REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
TRAMPA TRAS TRAMPA
Gervasio Portilla | 11.10.2017
Si Puigdemont fuera jugador de póker no le permitirían la entrada en los casinos, por hacer trampas.
Trampas, en su discurso, mentiras e interpretaciones que parecen indicar que vive en otro universo.
No ha calculado la respuesta del pueblo español y del Rey don Felipe, ni tampoco la respuesta de los mercados, es decir de la realidad y no de las ensoñaciones.
Más allá de la ley sólo hay desorden y opresión, por lo tanto ninguna institución mínimamente seria compra la mercancía averiada que venden Puigdemont y Junqueras.
El Estado debe actuar con la ley en la mano y con proporcionalidad, pero con claridad, para que los ciudadanos vean que el estado de derecho protege a todos.
No es la independencia de verdad lo que quiere Puigdemont, aunque lo aparente; quieren una negociación con ventaja para seguir disfrutando del mercado español y sus privilegios y dirigir ellos el resto, es decir, pretenden algo así como un Estado libre asociado, un sí pero no.
Algo, que les permita a ellos ser los reyezuelos de su “corral”, pero sin perder el paraguas del resto de España y la Unión Europea.
Lo del estado libre asociado lo quieren los del PdeCat y posiblemente los de Ezquerra Republicana, los de la Cup están en crear caos y miedo.
Por lo tanto los que se creen tan listos, se han pasado de “frenada” y mandan mensajes de ayuda para salir de su propia trampa, no hay que perder un minuto en negociar nada hasta que se restablezca el orden y el derecho.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista