Conferencia Episcopal

 

Los obispos rechazan la sanación intergeneracional y advierten sobre las misas de sanación o liberación

 

Sin embargo, los Seminarios de Vida en el Espíritu y las prácticas de intercesión y sanación de la Renovación Carismática, están aprobadas por la Iglesia

 

 

 

26/11/24 | Marta Santín


 

 

 

  1. La sanación intergeneracional no es una práctica católica
  2. Preocupación de los obispos
  3. Romper el vínculo de pecado
  4. Sincretismo de apariencia católica
  5. Seminarios de Vida en el Espíritu
  6. Advertencia sobre las misas de sanación o liberación
  7. Encuentros de oración para curar enfermos

 

 

 


Misa de sanación celebrada en México.

 

 

 

En los últimos años, dentro de la Iglesia Católica, ha emergido con fuerza una práctica que está atrayendo a muchos fieles: las celebraciones o misas de sanación de dolores físicos y del alma. No pocos fieles han experimentado una curación de sus heridas y dolencias tanto espirituales como corporales.

 

La sanación intergeneracional no es una práctica católica

Sin embargo, estas prácticas, aunque con matices, no han sido rechazadas por los obispos españoles. Sí en cambio, la práctica de la "sanación intergeneracional" promovida por algunos sacerdotes católicos, práctica que no es católica según la nota de los obispos.

La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe acaba de publicar una nota doctrinal sobre la práctica de la «sanación intergeneracional». El texto, que lleva por título «Su misericordia se extiende de generación en generación» (Lc 1,50), fue aprobado por la Comisión Permanente en su reunión de septiembre.

 

Preocupación de los obispos

"Esta nota nace de la por la praxis de la conocida como «sanación intergeneracional» o «sanación del árbol genealógico» promovida por algunos sacerdotes católicos. Así, el texto ofrece una valoración a luz del Magisterio de la Iglesia de los principios teológicos en los que se apoya, llegando a la conclusión de que son ajenos a la Tradición y a la doctrina de la Iglesia, desaconsejando su práctica por el gran daño moral y espiritual que puede causar en el pueblo santo de Dios", dice la nota de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.

Francisco Conesa, obispo de Solsona y presidente de Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal, lo explica claramente en un vídeo: "La sanación intergeneracional es una praxis que se está extendiendo (sobre todo en grupos católicos ligados a tendencias carismáticas) que parte de la idea de que las culpas de los antepasados, pesan sobre mí porque mis antepasados cometieron algún delito y yo estoy pagando las consecuencias de ello, y se manifiesta en determinados elementos psíquicos y enfermedades por culpa de mis antepasados y se busca sanar esa relación".

 

Romper el vínculo de pecado

Pues bien, para algunos grupos y sacerdotes católicos, el modo de curar dichas enfermedades consiste en identificar el pecado en el propio árbol genealógico. Posteriormente, mediante la oración de intercesión, exorcismos y, especialmente, la celebración de una eucaristía, se ruega al Señor Jesús o al Espíritu Santo que rompa el vínculo de pecado entre la persona y sus antepasados, alcanzándose así la sanación, muchas veces total y prácticamente instantánea.

Esto no es católico. "Porque el pecado es siempre personal y requiere una decisión libre de la voluntad. Lo mismo ocurre con la pena del pecado. Implica siempre una responsabilidad personal", recuerdan los obispos.

 

Sincretismo de apariencia católica

Así lo explica la nota de la Conferencia Episcopal: "Aunque esta práctica, extendida entre cristianos católicos y no católicos, se realiza con la mejor intención y con el deseo de aliviar el sufrimiento de las personas, al fusionar aspectos propios de la fe católica con otros que le son ajenos resulta un sincretismo de apariencia católica con aspectos que incumben de manera explícita o implícita a cuestiones de escatología, particularmente la doctrina del purgatorio y la retribución; de eclesiología, en lo que respecta la comunión de los santos, vivos y difuntos, en el cuerpo de Cristo; de antropología, pues elimina la responsabilidad personal en el pecado y la libertad del ser humano, afectando a su relación con Dios; y de la teología de los sacramentos, especialmente de la comprensión de la eucaristía y del bautismo".

 

Seminarios de Vida en el Espíritu

Ahora, muchos católicos que frecuentan estas prácticas se pueden preguntar: ¿Qué pasa entonces con las misas de sanación, de intercesión, o los Seminarios de Vida en el Espíritu donde se experimentan sanaciones personales, tanto físicas como espirituales?

Fuentes consultadas por Religión Confidencial de expertos en la materia, recuerdan que los Seminarios de Vida en el Espíritu y las prácticas de Renovación Carismática están permitidas por la Iglesia, y el Papa ha recomendado los Seminarios de Vida en el Espíritu. “Pero es que hay mucho friki y algunos hacen cosas que no deben hacer”, dicen las mismas fuentes a RC.

 

Advertencia sobre las misas de sanación o liberación

Para evitar también estas prácticas que pueden ir en contra de la Doctrina de la Iglesia Católica, la Comisión Episcopal Española para la Doctrina de la Fe advierte sobre las misas de sanación o liberación. Así lo explica:

"La eucaristía es el memorial de Cristo Jesús, fuente y culmen de la vida de la Iglesia (SC 10; LG 11). En su celebración se hace presente el cuerpo de Cristo en su realidad sacramental. En cuanto a las así llamadas “misas de sanación o de liberación”, estrechamente vinculadas a la praxis de la sanación intergeneracional, hemos de advertir que no son consideradas en el Ritual Romano, que sí contempla, en cambio, la celebración de la misa por diversas necesidades, entre cuyas intenciones se encuentra la petición por los enfermos, en la que se pide consuelo y fortaleza espiritual y física para las personas en situación de sufrimiento. También la Iglesia contempla el ofrecimiento de la celebración eucarística como sufragio por los difuntos, pero no ha de confundirse con una sanación o liberación de los pecados de los antepasados. Por tanto, la introducción de tales intenciones en el ámbito de la celebración de la Santa Misa desnaturaliza y distorsiona gravemente la celebración eucarística".

 

Encuentros de oración para curar enfermos

En relación a encuentros de oración cuya finalidad es obtener de Dios la curación de los enfermos, no los prohíbe, pero los obispos advierten: "debe seguirse lo estipulado en la Instrucción sobre las oraciones para obtener de Dios la curación (Ardens felicitatis) publicada en el año 2000 por la Congregación (actualmente Dicasterio) para la Doctrina de la Fe".

Y prosigue la nota: "Cualquier fiel puede elevar libremente oraciones a Dios pidiendo la curación; ahora bien, cuando se trata de encuentros de oración, estos han de someterse a la vigilancia del Ordinario del lugar (art. 5 § 1) y, en caso de realizarse en un lugar sagrado, conviene que sea un sacerdote o un diácono quien las realice (art. 1). En el caso de celebraciones litúrgicas de curación (es decir, aquellas que aparecen en los libros litúrgicos aprobados) han de tener permiso explícito del Obispo diocesano, quien además tiene derecho a emitir normas sobre estas celebraciones (art. 4 § 2 y 3). Estas oraciones de curaciones, así como las oraciones de exorcismo, litúrgicas o no litúrgicas, no pueden introducirse en la celebración de la Santísima Eucaristía, de los Sacramentos y de la Liturgia de las Horas (art. 7 § 1; art. 8 § 1)".