REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
NO HAY HOMBRE NI MÁQUINA PERFECTA
Gervasio Portilla | 20.12.2017
Vivimos en una sociedad, en la que no se quiere admitir que sólo Dios es perfecto y por lo tanto todo lo hecho por humanos puede fallar.
Vemos y lo tenemos bien fresco en nuestras mentes, que no se tolera que un avión pueda tener una avería y que por seguridad el avión tenga que ser sustituido y por lo tanto se protesta.
Es decir, no se admite que las máquinas tienen fallos.
Se quieren soluciones irrealizables muchas veces; por una sociedad drogada de derechos y de pocas obligaciones.
La sociedad actual no está preparada para razonar, de hecho según dicen los especialistas es una sociedad intelectualmente poco adulta.
Una cosa es exigir de forma lógica, unos derechos para el pasajero que viaja en tren, en avión o en barco y por supuesto un trato agradable y otra cosa es pedir imposibles, que es lo que parece que una parte cada vez mayor de la sociedad quiere.
El súper hombre no existe, la máquina perfecta tampoco y si no se admite se corre un grave riesgo como sociedad que sólo llevará a la frustración permanente.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista