Cáritas | Cooperación • 20 Febrero 2019

 

Mediación cultural en Grecia

 

Junto a Cáritas Grecia atendemos a las personas migrantes alojadas en campos y defendemos sus derechos, especialmente el acceso a la salud.

 

 

 


 

 

Una visión rápida del proyecto

  • Quién lo hace: Cáritas Grecia.
  • En qué consiste: Trabajamos para cubrir las necesidades básicas de los refugiados, mejorar las infraestructuras, y sobre todo, proteger sus derechos. Defendemos especialmente el acceso a la salud, vulnerado en muchas ocasiones por razones de barrera lingüística y cultural.
  • Presupuesto: 447.874 €.

 

Cáritas Hellas (Cáritas en Grecia) ha sido un actor clave en la llamada “crisis de los refugiados” desde 2015. Actualmente una de sus principales prioridades sigue siendo garantizar a las personas migrantes y refugiadas la atención sanitaria adecuada. Este trabajo, que realizan apoyando al personal sanitario con mediadores culturales e intérpretes, ha tenido un gran éxito. Cada vez hay más hospitales y centros de salud que solicitan esta ayuda, y los que ya la tienen, demandan que sea un servicio más prolongado en horas y días.

 

 

CONTEXTO LOCAL

Desde la entrada en vigor del acuerdo UE-Turquía en marzo 2016, unas 58.000 personas migrantes se encuentran en Grecia, según los últimos datos oficiales.

En el año 2018, ante el bloqueo de llegadas por mar, se abre una nueva ruta y más de 8.000 personas entran en el país a través de la frontera terrestre Turquía-Grecia de Evros.

El aumento de llegadas a la península ha afectado a los campos de Tesalónica y Atenas, que ya estaban sobresaturados. De hecho, en algunas ocasiones se ha acogido a a los migrantes en espacios comunes (escuelas) o en tiendas de campaña que no cumplen los requisitos mínimos de habitabilidad.

Las autoridades locales y policiales de Evros se han visto desbordadas, y en algunos casos ha habido personas sin registrar en los campos. Esta situación afecta al trabajo de las organizaciones, que han tenido que adaptar la forma de dar servicios. La evidente falta de infraestructuras adecuadas y la sobresaturación aumentan la tensión social.

A esto hay que añadir el traslado de personas de las islas a la península, que pese a ser muy pequeño en número no se hace de forma muy coordinada, ni se readaptan las infraestructuras o el espacio. Cáritas ha demandado en varias ocasiones que las personas se trasladen con un historial médico actualizado, pero esta iniciativa aún no es real.

El Estado planea aumentar las plazas de acogida en la península de 9.500 actuales a 20.000. El gobierno ya cuenta con las ayudas apropiadas para ejecutar las obras en campos y en centros urbanos, y que se prolongarán al menos hasta fin de año de 2018.

La situación en las islas continúa siendo de sobresaturación en campos y en centros de identificación, especialmente en Chios, Lesvos y Samos. Estos campos sufren cortes de agua y de luz, lo que ha llevado a un empeoramiento de las condiciones de higiene y salubridad, y un aumento de problemas de salud. El Estado se plantea aliviar la situación transfiriendo personas de las islas a la península cuando se hayan terminado las obras.

 

 

Resultados

Cáritas Hellas va a continuar con el servicio de mediación cultural y traducción en 6 hospitales de Atenas, 1 de Tesalónica y 1 de Chios. El servicio se presta en urgencias, consultas pediátricas y ginecológicas, y en consultas psiquiátricas. En este periodo se va a promover la idea de difundir esta buena práctica a todos los ámbitos del hospital.

Dada la sobresaturación del servicio público de salud, Cáritas Hellas ha llegado a acuerdos con hospitales privados para poder atender a personas derivadas de los centros de Lesvos y Chios.

 

5.500 migrantes y refugiados ven garantizado el acceso al sistema público de salud.

 

Cáritas Hellas sigue teniendo en cuenta la necesidad de reparto de enseres domésticos, a la luz de la previsión de nuevas llegadas y la cantidad de personas aún no registradas en los campos. Por ello también se hace necesario realizar obras y adecuar equipamientos para mejorar la calidad de vida y dignificar la estancia.

 

3.000 refugiados reciben apoyo material en los campos y 4.000 personas contarán con infraestructuras mejoradas.

 

 

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