REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
HACER CUMPLIR LA LEY
Gervasio Portilla | 29.09.2017
Los pueblos en numerosas ocasiones se autodestruyen. Lo hemos visto en el pasado siglo con el nazismo y el comunismo y lo seguimos viendo ahora en Cataluña.
Una cosa es querer a las tradiciones, la cultura y la lengua propia; que en sí, es algo bueno y otra muy distinta y muy negativa es utilizar las costumbres y las tradiciones como elemento de ruptura y destrucción.
El nacionalismo catalán, ebrio de beneficios por parte del Estado, ha demostrado su traición al pacto de la Constitución y ha utilizado su poder para romper la armonía y crear diferencias que luego utilizan como una realidad que parece “bajada del cielo”, pero que realmente de forma previa ha sido creada por ellos a través de la educación y los medios de comunicación.
Hay demasiados datos para ver racismo en algunas de estas actuaciones, absolutamente irresponsables y llenas de cálculo.
Por lo tanto, el Estado poco o nada tiene que negociar, sino hacer cumplir la ley.
Una decisión así, seguro que traería inestabilidad un tiempo pero pasado este, la lógica acabaría imponiéndose.
España, no puede seguir haciendo remiendos, porque sería la mejor forma para su desaparición como país.
La falta de valentía durante cuarenta años al dejar a su libre albedrío a los nacionalistas, debiera de ser suficiente lección para no repetir los mismos errores.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista