COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO

POR FALTA DE AMOR

 

 

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor | 30.01.2016


Quién pudiera traspasar este vacío
que a veces me sobrepasa,
por su sobrepeso,
y me deja sin verbo para conjugar
acciones y reacciones del yo con los demás,
dejándonos sin camino,
pues ya no hay latidos por falta de amor.
                ¡Abrámonos para sentirnos!

Quién pudiera ser manantial,
sobre este camino de fuego,
y así encender la esperanza del encuentro,
y apagar los tristes desconsuelos,
de un alma que ya no es verso,
ni poesía en ejercicio,
pues ya no hay posada por falta de amor.
                ¡Aposentémonos para reavivarnos!

Quién pudiera ser aire,
cuando menos para dar vida,
y envolver de luz
a los que mueren en la noche oscura
del rechazo, sin vivir la acogida
de los suyos, que tampoco son nuestros,
pues ya no hay humanidad por falta de amor.
                ¡Humanicémonos para aplacarnos!

Por falta de amor
caminamos ausentes, marchamos sin rumbo,
peregrinamos solitarios, sin proyectos,
transitamos a ninguna parte,
sin la consoladora caricia de una sonrisa
que nos retorne al poema,
que en otro tiempo fuimos y olvidamos serlo.
                ¡Embellezcámonos para glorificarnos!

Acógenos, Padre, con benevolencia;
enséñanos el gran amor de amar amor,
el que nos sostiene tan eternos como tiernos,
tan del cielo como de la tierra,
tan de todos como de nadie;
guíanos a ser hermanos, antes que humanos,
para siendo piedad, abrazar el corazón de Jesús.
                ¡Enternezcámonos para eternizarnos!

 

Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
30 de enero de 201
6