Diócesis

 

Años sabáticos como antesala de la secularización en la diócesis de Almería

 

Clero escaso y cansado, goteo de salidas de sacerdotes y la cuestión del donativo “anónimo”

 

 

 

14/10/25


 

 

 

Las aguas bajan algo revueltas en el diócesis de Almería, con un clero cada vez más escaso y cansado por situaciones límite en la que se ven envueltos muchos curas con demasiada carga de trabajo. Y con unas cuantas salidas.

 

 

 

  1. Año sabático y secularización
  2. Goteo de salidas
  3. Los jesuitas
  4. Un camerunés
  5. Reconducir la situación
  6. Un tiempo de descanso

 

 

 


Mons. Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería.

 

 

 

Religión Confidencial ha podido hablar con varios sacerdotes de la diócesis almeriense que han contado la situación que se vive. La realidad es que desde la llegada de monseñor Antonio Gómez Cantero a Almería el clero ha ido cada vez a menos.

 

Año sabático y secularización

Según las fuentes consultadas por RC, al menos dos sacerdotes habrían salido de Almería este verano con la intención de colgar la sotana aunque la información oficial es que están de año sabático.

Uno se habría marchado a Italia (siendo sustituido en sus parroquias por Jesús Martín Gómez), y otro a Murcia para iniciar una nueva vida tras dejar oficialmente su parroquia en la capital, Almería, este mes de julio.

 

Goteo de salidas

Estas salidas se suman a otras que se han ido sucediendo en estos años de pontificado de Gómez Cantero en Almería.

El primero en marcharse fue el sacerdote Carlos María Fortes, quien encontró cobijo en la diócesis de Málaga cuando era obispo Jesús Catalá. También abandonó Almería el sacerdote secretario del obispo emérito, quien se marchó junto con Adolfo González Montes a vivir a Madrid.

El año pasado hubo dos sacerdotes de la diócesis que pidieron la secularización. Felipe Alfonso de Mendoza Alemán dejó el sacerdocio para montar una tienda de hamburguesas.

También abandonó su vocación sacerdotal el cura señalado hace dos años por haber mantenido conversaciones inapropiadas con un menor. Tras la investigación canónica, el obispado confirmó que se le permitía reincorporarse, pero el sacerdote optó por pedir la dispensa y secularizarse. Estas fuentes cuentan a RC que la excesiva exposición pública a la que le expuso la propia diócesis fue determinante para que decidiera marcharse, tras varias vivencias traumáticas personales que pudieron haber acabado en tragedia.

 

Los jesuitas

A estas bajas en el clero diocesano hay que sumar la de los sacerdotes jesuitas de la ciudad de Almería. A finales de julio, la comunidad de jesuitas de Almería anunció que abandonaban la ciudad, tras más de cuarenta años de presencia continua en las parroquias de San Ignacio de Loyola (Piedras Redondas), El Buen Pastor (Los Almendros) y Nuestra Señora de Araceli (Araceli).

No abandonamos la diócesis de Almería: nos desplazamos a otra periferia, a la comarca de Níjar, desde donde queremos seguir acompañando a quienes más lo necesiten, siempre en diálogo y comunión con la Iglesia que nos acoge y nos envía”, explicaron.

 

Un camerunés

Fuentes diocesanas lamentan algunas otras situaciones preocupantes que viven algunos sacerdotes diocesanos. Se refieren a la situación de un sacerdote de origen camerunés que se compró un piso en Vera con dinero de dudosa procedencia.

RC ha podido saber que existe gran malestar con la gestión económica de este sacerdote, quien ya fue objeto de noticia en medios locales por ese asunto en 2024. Se trata de un cura que llegó desde Madrid, donde ejercía como capellán de una residencia. Tras varios años yendo y viniendo de Madrid a Almería (exigiendo siempre importantes remuneraciones económicas por sus servicios) logró afincarse en la diócesis más oriental de Andalucía.

Según publicó La Voz de Almería en 2024, este sacerdote fue denunciado por unos vecinos por tratar de apropiarse de manera violenta junto con otra persona de un trastero comunitario en Vera.

 

Reconducir la situación

En medio de esta situación, el obispo trata de cubrir como puede este goteo de bajas. Este verano, el obispado anunció el fichaje de un sacerdote de la archidiócesis de Sevilla para que ayude en labores pastorales. Un favor de Saiz Meneses a Gómez Cantero.

Además, hay otro sacerdote de Almería que estuvo una temporada fuera de la diócesis y ahora ha vuelto como vicario parroquial, tras haber pasado un tiempo en la residencia que tiene la Hermandad de los Operarios en Alquerías del Niño Perdido en Castellón.

En cambio, no todo el mundo tiene intención de volver a Almería. Es el caso de otro sacerdote almeriense quien tras defender su tesis en Roma ha recalado en Navarra para dar clases.

 

Un tiempo de descanso

Religión Confidencial se ha puesto en contacto con Ignacio López, vicario general de la diócesis de Almería, para preguntarle por la situación concreta de algunos sacerdotes. Ignacio López explica que “es normal que algún sacerdote pida un tiempo de descanso; le llamamos año sabático y está estipulado en el derecho de la Iglesia”. No obstante, fue tajante al afirmar que la información por la que le preguntamos “estaría dentro de la más estricta confidencialidad y son asuntos que lleva el señor obispo directamente”.

La compleja situación que atraviesa la diócesis no tiene origen sólo en la situación del clero. Desde Almería se pone también el foco en el famoso donativo “anónimo” que recibió la diócesis y que aparentemente salvó al obispo de tener que vender el edificio del seminario, ahora reconvertido en un centro de formación para inmigrantes. Este generoso donativo podría ser en el futuro un problema más que se le acumule al obispo Antonio Gómez Cantero.