Editorial

 

Ayuso, el PP y la cultura política social cristiana

 

 

16 abril, 2021 | por ForumLibertas.com


 

 

 

 

 

Esto más que una crítica es una reflexión necesaria a los católicos y también a quienes lo consideren conveniente de los afiliados y dirigentes del PP.

Vaya por delante una consideración general: los católicos somos el grupo organizado en torno a una creencia de vida personal y en común más grande de la sociedad española, pero no pintamos absolutamente nada en política. Seamos mas concretos: Las leyes del estado y la inmensa mayoría de las autonómicas no traslucen para nada o muy poco la visión católica; no desde la fe, sino traducida al lenguaje de las cosas seculares. Más bien sucede todo lo contrario. Esto significa que los partidos políticos, o son indiferentes a aquella manera de entender la vida o simplemente contrarios o muy contrarios, caso del PSOE, UP, ERC, Bildu, Compromis, Mas País… Pero también significa que los católicos somos  incapaces de hacer llegar nuestras propuestas, bien como mediación, si alguien está dispuesto en el escenario político, bien como alternativa u organización del voto como vía de presión.

Se puede pensar que el Partido Popular hace aquella función mediadora. Pero a tenor de los hechos resulta incierto. Por ejemplo su posición sobre la eutanasia ha sido la que debía ser, y solo falta que la redondee con el recurso de inconstitucionalidad y la petición de la suspensión cautelar de la ley. Pero, al mismo tiempo, ha asumido pasivamente que su recurso por el matrimonio homosexual, viva el escándalo de más de una década almacenado en el TC, una situación propicia a una denuncia en el tribunal europeo, o que el gobierno Rajoy, más inane todavía dejara incólumes todas las leyes contrarias a una visión de raíz contraria a una cultura cristiana, de ley natural, incluso.

Mas reciente, Ayuso en su visita a Chueca, según informaba en un reportaje a medida y color a página entera en El Mundo el pasado 14 de abril,  manifestaba su disconformidad con la oposición de su partido al matrimonio homosexual (la que hizo en su momento, porque ya la olvidado) y levantaba la  bandera del “matrimonio igualitario”, que es cómo la propaganda del homosexualismo político denomina al matrimonio homosexual, lo cual de paso viene a decir que el realizado por un hombre y una mujer no es igualitario. Y terminaba la faena con una frase digna de la Ministra Celáa y con esto ya está dicho todo. “¿ Pin parental: Yo no quiero  que un padre del PP o una madre de Podemos le diga constantemente al profesor lo que ha de hacer” Una forma bien demagógica de negar el derecho de los padres a la educación moral y religiosa de sus hijos.

Pero eso no es todo. Se ha aprobado la ley Orgánica de Protección del Menor, sin duda, necesaria. Pero esto no significa que todos sus contenidos sean buenos, ni siquiera aceptables. El texto, en diversos de sus artículos, está viciado por esa presunta ideología de estado en que se ha convertido la perspectiva de género, y sobre todo, porque la ley  se irroga la capacidad de educar moralmente a nuestros hijos, como también hace la ley de educación. Si el PP admite todas estas cuestiones, o  no tiene alternativa cultural y moral ante ellas, no se diferencia del PSOE. Ahora tiene el Senado para demostrar  que sí que es capaz de proteger a la infancia sin todos aquellos desmanes y abusos. Habrá que verlo.

Hay muchos católicos en el PP y seguro que de gran calidad personal, el problema es que se olvidan de su deber y más aun del potencial del proyecto social cristiano; esto es, de la doctrina social de la Iglesia, a la hora de hacer política; se olvidan o desconocen, que de todo debe haber.

Que nadie entienda esta reflexión como un elogio a Vox. Nada más lejos de nuestro objetivo. De la misma manera que afirmamos que las exclusiones de este partido, en nombre de una determinada “democracia”, son interés táctico, y responde a una mentalidad jacobina, madre de todos lo totalitarismo, absolutamente inaceptable, afirmamos que este partido, que contiene en su programa  propuestas de gran interés, tiene otras que se oponen a cuestiones fundamentales de la doctrina social cristiana: su menosprecio por el sistema autonómico que  es una manifestación positiva del principio de subsidiariedad, la conversión del inmigrante en enemigo, que choca con la advertencia que nos hace Jesús en Mateo 25, 31-46, y el estilo  descalcificador y agresivo que ahuyenta todo espíritu de concordia. Podría ser otra cosa mucho mas positiva e inclusiva si su espíritu asumiera más y mejor los principios universales del cristianismo. Aquello de que no hagas a los demás lo que no quieras para ti mismo. En cualquier caso, y esto es una evidencia, Vox ha surgido por la debilidad del PP, y recoge un voto, que sin ser partidario de lo que propone, considera que es una forma de marcar a los populares y limitar su deriva causada por su debilidad cultural.

Pero salta a la vista que todo esto es extraño, da lugar a un escenario político deforme que no se da en ningún otro lugar de la Europa continental, ni tan siquiera en los muy secularizados países nórdico o en la República Checa.

¿Hasta cuándo vamos ha aceptar toda esta deformación?