Tribunas

¿Existen mitos sobre la inmigración?

 

 

José Francisco Serrano Oceja


Vía Crucis con inmigrantes.

 

 

 

 

 

He leído en la edición digital de “Nueva Revista”, una publicación, por cierto, que hay que seguir de cerca, un amplio artículo sobre el libro de Hein de Haas, “Los mitos de la inmigración”.

Este autor es  catedrático de sociología en la Universidad de Ámsterdam, profesor de Migración y Desarrollo en la de Maastricht y fundador del International Migration Institute de la Universidad de Oxford, del que es codirector.

Habla de 22 falsos mantras sobre uno de los temas que más nos dividen y que en España está que arde.

La finalidad con la que ha escrito este libro, que les puedo asegurar voy a leer en los próximos días, es que la inmigración deje de ser un asunto de estar a favor o en contra.

Por lo tanto hay que acabar con las dicotomías y abordar este fenómeno de amplia complejidad y muchos matices, en la teoría y en la práctica de las políticas públicas, con datos y algo más que datos.

Hay que aclarar que la perspectiva cristiana obliga a la prioridad de la persona concreta, del rostro cercano. Por lo tanto, lo que aquí se diga no sustituye la exigencia de dar una respuesta inmediata a la voz del hermano que llama a nuestra puerta.

Otra cuestión son las reflexiones que hace, y debe hacer la Doctrina Social de la Iglesia, que no pueden obviar los datos técnicos, ni los estudios sobre esta cuestión, es decir la realidad en su conjunto.

Y lo que está claro es que hay que superar un debate cada vez más polarizado sobre esta materia.

En el libro, según dice la reseña, se aportan pruebas que ponen en cuestión los relatos simplistas tanto a favor como en contra de la migración.

Dice el autor que se dispone “a contar otra cosa, algo que contradice las ideas convencionales sobre la migración que se enseñan en escuelas y en universidades y que abrazan medios de comunicación, expertos, organizaciones humanitarias, laboratorios de ideas, películas, revistas y libros populares. Y voy a hacerlo porque nos hace mucha falta contar con una visión radicalmente nueva sobre la migración que no se base en intereses políticos o en planteamientos ideológicos, sino que observe la inmigración como lo que es”.

Para decir que es la inmigración lo primero que hace es decir qué no es. No es un problema que haya que solucionar, ni la solución de ningún problema. Es un fenómeno inseparablemente ligado a procesos más amplios “de cambio social, cultural y económico que afecta a nuestras sociedades y nuestro mundo, cambio que beneficia a algunas personas más que a otras, que puede presentar desventajas para algunos, pero que no puede ahuyentarse pensando o deseando que no exista”.

No se trata, por tanto, de estar “en términos generales, a favor o contra de la migración. Sería como estar a favor o en contra de la economía. Ninguna persona seria le preguntaría a un economista si está a favor o en contra de la economía, o de los mercados. O a una geógrafa si está a favor o en contra de la agricultura. O a una bióloga si está a favor o en contra del medio ambiente. Y sin embargo así es como se orientan los debates sobre migración, sobre todo en los medios de comunicación y en la política”.

Ahora que el hecho migratorio se ha convertido en causa de conflicto político en España, convendría tener alguna idea clara, más allá del hecho indiscutible de que hay que priorizar siempre al otro más necesitado.

 

 

José Francisco Serrano Oceja