Oído Cocina

La cultura que viene de camino

 

Miguel del Río | 04.06.2016


Convertir a Cantabria en un epicentro cultural, no sólo de España sino del resto de Europa (no me atrevo aún a decir del mundo), es un viejo anhelo que se ha quedado en eso. Si bien es cierto que el Centro Botín y el Archivo Lafuente de la mano del Museo Nacional Reina Sofía se sumarán algún día como grandes referentes culturales, la crisis parece haber hecho también mella en la inauguración a tiempo de estos nuevos centros de la cultura, que han de incrementar en gran medida el turismo hacia Cantabria durante todo el año.

La idea es buena porque el futuro está plagado de incógnitas y al mismo tiempo de la certeza de que la educación y la cultura van a ser un motor esencial de la nueva economía durante un siglo que ha de estabilizar su desarrollo, con nuevos retos como son estos de los que hablamos, con un claro acento cultural.

Cantabria se ha situado en este escenario y lo puede hacer bien sumando nuevos proyectos como los que están por venir. Con Altamira a la cabeza (hay que potenciarla más), contamos con buenas universidades, y nuestros museos deben ser un ejemplo de ámbito nacional y para el resto de Europa y del mundo. Decirlo así puede resultar exagerado, pero para que sea verdad hay que contar desde el inicio con dos aliados imprescindibles para alcanzar con éxito este gran reto. En primer lugar, la sociedad cántabra en su conjunto debe apoyar de manera incondicional todos los esfuerzos que se están haciendo para esta Cantabria del futuro. Casi igual de importante que lo anterior, es necesario que todas las administraciones trabajen en común para que estos proyectos se finalicen cuanto antes, porque las viejas esperas del pasado para lograr carreteras, trenes y otras infraestructuras, ya no son aceptables en los malos tiempos que corren. Dicho de otra manera, la región que no anda lista se queda rezagada en todo. La nueva cultura, unida al turismo y la economía, viene de camino, hay que terminarla pronto, venderla mucho en el interior y el exterior, y de ahí poder asegurar algún día que, efectivamente, Cantabria es uno de los grandes referentes culturales internacionales, que hay que visitar casi por obligación.

 

Miguel del Río