Oído Cocina

CIUDADES CONTAMINADAS

 

Miguel del Río | 01.01.2017


 

Las grandes capitales españolas ya están a la altura de otras urbes europeas en lo que respecta a la contaminación del ambiente con el consiguiente riesgo para la salud de las personas. Lo que acaba de hacer Madrid prohibiendo la circulación de una buena parte de sus coches es una buena medida, pero improvisada. La improvisación es uno de nuestros viejos males, y se pone de manifiesto a la hora de hacer obras, cerrar calles o controlar mejor la polución. En lo que respecta a la pureza del aire que respiramos, nunca se ha estado tan bien como se decía pero el problema era controlable. Ahora ya no lo es, y habrá que seguir tomando medidas en nuestras ciudades más pobladas, en las que el ruido, los atascos, por el gran número de coches y gases que desprenden es, nunca mejor dicho, una situación irrespirable.

Lo que toca a partir de los altos índices de contaminación detectados es que las diferentes Administraciones sean más rigurosas con un asunto feo que afecta tan seriamente a la salud. No cabe negar la mayor y si hay que tomar iniciativas drásticas es hora de ir preparando a la población al respecto. Lo ocurrido en la capital de España ha demostrado también que hay muchos conductores que hacen oídos sordos ante las decisiones que toman las autoridades sobre asuntos tan delicados, y este de la contaminación atmosférica lo es. Tampoco son buenas las desavenencias políticas cuando hay que tomar medidas impopulares. Que se hayan levantado las restricciones a los coches no supone nada, porque el problema va a seguir ahí. Primeramente hay que pensar en los ciudadanos y sus pulmones, sin dejar de olvidar que España está vista en el exterior como un país con la suficiente calidad medioambiental como para recibir millones de turistas al año. Lejos de si Madrid lo ha hecho bien o mal por la rapidez de la decisión, no estamos exentos de poner más atención a partir de ahora a un problema muy grave, que aumenta, y que contamina.

 

Miguel del Río