído es que el Covid-19 es una enfermedad muy mala; que 600 mil personas han muerto, que la vacuna puede ayudar, que hay que probar: Venga, vamos a darles un pinchazo. Bueno… 600 mil personas: ya le he dicho que el 85% eran prevenibles con un tratamiento precoz, el cual ha sido ACTIVAMENTE suprimido y aplastado.
¿Cómo es que no se han hecho anuncios actualizados sobre las curas y no se ha hecho ninguna promoción del tratamiento precoz para reducir las hospitalizaciones y las muertes? Y ahora que lanzamos la vacuna, ¿por qué no hay actulizaciones con respecto a la seguridad? ¿Por qué no hay intentos de medicaciones para atenuar el riesgo con el objetivo de hacer el programa de vacunación más seguro?
Nunca habríamos elegido una tecnología nueva, que nunca se ha probado primero. Nunca. Y sabemos que esta nueva tecnología de la vacuna produce la peligrosa proteína de espiga. Produce la proteína de espiga de Wuhan: la protuberancia de la esfera del propio virus, que daña los vasos sanguíneos y provoca coagulaciones. Y todas ellas lo hacen. Nunca habríamos hecho esto para el cuerpo de una mujer embarazada. Los americanos deben saber que aquí está pasando algo muy malo. Que está pasando ahora en todo el mundo. Y esto son ejemplos. Son ejemplos claros de algo perverso, que está haciéndose a un nivel muy alto, el grupo de pensamiento va una dirección equivocada… de una manera tan inconsistente y asombrosa, que a la gente se la está dañando de una forma estraordinaria.
Mis pensamientos, y mi posición y mis declaraciones a medida que pasa el tiempo se van haciendo más fuertes, progresivamente más poderosas. Y los detractores se dan cuenta de esto. El sentimiento de miedo, de miedo intelectual de mis adversarios es palpable. Lo noto cada día. Y cuando salió el primer artículo en el American Journal of Medicine, mi hija me dijo: «Papá, porque no haces un vídeo de youtube», dije: «Yo no quiero estar en las redes sociales, es para los niños, simplemente no tengo tiempo para esto». Ella me enseño cómo hacer, con powerpoint, con mi cara en una esquina; me puse corbata, cuatro diapositivas… Con americanos, con italianos, miramos la seguridad, miramos la eficacia, junto con todo los datos disponibles. Pensamos que ésta era la mejor manera: poner juntos los medicamentos que teníamos, cuatro páginas de presentación, ponerlo en youtube… y se volvió totalmente viral.
Entonces recibí un mensaje: «Has violado los terminos de la comunidad», y borraron el vídeo. Después recibí una llamada del Senado de los Estado Unidos. Y, se lo he dicho a usted, sabía que algo estaba pasando, porque a mi no me habían llamado nunca de la Casa Blanca antes, ni del Senado. La gente en Washington estaban siguiendo esto. Había gente interesada en Washington que de alguna manera sabían que algo iba mal, que esta infección viral puede tratarse… pero estaban como esperando a alguien de la comunidad académica que diera un paso al frente y dijera «¡Eh! ¡que se puede tratar!». Fui el primero en decir: «Podemos tratar esto. Podemos hace esto.» Es importante hacer esa declaración: «Lo podemos hacer». ¿Basado en qué?: Basado en mi juicio, basado en mi juicio. Apoyado por laCiencia disponible, pero sobre todo basado en mi juicio.
Yo me fijaría bastante en el trabajo de otros periodistas de investigación, como Peter Berggin, que tiene un libro titulado «Covid-19 y los depredadores globales: nosotros somos la presa». Es un documento vivo; ha sacado un borrador previo y está haciendo actualizaciones. Él es muy viejo y está preocupado porque la historia no termine saliendo por su edad… pero creo que tiene más de 900 documentos. La redacción íntegra no está hecha, pero sí la parte fundamental, y muestra las interconexiones de las partes interesadas que están involucradas… El Dr. Nicholas Wade, que ha aparecido hace poco en el programa televisivo de Tucker Carlson como periodista de investigación: Ha compilado bastante bien la historia… Y también Whitney Webb, que es una joven periodista de investigación y que ha publicado varias cosas sorprendentes.
Estos tres -y muchos otros- han puesto en relación dos conceptos importantes:
– La eleminación de los tratamientos precoces (e incluso también probablamente la sutil atenuación del tratamiento en los hospitales), para hacer el problema peor de lo que realmente es.
– Muchos métodos para hacer que el número de casos parezca mayor de lo que es. Que parezca que el número de muertos es más grande de lo que es. Muchos métodos para crear una reacción desproporcionada con la realidad. Encierros, miedo, el padecimiento económico que hay. Todas estas cosas hacen que la pandemia parezca peor de lo que es. Hacer que eso pase: más miedo, sufrimiento, muertes en los hospitales, soledad, encierro…y todo para promover la vacunación masiva.
Estos dos factores van unidos a ¡la vacunación masiva a toda costa! El mundo debe vacunarse masivamente. Todos los seres humanos de la tierra deben entender que el momento en el que estamos no tiene precedentes. Se hizo público hacia abril-mayo [del 2020] que el virus podría tratarse con una vacuna. Y en ese momento las terapias se eliminaron: no se podía publicar nada, los artículos falsos aplastaron los tratamientos de curación, y después prepararon a la gente para la vacuna.
Una vez que salieron las vacunas con todo tipo de ilusiones a la vista: agujas en los brazos, los americanos gritando de entusiasmo, empieza al poco el programa de vacunación masiva. Y después, antes de que nos demos cuenta, ya estamos vacunado a las embarazadas. ¿Por qué se hace eso que no puede ser algo seguro?… Pero entonces ya estamos vacunando a los pacientes que ya habían pasado el Covid. Pero, vamos a ver: estos tienen una inmunidad completa, robusta y permanente. Nadie ha cuestionado nunca la inmunidad de un paciente Covid recuperado: ¿por qué los estamos vacunando?
Y así esto sigue y sigue. Al principio habíamos vacunado a las personas de alto riesgo. Yo no sé por qué se ha vacunado a los trabajadores jóvenes de la sanidad, porque no estaban en riesgo. Nunca ha habido un brote en los trabajadores sanitarios en los hospitales en los Estado Unidos. La única cosa clara era que los trabajadores de las residencias se lo pasaron a los pacientes de esas residencias; eso lo sabíamos. Así que tenían que vacunarse los trabajadores y los pacientes de las residencias, y ya está.
Pero había muchas partes interesadas en esto y querían que todo el mundo se vacunara, ¡sin escepción! Nadie puede escaparse a la aguja… Por supuesto, esto no ha pasado nunca antes… Y el procedimiento para la vacunación es estraordinario. Hay un consentimiento informado que nos dice que esto es esperimental, que no sabemos si va a funcionar, que sólo hay datos de dos meses. Los efectos secundarios pueden ir desde dolor en el brazo hasta la muerte -no lo sabemos. Firme aquí. Necesitamos su información de identificación, un código de barras, necesitamos que se identifique y ahora está usted en una base de datos. Está usted vacunado.
Así que esta vacunación masiva es estraordinariamente preocupante. Nunca hemos vacunado en medio de una pandemia: nunca. Nunca hemos tenido una vacuna eficaz para virus respiratorios, incluida la gripe -que tiene resultados muy modestos. Sabemos por los datos disponibles que las tasa de eficacia comparada entre el placebo y la vacuna era menos del 1%, o sea que sabemos que la vacuna no puede tener una tasa de efectividad mayor del 1% en la población (¿por qué habría de ser distinta a la de los ensayos clínicos?). Sabemos por los ensayos clínicos que no se pára al Covid-19, o sea, que la gente puede coger el Covid-19 igual. ¿De dónde puede salir esta increíble presión para vacunar a todo el mundo?
Y ahora, en unos pocos meses, la vacuna se ha convertido completamente en un arma. Viajar, se asocia con la vacuna. Los chicos nos pueden ir a la escuela sin la vacuna. La gente pierde el trabajo sin la vacuna… Créame: hay algo muy muy poderoso en esta vacuna. Es una palabra que tiene que ser molesta para todo el mundo. La palabra ‘vacuna’ quizá sea la palabra más molesta que nunca se ha visto.
Ahora tenemos a los niños a partir de 12 años que pueden decidir ¡por ellos mismos! si se ponen o no esta vacuna.
Así que… sobre el 70% de mis pacientes se han vacunado -yo soy muy pro-vacunas. Yo mismo me las pongo todas… Sobre el 70% de mis pacientes se han vacunado en diciembre, enero y febrero. Pero, como vemos ahora en mayo, tenemos más de 4.000 muertes relacionadas, y más de 10.000 hospitalizaciones. ¡El límite para detener un programa está en torno a las 25 o 50 muertes! Gripe porcina. Año 1976. 25 muertos: cierran el programa; no es segura [la vacuna]. El conjunto de todas las muertes por vacuna en Estados Unidos por año que se recogen en la base de datos son unas 200. Estamos hablando de, probablemente… unas 500 milones de dosis.
Ahora, aquí, en los Estados Unidos, con 100 millones de personas vacunadas: esto es, de lejos, el agente biológico más tóxico y letal que nunca se ha inyectado en el cuerpo en la historia de América… Y cada vez se está convirtiendo en algo más fuerte: Sin que las autoridades sanitarias muestren ningún signo de interés en la seguridad de la vacuna; con un entusiasmo salvaje por parte de los gerentes de los hospitales; con médicos que la apoyan. Los médicos están diciendo ahora que no atenderán pacientes en su consulta sin la vacuna. ¡Este problema, el Covid-19, desde el principio -como lo dijo Whitney Webb- de lo que va en realidad es de la vacuna, no va del virus, va de la vacuna!
Creo que se trata de lo que la vacuna significa. Y Whitney Webb es la que lo dijo primero, en abril dijo: «Ah, ya lo entiendo: esto es lo que el globalismos estaba esperando. Estaban esperando una forma de marcar a la gente.» Si te ponen una vacuna con la que te apuntan en una base de datos, esto se puede usar para cosas comerciales, para la modificación del comportamiento… para todos los fines que se quieran. Lo puedes ver aquí mismo en Dallas. Han dicho que no puedes ir a un partido de los Dallas Mavericks si no estás vacunado. Lo puedes ver con los pasaportes. Puedes escuchar a colegas míos decir que no le van a dar ninguna validez a la inmunidad natural! Cualquier científico del mundo sabe que la inmunidad natural es mucho mejor que la inmunidad de las vacunas. Pero si se trata de Covid, ¿por qué no ibamos a dejar a la gente que ha pasado el Covid ir a ver a los Mavericks? ¿Por qué no pueden ir las personas que se han recuperado del Covid a la universidad? ¿Por qué la defectuosa inmunidad de las vacunas tiene que ser la prioridad y que la inmunidad natural no valga?
Mire, este tipo de cosas son las que me hacen pensar que Whitney Webb está en lo cierto. Esto de lo que se trata es de marcar. La vacuna es una forma de marcar a la gente, es una forma de forzar a la obediencia, control del comportamiento… No olvide que la vacuna es sólo el aperitivo: ahora tiene que venir la actualización, vendrán las dosis de recuerdo [boosters]… Ya están preparando a la gente para esto… Las farmecéuticas de las vacunas están todas unidas; son todas irresponsables legalmente. ¿Qué otro producto médico, si te daña, no puedes reclamar…?
Creo que de lo que se trata en toda esta pandemia, desde el inicio, es de la vacuna. Todo lleva a la vacuna. ¿Qué quiere decir esto? Ya hay sitios en el sureste asiático y en Europa donde están echando los cimientos para una vacunación obligatoria. Quiero decir con obligatoria, que viene alguien, te echa al suelo y te mete la aguja. Los elementos interesados en esto quieren que la cosa sea así de perversa. «Pero mira: no cuesta nada; no tienes que pagar; está todo incluído».
Hay gente, partes con intereses, que quieren una aguja en cada brazo. Esta «aguja en cada brazo» es un elemento muy significativo. ¿Por qué?! ¿Por qué quieren una aguja en cada brazo?!!
Tomemos a los que se han recuperado del Covid: No pueden coger el virus, no pueden recibirlo, nada de nada… ¿Por qué todos tienen que tener una aguja en el brazo, cada paciente que ya ha pasado el Covid? ¿Por qué? Tres estudios muestran una seguridad mayor…
La tensión que los americanos están sintiendo ahora mismo, que están intentando mantener su trabajo e ir a trabajar, es que saben que se pueden morir por la vacuna. Éste es el problema. Si la vacuna fuese como el agua y no tuviera efectos secundarios, ¿quién no se la pondría? «Bueno, cumplo. Si total ya tienen mi número de la seguridad social en la base de datos, ya estoy fichado.» Pero no: Hay algo totalmene único con esta vacuna; se trata de inyectar algo en tu cuerpo. Y es tan importante para los que están detrás de esto, que lo demás les da igual. ¿No han dicho que los niños a partir de 12 años pueden tomar su propia decisión en esto? ¿Y puede ser una decisión mortal? ¡Piense en eso! Carolina del Norte acaba de aprobarlo: «OK. Los niños de 12 años pueden decidir por ellos mismos.»… ¡Hay mas de 4.000 estadounidenses muertos! ¡Mas de 10.000 europeos muertos, que mueren en los días 1, 2 y 3 después de la vacuna! ¿Por qué estamos imponiendo esto de tal manera que los trabajos, los centros de enseñanza, deciden sobre algo que es potencialmente mortal? La tensión se puede cortar con un cuchillo. Hay padres que dicen «yo quiero que mi hijo vaya a la Universidad, pero no quiero perderlo por la vacuna». Saben lo que está pasando. Internet está llena de estos casos: trombos, ataques al corazón, muertes inmediatas…
Tengo la suerte de no haber perdido ningún paciente directamente por la vacuna. Ya se lo he dicho: la mayor parte se vacunaron entre diciembre y febrero. Basándome en los datos de seguridad, ya no puedo seguir recomendándola. ¡No la puedo recomendar! Se han pasado todos los límites para considerarlo un producto seguro; no es un producto seguro. Ninguna de ellas lo es: No sólo Johnson & Johnson. De hecho, la mayor parte de los eventos de seguridad han ocurrido con Moderna y Pfizer. Ahora hay artículos, escritos por científicos destacados, que hacen una petición de detención mundial del programa de vacunación. Hay eminentes virólogos, incluídos premios Nobel, que dicen: «Mira: si vacunamos a la gente, creamos una línea muy estrecha e incompleta de librería de inmunidad», que es lo que la vacuna es. Las vacunas, todas, tienen como objetivo la proteína espiga de Wuhan, que ya ha desaparecido, se ha estinguido ya. A los pacientes se los vacuna para algo que ni siquiera ya lo hay. Esa proteína espiga de Wuhan se ha ido; esperamos que la inmunidad cubra las otras variantes. Pero esa inmunidad estrecha que se pone… es como si le das a todo el mundo un espectro estrecho de antibióticos. Si haces eso, ¿que pasaría? Que estaríamos creando superbacterias. Hay avisos que dicen «No hagáis esto. No vacunéis a todo el mundo». Lo que estamos haciendo es preparar una superbacteria que se esparcirá de verdad entre la gente.
Así que, por muchos motivos, la vacunación indiscriminada es un idea terrible. Es una terrible arma biológica que se está repartiendo entre la gente y que va a provocar daños personales. Ya sabemos que miles de personas han perdido la vida. Yo no he perdido ningún paciente, pero muchos de ellos han perdido a familiares suyos.
Yo he rellenado un formulario de evento adverso de un paciente que ha tenido trombos después de una vacunación con Moderna o Pfizer, y te digo que me ha llevado media hora; hay muchas páginas, y en cada página dicen: «ATENCIÓN: Delito federal con penas de graves multas y sanciones si se hace una notificación falsa». Todas las notificaciones de miles de muertes en los Estados Unidos creo que son reales. Y están mucho más allá de lo que nunca hemos visto. Y como médico y como servidor público estoy estremadamente preocupado sobre la vacuna.
El centro de vacunación aquí en la calle de abajo está vacío. Paso conduciendo todos los días. Los americanos los saben, lo están hablando entre ellos: la vacuna no es segura. Y ahora, los elementos interesados quieren que los niños no tengan la guía de los padres y que pasen por el aro. Los estadounidenses y la gente de todo el mundo debe alarmarse de todo esto.
Mi situación personal, mi situación profesional, es una posición de fuerza. Y los que han intentado de cualquier manera presionarme, coercionarme o amenazarme con represalias, han pagado un precio estraordinario. Y creo que esto es un mensaje importante a trasmitir. Hay una posición de fuerza, que está basada en la compasión, en el juramento hipocrático y en la relación de confianza que hay entre un paciente y un médico, y en la obligación que un médico destacado tiene con el pueblo. Y esto supera con creces a todo esos intentos malvados, a los que le digo: ¡venga, aquí estoy!
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista