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CUANDO LA NUEVA POLÍTICA ES UNA ESTAFA
Gervasio Portilla | 29.04.2016
Llegaron al poder en algunos Ayuntamientos e instituciones, merced al “dolor de estomago” de muchos votantes hartos con razón de la crisis y de los continuos casos de corrupción, recibieron votos de diferentes y variados sectores de la población y prometieron nuevas formas de hacer política.
Sin embargo; habían ocultado sus intenciones reales; sus ideas totalitarias y de carácter comunista totalmente trasnochadas y su inmenso sectarismo.
En casi un año en los ayuntamientos en que gobiernan, los días los cuentan por escándalos y parálisis.
Cambio del nombre de calles, cambio de semáforos, persecución a la Iglesia Católica y nombramiento de familiares y amigos en puestos clave; por supuesto, además de pasear a Otegui por el Parlamento Europeo.
Nadie en su sano juicio, les dejaría gestionar ni un kiosco de pipas, por demás que sería una “locura” que llegaran al gobierno de España; en definitiva una “estafa” política en toda regla; sólo les importa el poder para luego someter e igualar en la pobreza, para depender del subsidio; todo un programa para asustar.
Al final, la llamada nueva política se convirtió en algo arcaico e inservible para lograr una sociedad libre y democrática; en definitiva un proyecto fracasado.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista