REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
¿UN NUEVO ENGAÑO O EXAGERACIÓN?
Gervasio Portilla | 23.12.2020
Es una opinión particular, pero la historia puede estar repitiéndose, sólo que sin éxito porque no ha habido un señor providencial como lo fue el doctor Wolfgang Wodarg, como máximo representante de la Comisión de Salud del Consejo de Europa.
Transcurrían los primeros días del año 2010, y se debatía sobre lo que fue una pandemia simulada, no existente como la de la gripe A.
Entonces el doctor Wodarg declaraba “que no se puede creer a la Organización Mundial de la Salud, porque ya han dicho que ha habido una pandemia enorme dos veces (gripe aviar y gripe A), y en ambos casos fue una mentira”.
Precisamente la OMS tuvo que comparecer ante la Comisión de Salud Pública del organismo europeo.
El doctor Wodarg en aquellas fechas de enero del año 2010, denunció ante la opinión pública las supuestas presiones de la industria farmacéutica hacia la OMS para que elevara el nivel de alerta por la gripe A, señalando también que la OMS cambio la definición de esta enfermedad justo antes de elevar el nivel de alarma, lo que empujó a los gobiernos a comprar millones de vacunas de algo innecesario.
También el doctor Wodarg, máximo representante de la Comisión de Salud, declaró que “la alarma de la gripe A era un alarma falsa”.
De hecho, algunos países como Polonia en aquella ocasión no compraron tantas vacunas y eso les supuso un ahorro de euros y dolor como dijo el propio Wodarg.
La pregunta ahora es si la pandemia de Covid-19 esta sobrevalorada y si las medidas tomadas han causado más daño que la propia enfermedad, que si bien es verdad que en algunos casos resulta grave, tiene una baja letalidad.
¿Porqué creer a una organización que recibe fondos de diferente procedencia y que ya intentó engañar?
Por cierto el doctor Wolfgang Wodarg, dice ahora prácticamente lo mismo respecto al COVID-19, es una persona de gran prestigio y de gran información, pero su opinión como la de tantos otros es ocultada o desprestigiada, algo muy grave.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista