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Ingeniería social: ideología de género

 

Francisco Rodríguez Barragán | 29.03.2016


Ante tanto dislate acerca de la ideología de género es una satisfacción leer el comunicado del Colegio Americano de Pediatras en el que advierte del abuso infantil que constituye condicionar a los niños a creer que pueden elegir su propio sexo como se está introduciendo en la educación pública y, lo que es más grave, en las leyes “progresistas” que se elaboran por unos parlamentos que se arrogan unos poderes absurdos.

Dice el Colegio Americano de Pediatras que no existe un tercer sexo pues la sexualidad humana es un rasgo biológico objetivo binario. Nuestros cromosomas XY y XX son marcadores genéticos saludables. Somos concebidos como hombre o como mujer, siendo su finalidad obvia la reproducción y crecimiento de nuestra especie, lo cual es evidente por sí mismo. También dice el citado Colegio que nadie nace con un género sino con un sexo biológico.

Nadie nace con conciencia de ser hombre o mujer sino que se va desarrollando con el tiempo, aunque puede desviarse a consecuencia de percepciones subjetivas del niño, de sus relaciones y experiencias adversas desde la infancia y quienes se identifican como del sexo opuesto o como algo intermedio, no conforman un tercer sexo sino que siguen siendo hombres o mujeres biológicos.

Que un niño se crea niña o una niña se crea niño es un problema psicológico objetivo en su mente pero no en su cuerpo, es una disforia de género y debe ser tratada como tal. Utilizar bloqueadores hormonales en la pubertad o la mutilación quirúrgica de sus órganos sanos es una barbaridad respaldada por el lobby de lesbianas, gay, bisexuales y transexuales con grandes influencias en organismos internacionales.

El pasado 21 de marzo tres obispos españoles publicaron su reflexión sobre la «Ley de Identidad y expresión de Género e Igualdad Social y no discriminación» aprobada por la Asamblea de la Comunidad de Madrid en la que señalan que el “supuesto derecho” al reconocimiento de la identidad de género libremente manifestada, es mera ideología nacida de la revolución sexual y la dictadura del relativismo que pretende en nombre de la libertad abolir cualquier norma moral que impida el imperio de la libertad absoluta de la técnica.

Dicen también los obispos que el contenido de esta ley no es algo separado del proyecto de ingeniería social que se viene propiciando en España y también a nivel mundial, del que forman parte la anticoncepción, la esterilización, el aborto, el amor libre, las técnicas de reproducción asistida, la usurpación deliberada de la filiación natural de los niños, manipulación hormonal y extirpación quirúrgica para la reasignación de la identidad personal, la eutanasia, el suicidio asistido, la manipulación de embriones, etc. en una tarea de deconstrucción del hombre que avanza inexorable.

El campo educativo en manos de los poderes públicos es una herramienta decisiva en esta tarea, a través de la implantación de una educación sexual, promovida por la Organización Mundial de la Salud que afecta a los niños desde la escuela infantil hasta el bachillerato, sin contar para nada con la voluntad de los padres y otorgándoles la capacidad legal para definir su orientación sexual.

Como puede verse los políticos hablan de “derechos” al mismo tiempo que conculcan los que teníamos como personas y como padres.

 

Francisco Rodríguez Barragán