REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

BOCHORNOSO Y TRÁGICO

 

 

Gervasio Portilla | 13.04.2021


 

 

 

Ya tenemos de nuevo medidas restrictivas en la hostelería de Cantabria según se anuncia desde el Gobierno Regional.

De nuevo, se cierra el interior de los locales, en una acción más absurda, incomprensible y que no evita nada.

Sólo trae ruina y desesperación a un sector y a una sociedad que sólo recibe amenazas y advertencias y al que se quiere culpabilizar de su conducta.

Espero que los políticos que toman estas decisiones, sean un día llevados ante sus posibles responsabilidades, para que expliquen con claridad en que estudios, en que trabajos se han basado para tomar tales decisiones, que llevan a la desesperación y a la ruina.

Debieran los habitantes de esta tierra tomar nota y no ser frágiles de memoria a la hora de votar en las próximas elecciones.

Si estas medidas represoras y discutidas por importantes expertos hubieran dado éxito anteriormente, desde luego que todos las apoyaríamos, pero se da la circunstancia que no es así y que compatibilizar la salud y el trabajo, es la única solución.

Lo peor de todo, es la falta de sensibilidad de los máximos responsables sanitarios de la Comunidad, su falta de empatía y de respeto a los ciudadanos que les pagan con sus impuestos.

¿Quién hace los informes? ¿qué compromiso toma cuando firma algo?.

Los ciudadanos queremos saber la verdad y no queremos medias verdades o llevar a cabo soluciones que hasta el momento no sirven.

Señores dirigentes de nuestra Comunidad, por favor, expliquen que tipo de pandemia es esta en los actuales momentos en Cantabria, que registra menos mortalidad en los últimos cuatro meses que en los cuatro años anteriores.

Efectivamente, fallecieron muchas personas el pasado año, por falta de tratamientos, desconocimiento de la enfermedad y por el fallo de un sistema sanitario con muchas deficiencias, pero en la actualidad afortunadamente el número de casos es mínimo a no ser que los datos del INE fallen.

No tapen los errores estructurales de la sanidad o sus propios errores de gestión, asustando a la población, están haciendo un daño tremendo de consecuencias impredecibles.

Tomen soluciones imaginativas, escuchen a otros técnicos, cambien de frecuencia y por lo menos intenten otra cosa.

No lo digo yo, lo dicen grandes científicos de todo el mundo, a los que en España, no se les deja explicar en la gran mayoría de los medios sus posiciones, lo que hace que todo sea aún más bochornoso y lamentable, por no decir trágico.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista