REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
LA DESCALIFICACIÓN PERSONAL DEBILITA
Gervasio Portilla | 15.02.2017
Las descalificaciones personales en política, no conducen a nada bueno y casi siempre suelen ser fruto de la falta de ideas o de cierta impotencia a la hora defender cualquier proyecto.
Parece, que ahora se ha abierto el ventilador de la descalificación personales en el PP de Cantabria, sin duda, algo triste y en cualquier caso un grave error, que no debiera repetirse.
La política, debiera de ser un ejemplo de servicio y entrega, un debate de ideas y no otra cosa.
El “gran” José María García, siempre dice y con razón, que los políticos son empleados de los ciudadanos y como tal debieran de ser ejemplares en sus manifestaciones y conductas y respetuosos en los procesos democráticos.
La descalificación o el desprecio a cualquier persona, por no coincidir en planteamientos políticos, sea del propio partido o de otro, debilita el proyecto que supuestamente se quiera defender.
Por otro lado, cualquier militante del PP tiene derecho a aspirar a la representación de este u otro cargo y ser sin excepción respetado en lo personal y no recibir ningún tipo de descalificación personal, aunque no se comportan sus argumentos.
No descalificar, aunque muchas veces se pueda pensar que uno tiene motivos, es la mejor práctica de demostrar educación y tolerancia.
El debate de ideas es sano en cualquier organización democrática, las descalificaciones de índole personal no.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista