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LA CONFIDENCIALIDAD DE LAS COMUNICACIONES ES FUNDAMENTAL
Gervasio Portilla | 11.03.2016
La confidencialidad de las comunicaciones es algo básico en cualquier democracia.
Sólo con el permiso de la autoridad judicial correspondiente y debidamente justificado, se puede intervenir las comunicaciones de cualquier persona.
Los recientes mensajes que has salido a la luz pública entre personas que mantenían una relación de amistad con los Reyes de España, son un autentico escándalo porque se vulneran de forma clara un derecho fundamental, en una democracia que se precie.
Los Reyes pueden tener las amistades que quieran como personas y tienen el mismo derecho que los demás a mantener su círculo de amistades y nadie tiene patente para poder filtrar ninguna comunicación.
Es un acto delictivo grave y preocupante, que se pueda espiar a las personas y la Fiscalía debe de abrir una investigación, para conoce la procedencia de cualquier intervención de las comunicaciones ilícita.
Se está jugando con derechos fundamentales que además entran en el ámbito privado y que no se puede consentir que personas o grupos sin escrúpulo entren en la intimidad de nadie.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista