REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

DERECHOS DE LA MUJER, POR SUPUESTO. MANIPULACIÓN, NO.

 

 

Gervasio Portilla | 08.03.2019


 

Una persona sana moralmente, cree y respeta por igual los derechos del hombre y de la mujer, su dignidad como persona humana es la misma y por lo tanto hay que condenar con fuerza, cualquier violencia que se ejerza contra la mujer y cualquier desigualdad en derechos y obligaciones.

Un cosa es luchar porque los derechos de las mujeres sean respetados y otra muy distinta, plantear una guerra de sexos y crear divisiones en vez de una lógica convivencia y solución de los problemas.

Aprovechando la despreciable violencia contra la mujer, que repito, se debe desterrar y condenar con contundencia, se está tratando de utilizar el movimiento feminista como bandera de enganche político, como esta haciendo gran parte de la izquierda, una izquierda, sin ideas que ofrecer, quiere crear divisiones donde no las hay.

Abordar el problema de la violencia contra la mujer, nada tiene que ver con la cantidad de frases sin sentido e insultos, que se lanzan en las manifestaciones.

Una parte de la izquierda, que en el fondo siente el fracaso de sus teorías, busca divisiones en la sociedad, haciendo buenos y malos a su gusto, lo que en el fondo esconde cierto “totalitarismo”, curiosamente, cuando hay que alzar la voz de verdad, como el trato que se da en muchos países árabes a la mujer se callan, es más, en una contradicción absurda felicitan las fiestas del islam y callan las de una cultura de paz y derechos como es la tradición cristiana.

Es todo un “montaje” para dividir.

Todo es digno de estudio sociológico, se prepara una manifestación sectaria, no para defender los derechos de las mujeres, sino atacar a los que piensan distinto y se callan por tener que esperar un año para operarse o ser atendido por la sanidad, como en Andalucía.

Le mejor forma de defender los derechos de la mujer esta en la educación, en los valores,  en el desarrollo económico y en la familia, cosa en la que la mayoría de los grupos que se manifiestan han fracasado.

¿Es que no tienen derechos y dignidad las mujeres de Cuba, que mal viven o en algunos casos se dedican a otras cosas peores para poder sacar una familia adelante?

Hay que defender los derechos de la mujer “a tope”, pero dejarse engañar por la demagogia populista es otra cosa y eso se llama manipulación peligrosa y ya somos mayores y tenemos pensamiento propio.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista