Oído Cocina

 

EN ESPAÑA NO SE ESCUCHA

 

 

Miguel del Río | 15.04.2018


 

 

España gusta muchísimo a los extranjeros por el sol, la comida, el ocio y nuestra forma de vivir, más en las calles y sus bares que parar en casa. Vienen y disfrutan de todo esto, ¡menos mal! Hago la exclamación porque, a poco que se sometieran a las noticias diarias que acontecen en este país, que siempre son las mismas y de los mismos, creo que huirían en espantada.

Tan originales que somos para algunas cuestiones, me muestro cada vez más convencido de que la información debe ser cercana, de proximidad a lo que piensa, siente y padece el ciudadano, en vez de tanta política, desencuentro, dimes y diretes, acusaciones, y noticias tan poco o nada contrastadas demasiadas veces, porque nos creemos lo primero que nos dicen o lo que vemos en las redes sociales a través del smartphone. Si a uno que es periodista le aburre tanta noticia clonada, qué se puede decir del sufrido espectador cuya opinión parece no interesar a nadie. No es de extrañar luego que interese más que nada la eliminación del Barça en la Champions, o si fue penalti o no el que el arbitro pitó a favor del Real Madrid, a punto como estaba de caer eliminado por la Juventus del gran portero que es Buffon, pero que olvida que, a veces, se está más guapo callado.

No quiero ir por el lado de que el fútbol sea el opio del pueblo o chorradas semejantes. Planteo más bien que desde hace tiempo necesitamos en este país oxigenarnos de las mismas noticias cotidianas, tan aburridas ya, que nos provocan desconectar de los medios de comunicación que más nos gustan, pero que se han sumado a este hastío de pensar y conversar siempre de lo mismo. Los jóvenes tienen una inmunidad especial hacia tanto rollo, y cuando hablas con ellos sobre lo que piensan de esto, de lo otro, de aquel y del más allá, me encanta las explicaciones que dan, llenas de ingenio y sensatez. Hace algunos años pensaba que mi mayor defecto era escuchar poco a los demás. Ahora veo que es una pandemia nacional que nos aboca a tiempos malos, si no somos capaces de dar marcha atrás en la intención de querer siempre quedar por encima de otros, que es lo mismo que decir que en la España actual no se escucha. Cuando la sociedad es aplicada en tolerancia, educación y respeto, evidentemente, las noticias son otras y, créanme, gustan más.

 

Miguel del Río