IGLESIA | Nicaragua

 

Nuevas protestas clandestinas de los nicaragüenses contra el Gobierno

 

Los ciudadanos han tenido que dejar de protestar pacíficamente en las calles ante la brutal represión policial y paramilitar. La Policía oficializó el pasado 28 de octubre la criminalización de la protesta social, al calificar de ilegales las marchas y amenazar con procesar a quienes las convoquen

 

 

05 noviembre 2018, 13:33 | Patricia Ynestroza - Ciudad del Vaticano


 

 

Las diversas organizaciones sociales que pertenecen al denominado Movimiento Azul y Blanco, ante la arbitraria imposición gubernamental de prohibir las marchas cívicas, han encontrado nuevas formas de protestas sin exponerse demasiado a recibir un balazo o ser secuestrados por las fuerzas policiales y paramilitares al servicio del régimen.

Desde el 19 de abril, las protestas sociales han sido reprimidas con fuerza letal y abusos de todo tipo por parte de Policías, paramilitares y fanáticos y empleados públicos organizados por el régimen para aplacar las expresiones de reclamo social. Parte de estos abusos, es el de la detención por sexta vez del maratonista Alex Vanegas, el 2 de noviembre, quien se encontraba en el cementerio “Milagro de Dios”, estaba colocando una ofrenda con dos globos en las tumbas de los jóvenes asesinados.

 

Nuevas formas de protestas

Desde que surgió la idea de lanzar globos azul y blancos con nombres de las víctimas de la represión otras formas de protesta han surgido. Ahora son de manera clandestina y rápidas. En la más reciente protesta, los ciudadanos autoconvocados se manifestaron este sábado en los centros comerciales de mayor presencia de la población, llegaron hasta el área de comida justo cuando cientos de presentes almorzaban, y se manifestaron a favor de la libertad de los presos políticos, que se detengan las detenciones arbitrarias y las torturas, y cualquier otro trato inhumano contra los privados de libertad. Luego cantaron el Himno Nacional y se fueron.

Ana Quirós, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco, dijo que, aunque el régimen quiere someter el terror a través de la represión policial, seguirán movilizándose en distintos métodos de lucha. “Vamos a ocupar todos los espacios del país para protestar pacíficamente.

Este año el día de los fieles difuntos se conmemoró con un nuevo sentido en Nicaragua, ciudadanos decidieron desde tempranas horas colocar símbolos de protesta que además honren la memoria de los más de 500 muertos que han contabilizado organismos de defensa de derechos humanos. En varios cementerios, se pudo apreciar cruces azul y blanco y los manifestantes llenaron las calles de papelillos y globos de los mismos colores, y hasta tumbas remozadas con esas tonalidades patrias, lo cual provocó el desplazamiento inédito de patrullas policiales en medio de las tumbas, llevándose preso a quien decoraba la tumba de sus seres queridos. Sobre esta acción policial, el cardenal dijo que cada quien es libre de pintar su tumba de los colores que quiera. Es una libertad de expresión.

A esta protesta los autoconvocados realizaron diversas iniciativas en el día de los fieles difuntos, como ir todos vestidos de negro, o recordar en todas las misas los nombres de los asesinados. Repartir volantes con las fotos de las víctimas de esta crisis, o decidir que a partir de las cinco de la tarde regresan a sus hogares y no salir más ni siquiera para hacer alguna compra. Son iniciativas autoconvocadas en redes sociales, que demuestran el sentir de muchos, honrando a los fallecidos asesinados. Todos ellos héroes de la lucha ciudadana.

 

Se protesta para no olvidar a los presos políticos

En Managua, desde finales de octubre, en varios barrios orientales amanecieron monumentos, postes y paredes pintados con los colores azul y blanco de la bandera, tonos que han sido prohibidos de hecho por el gobierno, y que solo permite, y promueve el rojinegro de la bandera oficialista. También, los nicaragüenses han quemado llantas en las vías públicas por la noche, han pegado calcomanías en vehículos, han realizado pintas en las paredes, algunos manifestantes han escrito los nombres de los presos políticos en color azul sobre cintas de papel blanco y la dejan en las paradas de buses.

Otra forma de protesta que hizo la población es la de hacerlo dentro de una iglesia, durante la misa celebrada.  Al respecto el cardenal dijo, que el templo católico, es de todos, sin distinción política, de consecuencia, es mejor no hacer protestas en el mismo. El arzobispo de Managua, se sumó al llamado del administrador de la Catedral Metropolitana de Managua, Mons. Luis Herrera a no realizar protestas sociales en los templos católicos del país. Brenes expresó que las iglesias no son lugares para hacer política. “Nuestros templos no son lugares políticos ni para hacer política”, reiteró.

La reacción se da luego que durante dos fines de semana consecutivos feligreses se expresaran en Catedral y después de misa contra el régimen. Ante la pregunta al cardenal Brenes sobre dónde deben protestar los ciudadanos si el régimen ha cerrado todos los espacios para manifestarse, este respondió que “los espacios deben buscarse”. “Yo creo que cada uno deberá buscar esos espacios, pero respetar también porque hay que respetar cada cosa en su cada cosa”, dijo. Mons. Herrera dijo que “no existen misas de protestas. La iglesia es para orar y escuchar la palabra de Dios”, exhortó este domingo a los fieles católicos, luego de terminar la homilía al mediodía.

 

La Iglesia en oración por la paz y el diálogo

La lglesia ha llamado a una jornada de oración. Desde la Vicaría Pastoral el cardenal ha querido cada semana se haga y se medite una oración, una intención. Ayer el purpurado tomó la frase del Salmo responsorial: “Señor yo te amo, tu eres mi fortaleza”. Así en esta semana, los feligreses, se preguntan cuánto aman al Señor. Y cuánto Él es su fortaleza.

Al preguntarle sobre los ataques que recibió Mons. Silvio Baez, el cardenal de Nicaragua, afirmó que los miembros del Episcopado no son "moneditas de oro, para caerle bien a todo el mundo, unos nos ven bien, otros nos ven mal", respondió el purpurado. “Nosotros estamos sirviendo al Señor, es necesario respetarnos en nuestras ideas, ni los cinco dedos de la mano son iguales, tenemos que aprender a respetarnos", e insistió en que la solución a la crisis está en un diálogo nacional, al que Ortega se ha negado a volver.