Tribunas
12/12/2025
Navidad y arte humanizador
Jesús Ortiz
Belén Monumental de Alcalá de Henares.

El ambiente navideño está ya presente en las calles, las luces, los comercios, los regalos, y deseamos Felices Fiestas de Navidad. Se abre una puerta a la esperanza soñando con superar las dificultades y dar lo mejor de sí mismos, aunque más tarde algunos queden frustrados. Pero esto no debe ocurrir en quienes sabemos que celebramos el Nacimiento de Dios.
A veces parece que no creemos esta audacia de Dios que ha revolucionado definitivamente la historia: el Niño que contemplamos en los belenes es de verdad Dios-con-nosotros, y es el mismo que volverá al final de los tiempos para cerrar la historia humana. Por eso la celebración llama al corazón de cada uno para tener esperanza a pesar de tantos problemas personales y sociales. El adviento católico es la llamada a prepararse espiritualmente con la caridad, la oración, y los sacramentos.
Museos y más
El arquitecto Jean Nouvel señaló hace tiempo que los museos son las catedrales del siglo XX: ¿qué puede significar esa observación? Pues en primer lugar pienso que es una observación sencilla de lo que pasa, lo segundo que el arte llega hoy mucho mejor a la mayoría de las personas que hace siglos, y lo tercero e importante que seguimos buscando trascendencia por encima de la monotonía o la vulgaridad.
Visitar un museo suele ser una experiencia enriquecedora, una especie de catalizador que permite aflorar la búsqueda de la belleza, aunque a veces nos deje confundidos. Estar pendientes de ver el conjunto de salas o hacer unas fotos impide muchas veces enterarse, recibir el mensaje si lo tiene, o subir un peldaño hacia lo sublime, y contemplar algo luminoso.
Belleza, verdad y bien se implican mutuamente aunque no siempre seamos capaces de reconocerlo explícitamente. Es preciso cultivar la mirada, los sentidos, la sensibilidad, la contemplación, como se cultiva un jardín para que este radiante: porque esta puede ser la palabra, algo que irradia claridad, luminosidad, fecundidad o crecimiento como personas creciendo en las mutuas relaciones.
El arte es muy amplio como lo es la armonía, la belleza, la verdad, el bien. Se expresa en la pintura, en la escultura, en la música, en el espectáculo, en la literatura, en la arquitectura, en el cine y la fotografía, y siempre en la naturaleza que invita a ir más allá. Por las obras se reconoce al autor decimos con verdad porque el arte es intentado, buscado, y expresado. La obra es a la vez: producto material, vehículo de expresión, instrumento cognoscitivo: habla por sí misma y conmueve. Y esta relación humana especial es a la vez conocimiento, expresión, formación, y comunicación.
Los artistas
Una obra de arte es una forma pura que busca su perfección estética. Por ejemplo La Pietá de Miguel Ángel es algo vivo, con un mundo espiritual, y que convive con otras formas. Tiene prioridad su valor formal, aunque no exclusivo, y crece con una ley propia, a partir de la inspiración, venciendo la resistencia de la materia, que es abierta, imitable y cultivable.
Según el cineasta K.Zanussi “Sin el contacto con el misterio, no hay creatividad. Pues el misterio tiene que ver con nuestros deseos de entender la vida y la relación con él es un proceso dinámico en el silencio y el esfuerzo creador, ¿por qué? Sencillamente porque los hombres tendemos al infinito, damos pasos hacia él, pero el infinito es siempre inalcanzable, y por eso hay crisis o drama en la creación. El problema humano se presenta cuando falta el ideal y la gente se contenta con la vida tal como es. Cuando eso ocurre, ya no hay nada que contar en una película, aseveraba este director cinematográfico.
Y ponía como ejemplo la publicidad: “tiene el poder de destruir la belleza, hacerla kitsch y predecible. Si la belleza es previsible, es falsa e inaceptable. Si yo veo el sol ponerse en el horizonte, ya lo asocio a la publicidad de Egypt Air, por ejemplo. Ya no puedo utilizar esa imagen en mi cine, porque la han banalizado. Muchas imágenes, nobles en su origen, han sino banalizadas y ya no funcionan”. No le falta razón.
Las obras de arte nos relacionan como personas en busca de lo mejor: el artista, el espectador, el intérprete. Pues la obra sola es un bonito cadáver, mientras que el diálogo con el espectador colabora con el autor, p.ej. un Beethoven interpretado por el director Z. Metha, cuando cada interpretación es fiel a la vez como igual y distinta. Hay un pacto implícito pues la ética y la postura religiosa influyen sin duda en la valoración pues estos valores no se puede dejar a la puerta como si fueran un sombrero.
Trascender
En su condición de artista en búsqueda, el pintor Balthus reconocía que “Siempre empiezo un cuadro rezando, como un acto ritual que me da la posibilidad de atravesar, de salir de mí mismo. Estoy convencido de que la pintura es un modo de oración, un camino para llegar a Dios. A veces me he echado a llorar ante la dificultad del cuadro, la no de no poder atravesar como es debido”. La creación artística es búsqueda de la trascendencia, de la belleza, de la verdad, del bien.
El pintor de la abstracción V. Kandinsky tituló una de sus obras “De lo espiritual en el arte”, pues el verdadero arte trasciende la materia y participa a nivel humano del poder creador de Dios. Por eso se reza ante un icono, un cuadro de Jesucristo, o uno de la Virgen. Por ejemplo y entre otros artistas, el pintor flamenco Roger van der Weyden supo expresar el dolor, la aceptación y la redención obrada por Jesucristo en el calvario que se contempla en el monasterio de El Escorial.
El fondo en rojo de sangre, un Cristo colgado con mansedumbre, una madre valiente que acompaña y sufre sin tragedia, y un joven Juan que también llora. Hay dolor pero hay sentido, hay misterio y redención, hay drama en el Calvario pero no hay tragedia. Hay certeza y equilibrio divino en una representación que es consuelo para quien contempla. Y lo mismo ocurre en infinidad de representaciones de Jesucristo crucificado por los hombres que perdona y se ofrece, que asume en su pasión todos los sufrimientos humanos. Hay innumerables crucifijos de madera, de piedra, de marfil, de bronce, plata y oro que enseñan más que cualquier filosofía, cualquier protesta, o cualquier desesperanza.
Hace pocas semanas se ha celebrado en la Plaza de san Pedro el magno concierto Grace for Wordl, Gracia para el mundo, marco incomparable para recordar la fraternidad humana, y también la fe en grandes composiciones musicales, como el Ave María de Schubert.
Varios artistas, muy diferentes entre sí, pero con un propósito de unidad y respeto han intervenido con sus talentos, entre ellos Andrea Bocelli, y Karwol G. A la vez, una notable colección de drones ha dibujado en el cielo nocturno ante miles de espectadores directos y millones por televisión la imagen de la Virgen, salud del pueblo romano, la creación de Miguel Ángel en la capilla Sixtina, y la Pietá también del escultor florentino. Un regalo para los sentidos, la vista, el oído, la imaginación, el sentimiento, y la fe.
La Navidad que preparamos significa luz y arte en las celebraciones litúrgicas, en los conciertos de música sacra, en los villancicos populares, en los nacimientos que contemplamos, en las pinturas de los grandes maestros como el Greco, Murillo, Velázquez, Filipo Lippi, Rembrandt o Rubens.
De modo que los museos atraen a muchos visitantes en búsqueda sensaciones profundas y horizontes nuevos, al menos de modo implícito, y sería bueno trascender la mera curiosidad para apreciar la belleza, cultivar el buen gusto y crecer como persona.
Finalmente, las catedrales auténticas son monumentos de arte completo que unifica la pintura, la escultura, la música, la arquitectura y más, que sumergen en la dimensión trascendente de la fe. Esta elevación se realiza en particular cuando todo ese arte está presente en una ceremonia cristiana: la celebración de la Misa, la Adoración eucarística, la solemne procesión, y los cantos a coro, todo unido a la sinfonía de color que se proyecta desde las vidrieras que dibujan los trabajos de los hombres y las verdades salvadoras de la fe. Y entonces se han abierto las ventanas del cielo.
Jesús Ortiz López
Doctor en Derecho Canónico
[1] Jesús Ortiz, Mapa de la vida eterna. Eunsa, 2012. 133 págs.-
[2] Benedicto XVI, Enc. Spes Salvi. 2007.