NUESTROS AUTORES
BUENA COMUNICACIÓN
Gervasio Portilla | 13.05.2013
El Santo Padre, el Papa Francisco, esta haciendo que la Misa matutina de Santa Marta, a primeras horas de la mañana, sea referencia obligada en su Magisterio. La sencillez del lenguaje y la claridad de ideas, hace que los creyentes, e incluso los distantes entiendan sus mensajes. Curiosamente, esa sencillez de su lenguaje es muy importante en la labor de llevar el Evangelio a todos los rincones.
Por otro lado llama la atención, que esa sencillez que a la mayoría nos entusiasma, se intente desnaturalizar por parte de aquellos que les gustaría en el fondo menos claridad y un lenguaje más barroco y utilizan recovecos en sus expresiones, para decir en sus escritos aquello de "si, pero".
No se atreven a aplaudir y destacar lo que hace el Santo Padre; pero no tienen argumentos ni valor para decir realmente lo que piensan; lo dicen "de tapadillo".
Estas personas, están descolocadas: Su vida, en la gran mayoría de los casos, ha estado basada en la "escalada" personal y no en el servicio y ahora están descolocados y van a dar la "lata"; al tiempo.
La gran mayoría de los cristianos; sin embargo, están contentos, alegres y esperanzados y eso es lo que importa; no, lo que digan unos pocos.
Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista