Colaboraciones

 

¿Por qué nos odiamos tanto los españoles?

 

 

5 noviembre, 2018 | por José Ramón Talero


 

 

Eminentes pensamientos fluyen e iluminan nuestra mente…..perdonemos, no sintamos el agravio, ni el odio. “El perdón es una decisión, no un sentimiento” “perdonando tendremos paz y la tendrá el que nos ofendió”.

Algunos políticos exacerban los ánimos con la venganza, reviviendo una guerra finalizada hace ya ochenta años. Estoy harto de escribir, de comunicar siempre a mis amigos de todas las ideologías y creencias, que debemos mirar hacia adelante y solucionar tantos y tantos problemas que tenemos a diario.

Este periodo convulso que vivimos en nuestra España actual, me recuerda al siglo XVII. Los españoles de esta época vivieron una etapa de decadencia, posiblemente la más calamitosa de Occidente. Si algo determinó a la sociedad española en ese siglo, fue la importancia cada vez mayor que adquirió la posición social, los privilegiados, que se permitían vivir sin trabajar y con muchas prebendas; todo esto en detrimento de la creación de nuevas posibilidades para el resto de la ciudadanía.

¿Y ahora que  nos está ocurriendo?

Estamos ahítos de pagar y pagar impuestos los trabajadores, lo mismo que ocurría en España por aquellas fechas, la funesta política gubernamental, absolutamente nula, fue incapaz de reconducir la economía interior y reducir gastos. No podemos permitir de ninguna de las maneras que en la España actual llevemos los mismos derroteros, hay que acabar con la manipulación, el engaño, la traición, el latrocinio por doquier y sobre todo con los vagos y sinvergüenzas que están saqueando nuestras arcas y  acabando con el futuro de nuestros hijos.

España es una tierra incomparable, en su historia, en su cultura, en sus hazañas, en su solidaridad, en su capacidad de trabajo, en sus descubrimientos de todo tipo etc... No consintamos el despilfarro, fomentemos el emprendimiento de los empresarios jóvenes e invirtamos más en investigación y educación, aquí está la clave de nuestro éxito.

Por último pediría a todos nuestros representantes políticos sean del color que sean, que  acaben de una vez y por todas, con ese odio impregnado en nosotros que nos ahoga y nos distancian cada vez más. Por favor no antepongan intereses partidarios al interés general, seguro que a todos nos iría mucho mejor.