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Cobo clausura EncuentroMadrid: “Tenéis en el ADN dos palabras clave más necesarias que nunca: comunión y liberación”

 

Los dos últimos encuentros han reflexionado sobre la belleza de la vida aún en la enfermedad y el testimonio de paz y esperanza entre un matrimonio ucraniano y una escritora rusa

 

 

 

28/10/24


 

 

 

  1. "La guerra, la realidad más opuesta a la fraternidad"
  2. "Artesanos del encuentro"
  3. "Dos palabras clave: comunión y liberación"
  4. La enfermedad es dura, pero puede tener belleza
  5. “No siento odio, solo quiero que acabe la guerra”
  6. Esperanza y perdón

 

 

 


El cardenal José Cobo en la clausura de EncuentroMadrid.

 

 

 

El arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, clausuró ayer EncuentroMadrid. Sobre el lema de este año "Estoy vivo aún y creo que la trama de la vida es preciosa", palabras del doctor Takashi Nagai, ha girado la homilía de la Misa con la que Cobo ha clausurado la cita de este año.

 

"La guerra, la realidad más opuesta a la fraternidad"

"Unas palabras de un hombre que fue testigo del mayor fracaso de la humanidad: la guerra como la realidad más opuesta a la fraternidad y al encuentro y, que no ha terminado, que sigue presente", ha dicho Cobo sobre Nagai, superviviente de la bomba atómica de Nagasaki, informa Archimadrid.

"Sin embargo, la fe en medio de las guerras y un mundo violento, nos enseña que siempre hay y habrá la posibilidad de abrir una ventana a la esperanza", ha proseguido el cardenal insistiendo en que la trama de la vida "es la fraternidad que Dios nos ha encargado que construyamos".

 

"Artesanos del encuentro"

Cobo ha explicado que cada uno es un hilo diferente y único en la trama de la vida y que así se conforma "una comunión de elementos dispares que crean un todo con sentido". "Un Artesano" es el que los va uniendo creando la armonía, ha manifestado el cardenal.

"Nuestra sociedad y nuestra Iglesia necesitan hoy, parafraseando las palabras del Papa, artesanos del encuentro, hiladores de esta preciosa trama", ha insistido. Para José Cobo, esta trama que permite mirar con esperanza y esta es la mejor oferta que se puede hacer al mundo de nuestros días: "Sí siempre a golpe de diálogo, más que un método feliz o estrategia exitosa, implica apertura al otro y madurez del yo, conciencia crítica de lo que soy, como decía Luigi Giussani", el fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación.

 

"Dos palabras clave: comunión y liberación"

"Tenéis en el ADN dos palabras clave más necesarias que nunca: comunión y liberación", ha indicado. Por ello, Cobo ha afirmado que la sociedad y la Iglesia necesitan «comunión sin marcas, gente capaz de tender puentes, de generar alianzas, de acoger a los diferentes, coser, unir, vincular y revincular». Y también necesitan "personas que anuncien la liberación".

"Hoy celebramos que la trama de esta vida es preciosa y que estamos cada uno de nosotros dentro", ha concluido el cardenal José Cobo.

 

La enfermedad es dura, pero puede tener belleza

Después de la Eucaristía, se celebraban los dos último encuentros de EncuentroMadrid 2024: ¿Puede ser preciosa la vida aun en la enfermedad? y el testimonio de paz y Esperanza: Ucrania y Rusia: cuando el odio no vence.

¿Puede ser preciosa la vida aun en la enfermedad? A esta osada pregunta respondieron los participantes en el acto que abrió la jornada del domingo en EncuentroMadrid. Tres vidas marcadas por graves problemas de salud que testimoniaron que la esperanza es posible gracias a la libertad interior y a una conciencia marcada por la fe en compañía de otros.

El vivir con un cáncer, una cardiopatía congénita o una enfermedad rara es una circunstancia que encamina la vida hacia la incertidumbre absoluta, pero existe una realidad que hace posible la esperanza. Eso testimoniaron los tres participantes del acto, dentro de sus diversas circunstancias.

Los tres ponentes coincidieron en que la compañía es una clave fundamental para vivir positivamente el día a día. Tal fue el caso del ginecólogo que recibió cientos de cartas de sus pacientes y de WhatsApp de apoyo durante algunos momentos difíciles de su enfermedad. Por su parte, Arespacochaga aseguró tener claro que “el dolor y el sufrimiento no se pueden vivir en soledad. Mi marido y yo tenemos un batallón de amigos. Esta compañía nos ha rescatado de la desesperación en la que la enfermedad te quiere atrapar”, decía por su parte Arespacochaga.

 

 

 


Mesa redonda sobre ¿Puede ser preciosa la vida aún en la enfermedad?

 

 

 

“No siento odio, solo quiero que acabe la guerra”

En la última ponencia José Luis Restán, presidente de Ábside Media, ha conversado con Vera y Vitaily Doronin, un matrimonio ucraniano refugiados en Valencia, España, y con la escritora e investigadora Giovanna Parravicini, quien trabaja con la Fundación Russia Cristiana, sobre sus experiencias a partir de la guerra que ha desatado la invasión rusa en Ucrania, desde febrero de 2022.

Vera, psicóloga y profesora, confesaba que sentía cómo la experiencia de la guerra la había introducido en una nueva manera de vivir, donde el dolor parecía inundar cada rincón. Ella y su hija de ocho años fueron obligadas a separarse de su marido al llegar a la frontera con Moldavia porque Vitaily, al ser menor de 65 años, estaba en edad de ser reclutado por el ejército ucraniano. Sin embargo, Vitaily sabía bien que no quería ir al frente, por lo que se apuntó como voluntario en la Cruz Roja.

Tiempo después, pudieron reencontrarse en España. Vitaily, al llegar a Valencia, comenzó a colaborar con la Fundación Ayuda a una Familia. En la relación con los hombres y mujeres que ha encontrado en este lugar, descubría una nueva manera de mirar la necesidad de unos que parten de una gran molestia ante el mundo. Una que introducía una positividad y no un escándalo ante esta aparente ingratitud.

 

Esperanza y perdón

Por su parte, Giovanna Parravicini podía tomar la decisión de emigrar, como tantos otros rusos, para escapar de la represión del régimen ruso. Sin embargo, decidió quedarse “por agradecimiento a lo que el pueblo ruso que tanto le ha dado”. Pueblo cuya dignidad quedó de manifiesto cuando ella, como tantos otros, se encontraron dejando flores en honor al opositor al régimen de Putin, Alexei Navalny.

A través del recorrido propuesto, los testimonios han dejado en evidencia que, como partiendo del dolor, se puede llegar a la conclusión a la que llegaban Vera y Vitaily: que el mundo “está hecho de cataclismos y de abrazos” y de que “los demás son un bien para nosotros, aunque sean unos criminales, porque sacan lo más verdadero de quiénes somos”. Y lo más importante, como decía Parravicini, que “la esperanza y el perdón deben ser verdaderas para todos aquí y ahora. Lo que más queremos es que la guerra no tenga la última palabra sino que la victoria de la Resurrección sea en el presente”.

 

 

 


Mesa redonda "Ucrania y Rusia: cuando el odio no vence".