REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN
CUANDO EL INSULTO SE CONVIERTE EN DEBATE POLÍTICO
Gervasio Portilla | 10.10.2016
El insulto en el debate político y a través de las redes, se ha convertido en moneda de cambio.
No hay ideas, ni educación no se discute sobre temas de fondo, sino sobre banderías y divisiones, sin aportar un ápice, más bien todo lo contrario, al bien común.
La falta de ideas de algunos dirigentes de todo signo, aunque más por supuesto, de los “populistas”, se quiere tapar con el insulto y la soez, dada la falta de recursos intelectuales, para debatir de una forma educada y respetuosa.
Aquellos que insultan o utilizan “el tú más”, muestran una falta de respeto a los electores en general y debieran de dejar la vida política.
Se puede y se debe defender ideas, pero con argumentos y no descalificaciones gratuitas de unos a otros, que muestran la pobreza intelectual de una parte importante, no toda, de nuestra clase política.
Por otro lado, este tipo de debates, lo único que aportan es división y hartazgo en la sociedad, lo que hace un flaco favor a nuestra convivencia.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista