NUESTROS AUTORES

TODOS TENEMOS SITIO EN LA BARCA DE PEDRO

 

Gervasio Portilla | 10.04.2013


Negar la evidencia es absurdo. Están  nerviosos; sólo que quieren controlarlo todo y creen contar con la verdad absoluta, eso si, siempre en beneficio propio. Me refiero a aquellos que les ha cogido con el pie cambiado la elección del Santo Padre Francisco.

Les gustaría que nada cambiara, que todo girará en torno a sus centros de poder y ahora no saben lo que hacer.

Pasa en Roma, seguro que en otros lugares también, pasa por cierto en España; donde los poderosos grupos que han controlado lo creíble y lo increíble, haciendo juicios sobre Obispos, Sacerdotes, Religiosos, 
etc? están muy preocupados, creen que pierden su poder, ¡que pena!. La Iglesia no puede ser así; es y debe ser casa de misericordia y de acogida.

Para este tipo de personas y grupos, aquel que no este en su sistema de poder no cuenta y se le trata como cristiano de infantería, se olvidan de que las gentes sencillas y humildes están más cerca del Señor.

La caridad ha brillado por su ausencia en muchas actuaciones de los últimos años creando dolor y tristeza en muchos cristianos que se sentían incomprendidos; pero en esta hora Obispos, Sacerdotes, Religiosos, Diáconos y fieles laicos, hemos perdido el miedo a algo tan básico como el opinar sin ser tachados de ser de tal o cual sector; en la confianza que la Iglesia acoge y quiere y que no es un grupo cerrado, sino un espacio de fraternidad y compasión.

Por eso ahora, no hay que devolver moneda alguna y actuar igual, sino todo lo contrario con caridad y libertad; eso si; dejando las medias tintas en nuestra relación y con caridad llamar cada cosa por su nombre.

Todos somos hijos de Dios y todo el mundo tiene sitio en la barca de Pedro.

Ojalá la Pascua nos traiga una forma de vivir la fe distinta, donde la fraternidad y el encuentro sea lo habitual; el Papa Francisco nos muestra el camino con  sencillez y claridad.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista