NUESTROS AUTORES

GRAVE INJUSTICIA

 

Gervasio Portilla | 29.04.2013


Lo ocurrido en el hundimiento de la fabrica textil de Bangladesh, con el fallecimiento de más de trescientas personas trabajadoras de la rama textil y con el rescate de unas dos mil personas, debiera interpelarnos a todos.

El Santo Padre, el Papa Francisco pidió ayer el pasado Domingo, por las victimas y sus familias e hizo un fuerte llamamiento a fin de que se tutele siempre la dignidad y la seguridad del trabajador.

En Asia, se esta produciendo una burbuja de explotación de los seres humanos, que trabajan con salarios de hambre y en unas condiciones higiénicas y de seguridad deplorables; esos productos luego se consumen aquí en Europa y en los llamados países del primer mundo.

Es decir, la sociedad europea y las autoridades de la UE debieran velar que este tipo de productos no se pudieran comercializar; por dos motivos principalmente: el primero, porque estos productos son fruto de la injusticia y de la explotación de seres humanos y el segundo porque este tipo de prácticas esta destruyendo puesto de trabajo y logros sociales en los países del llamado primer mundo.

Da asco, que la UE, que tanto legisla, no tome medidas contundentes en este sentido y mucho más que nadie levante la voz para denunciar tanta injusticia y desvergüenza.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista