Tribunas
27/11/2025
Mientras haya un Rescoldo
José Francisco Serrano Oceja
Santa Misa con motivo del centenario de la
consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.
30 de junio de 2019.

En la pasada Asamblea Plenaria los obispos norteamericanos decidieron hacer una Consagración de Estados Unidos al Sagrado Corazón de Jesús en junio de 2026 para acompañar el 250 aniversario de la fundación de esa nación.
Según monseñor Kevin Rhoades, Obispo de Fort Wayne-South Bend, en el Estado de Indiana, consagrar la nación es una oportunidad “para recordar a todos nuestra tarea de servir a nuestra nación perfeccionando el orden temporal con el espíritu del Evangelio, tal como lo enseñó el Concilio Vaticano II”.
Si no mal recuerdo, en España ya se renovó la consagración el 30 de junio de 2019, a los cien años de la de Alfonso XIII. El entonces arzobispo de Madrid, Osoro, siendo todavía don Braulio arzobispo de Toledo y Primado de España, presidió un acto en el que se repitió esa dedicación. Por allí anduvieron previamente la plenaria de la Conferencia Episcopal.
Me acordé de esta historia cuando el día pasado asistí en Madrid a la presentación de “Rescoldo Hispánico”, una iniciativa de un grupo de jóvenes, de matrimonios jóvenes tendría que decir, con la que se quiere actualizar la devoción y consagración al Sagrado Corazón de Jesús en las familias, en las casas, en los hogares, en los lugares que configuran la vida de las personas.
Como anzuelo para el acto, en un restaurante con local social, se trajeron al sacerdote argentino Javier Olivera Ravasi, que ciertamente no defraudó en su intervención sobre la historia de la Iglesia en la perspectiva del rechazo al corazón de Cristo. Un sacerdote que se ve ejerce el profetismo del ministerio de la verdad histórica y que no deja al público indiferente.
La gente de “Rescoldo Hispánico” se han gastado una cantidad que parece no menor en una campaña publicitaria, como las que organiza desde hace años la Asociación Católica de Propagandistas.
Por cierto que la presentación de esta iniciativa se hizo en vísperas de la solemnidad litúrgica de Cristo Rey del Universo, unas fechas sin duda apropiadas.
No sé si este “revival” de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús forma parte de la emergencia de una espiritualidad que retoma las formas clásicas de devoción y las actualiza.
Me parece muy significativo que sea un grupo de jóvenes, al margen de los cauces institucionales, los que dediquen su tiempo y dinero a difundir esta devoción central en la vida cristiana, tal y como nos dejó escrito el papa Francisco en su último texto magisterial.
El origen de nuestra vida cristiana es la experiencia del encuentro con Cristo. La fe no tiene por objeto abstracciones, sino la realidad del mundo del hombre tal y como es querido por Dios, es decir, del hombre llamado a ser en Cristo. La persona humana ha sido creada con vistas a Cristo, con miras a participar de la vida divina en el Hijo.
De lo que se trata es de presentar esta verdad con formas modernas, tal y como se puede ver que hacen los de Rescoldo en su página web, acompañados también por el obispo Munilla, todo hay que decirlo, y por un grupo de sacerdotes de plena confianza.
Lo que tengo claro es que si hay una devoción central en la vida del cristiano es la dedicada a Cristo también en su humanidad, también desde los ojos de su corazón. Una devoción que atrae a los jóvenes y que no acabo de entender por qué se metió en el cajón de la historia.
Hoy, al menos, tenemos estas iniciativas que son efervescencias de la expresión de la centralidad del encuentro con Cristo. Es precisamente la devoción al Corazón de Cristo, en la línea de continuidad de la tradición eclesial, la que evitaría determinadas expresiones devocionales emotivistas.
José Francisco Serrano Oceja