Diócesis de Santander

 

PROYECTO HOMBRE-NUEVAS ADICCIONES EN MENORES

 

PRESENTACIÓN DEL #ProyectoTEEN

 

Atención a menores y jóvenes con conductas desadaptativas y/o de riesgo y a sus familias.

 

 

Santander, 26 de junio de 2018


 

 

Presentamos este programa para atender a menores y jóvenes con conductas desadaptativas y o de riesgo y a sus familias. No es un programa de tratamiento sino de prevención.

Este nuevo proyecto es el fruto del compromiso de Proyecto Hombre Cantabria y Fundación CESCAN con la sociedad Cántabra en materia de tratamiento y Prevención de adicciones.

Nos hemos preparado para poder presentar y concebir este programa de una manera profesional y con calidad tal y como venimos trabajando desde hace 25 años. Contamos con la experiencia y colaboración en la implantación de este programa de otros Proyecto Hombre que ya llevan años de andadura y la Asociación a la cual pertenecemos.

Vivimos un momento de una banalización del consumo, en el que aparece la permisividad social de ciertos consumos en adultos y , lo que es peor , en menores, que parece que hemos interiorizado el consumo de alcohol como normal,  la fácil accesibilidad a las drogas ilegales, el tráfico de drogas, o la venta legal del alcohol y tabaco, y donde el móvil es el instrumento que inicia a un niño a la vida adulta.

Es un instrumento maravilloso de comunicación e información, que nos ha cambiado la vida con las aplicaciones, pero ha precipitado con su acceso a los menores, tan pronto, que, con 10 años, cuando muchos ya tienen móvil, tengan conductas propias de niños y niñas de la ESO.

Hasta hace poco, la entrada a la vida adulta se definía por cuestiones como salir solo, tomar decisiones o contribuir en mayor o menor medida a las cargas familiares. Esto ha cambiado. Ahora construyen su identidad con el consumo digital autónomo que les permite navegar en las redes sociales.

 

Ante esta situación nace este programa.

Es un programa de  Prevención Indicada para trabajar ante consumos incipientes especialmente de cannabis y alcohol, además de otras sustancias, otro tipo de adicciones o una diversidad de conductas desadaptativas.

El objetivo del programa es reducir los factores de riesgo (falta de autocontrol, carencia de habilidades sociales, comportamientos disruptivos  etc.) con los que cuenta el público preadolescente, adolescente y joven, para así, poder reforzar los de protección y mejorar en competencias personales y relacionales que faciliten el desarrollo de actitudes saludables.

La metodología para abordarlo sería la atención directa con los y las menores o jóvenes con sus familias, o por otro lado, atendiendo indirectamente a los y las jóvenes trabajando únicamente con sus familiares. Se proponen sesiones individuales en el que caso de los y las jóvenes, e introducir escuela de familias y sesiones familiares individuales en el caso de las familias.

 

JUSTIFICACIÓN Y NECESIDAD

En el trabajo directo desde Proyecto Hombre Cantabria, hemos visto incrementada una demanda de atención a personas cada vez más jóvenes con inicios de consumo, pero que necesitan un abordaje más específico. Así creemos que las necesidades con los usuarios más jóvenes (entre 13 y 23 años) requieren que las intervenciones estén dirigidas hacia la prevención y la atención directa a sus familiares.

La familia es el primer contexto de socialización y la institución que tiene más influencia en la formación y en el desarrollo de los niños y los jóvenes. Además, la familia puede ejercer cierto nivel de control sobre otros agentes socializadores que aparecen más tarde.

La familia es capaz de influir positivamente en el desarrollo sano y equilibrado de sus miembros, por lo que apoyar la labor educativa de los progenitores supone una necesidad social para impedir así que el entorno familiar se convierta en una fuente de riesgo y de dificultades en el proceso evolutivo de los hijos.

Este programa agrupa los diferentes programas que tenemos dirigidos a los adolescentes y a sus familias dentro del ámbito de prevención. Porque nosotros ya hacemos prevención en el ámbito escolar y familiar. Prevenir es evitar un problema o informar sobre los riesgos de consumir drogas. Pero la prevención no se traduce solo en información, la prevención implica una actuación más profunda, implica generar actitudes y decisiones personales.

Sabemos que la alerta salta por un consumo, pero luego aparecen situaciones como por ejemplo la falta de comunicación o incluso la de violencia filio parental. Y en nuestro proyecto les ofrecemos ayuda para reordenar o adquirir pautas de relación familiar que mejoren el sistema y contribuyan a prevenir la aparición de problemas. Una violencia provocada por consumo de drogas, pero también por la falta de límites en la conducta, que deben ser solucionados con terapia.

 

CONDUCTAS DESADAPTATIVAS O DE RIESGO.

La diferencia está en que haya una adicción o no. Muchas veces hay personas que en cuanto saben que alguien consume, incluso que consume con frecuencia, ya dan por hecho que es una persona adicta y no es así.

Diferenciamos cuando hay un abuso, que puede ser el caso de muchos jóvenes que nos lleguen, a cuando ya hay una adicción. Se crean diferencias y, por tanto, la forma de intervenir también es diferente. Si esto no afecta a diferentes ámbitos de su vida, no se puede considerar adicción, sino una conducta inadecuada o desadaptativa.

Solemos poner el foco en las drogas ilegales y olvidar que las más consumidas son otras como el alcohol y el tabaco.

El alcohol es la única droga que los adultos toman de forma habitual, pero sólo con que logremos que los jóvenes empiecen a beber más tarde tendremos menos problemas.

A mayor edad se dispone de un mayor autocontrol, por lo que, además de restringir su accesibilidad y sus horarios de venta, sería importante subir los impuestos.

Las familias deben dedicar más tiempo a sus hijos y hablar de este tema en casa. Compartir el espacio que nos dejen -a pesar de que se reduzca cuando llegan a la adolescencia-, comer y cenar juntos y comentar las noticias relacionadas con estos fenómenos.

Conocer a los amigos de nuestros hijos invitándolos a casa también nos ayudará a ver si hay problemas para poder identificarlos. No debemos ser autoritarios, pero tampoco demasiado laxos con las normas. Dejarles salir con horarios desfasados o con mucho dinero podría agravar el problema.

Otro de los grandes problemas son las apuestas deportivas, con las que estamos cometiendo los mismos errores que con el tabaco. No hay control sobre su publicidad, el bombardeo es continuo y en el futuro tendremos problemas muy serios porque los jóvenes tampoco necesitan grandes sumas para apostar. Nosotros ya conocemos esto por el tratamiento que hacemos con adultos.

Los porros perjudican seriamente la salud mental. La mitad de los jóvenes diagnosticados de psicosis y esquizofrenia -entre un 40% y un 60%, según la estadística médica que se basa en los diferentes estudios existentes- son consumidores habituales de cannabis.

 

ESTUDES

(ESTUDES) arroja datos realmente impactantes en los que podemos destacar los siguientes:

–    La edad media de inicio al consumo de alcohol se retrasa por primera vez a los 14 años, cuando el primer contacto con el alcohol según la primera edición de ESTUDES (1994) era a los 13,5 años por término medio.

–    La edad media de inicio al consumo de tabaco se retarda hasta los 14 años (14,1 años, concretamente), lo que supone un retraso progresivo de un año en el primer contacto con esta sustancia, que en 2006 se situaba en los 13,1 años.

–    En el caso de los hipnosedantes (con o sin receta), la edad de inicio en el consumo ha caído ligeramente hasta los 13,7 años.

–    El consumo de cannabis comienza, por término medio, a los 14,8 años; el de cocaína y anfetaminas a los 15,1 años y el de éxtasis a los 15,2.

–    Las drogas consumidas por un mayor porcentaje de estudiantes: En primer lugar, el alcohol (75,6%) y en segundo lugar el tabaco (34,7%). El cannabis se sitúa en tercer lugar -primera droga ilegal- con una prevalencia (proporción de población que lo consume) del 26,3%, seguido de los hipnosedantes (con y sin receta), que alcanzan el 11,6%.

–    El resto de drogas: Las nuevas sustancias psicoactivas alcanzan el 3,1%; la cocaína se queda en un 2,5%; el éxtasis en un 1,6%; las anfetaminas en un 1,2%.

–    El consumo de todas las drogas ilegales está más extendido entre los hombres que entre las mujeres, si bien con las drogas de lícito comercio -alcohol, tabaco o hipnosedantes- sucede lo contrario.

–    En cuanto a la percepción del riesgo, el alcohol es la sustancia que se percibe como menos peligrosa. Persiste la consideración del tabaco como más peligroso que el cannabis.

–    Se observa que disminuye la percepción de riesgo de los hipnosedantes respecto a la anterior edición de ESTUDES. Esta clase de riesgo es más percibido por mujeres que por hombres para todas las sustancias.

–    El uso compulsivo de internet ha crecido hasta el 21% entre los estudiantes de 14 a 18 años. Esto supone un 4,6% más que en la anterior edición de ESTUDES. Se advierte una mayor prevalencia entre las chicas (23,8%) que entre los chicos (18,3%). A los 16 años es cuando se presentan las cifras más altas en el uso compulsivo de internet (22,3%).

–    En lo que respecta a las apuestas, el 6,4% de los estudiantes de 14 a 18 años ha jugado dinero en internet alguna vez en el último año (9,8% en 2014), con una diferencia significativa en función del género: 10,2% entre los chicos y 2,5% entre las chicas. El 13,6% de los entrevistados ha jugado dinero fuera de internet en los 12 meses anteriores a la encuesta.

Así, tal y como nos sugiere la tendencia actual de consumo de drogas, hay una “nueva” realidad con consumidores adolescentes social y personalmente estructurados, y que incluyen el consumo como parte consustancial a su manera de entender el ocio y el fin de semana.

Las principales drogas usadas por los adolescentes/jóvenes son el alcohol, cannabis y tabaco, en este orden. El consumo de cannabis y tabaco suele ser diario, no siendo así el de alcohol que se produce en espacios de ocio y tiempo libre de fin de semana.

 

ADICCIONES COMPORTAMENTALES

Tal y como se ha publicado en estos días, la “adicción a los videojuegos” será considerada una enfermedad, según ha confirmado la propia Organización Mundial de la Salud en un comunicado. Se incluirá como tal en el CIE-11, la nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades que se va a publicar este mes y, a falta de su paso por la asamblea general, entrará en vigor el 1 de enero de 2022.

Hace unos meses, la Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 se adelantaba a la decisión de la OMS y recogía entre los campos de actuación las “adicciones sin sustancia o comportamentales, haciendo especial énfasis en los juegos de apuesta (presencial y online), así como los videojuegos y otras adicciones a través de las nuevas tecnologías”.

Desde el sector de los videojuegos manifestaron su “sorpresa” ante una decisión para la que “no hay evidencias ni consenso entre la comunidad científica”.

Este desconocimiento de las aplicaciones y de Internet en general, impide potenciar una educación en el buen uso de las redes sociales. No se supervisa, se educa desde el miedo y no desde un uso saludable, lo que hace que, si aparece el riesgo, los jóvenes no sepan identificar las personas de referencia para ayudarles.

Cuando estemos frente a una persona con una adicción a Internet, generalmente las habilidades sociales y emocionales pueden estar afectadas, y la necesidad de ser aceptado, de no saber poner límites a su exposición, a Internet, la necesidad de sentir y buscar afecto a través de las TRICs y no en otros contextos, hace a la persona más vulnerable a la exposición a tales riesgos.

Por ello nace nuestro programa ·#Proyecto TEEN para abordar todas las conductas de riesgo de los jóvenes ayudando a encauzar estas situaciones que cada vez son más comunes en las familias y prevenir adicciones y futuros problemas en nuestros jóvenes.

 

NUESTRO LOGO

Tres colores y tres figuras que hacen referencia a la entidad, la familia y el joven que abrazando y protegiendo.

No hay que esperar.   No hay que estigmatizar a joven ni siquiera hacerle culpable: ni a él ni a las familias. La Fundación CESCAN quiere adelantarse a que esto vaya a mayores con el #Proyecto TEEN y queremos también poner en valor a nuestros jóvenes resaltando todos sus factores de protección frente a las adicciones.  Estamos a disposición de atender de una manera con calidad y calidez, como nos caracteriza y animamos a llamar al teléfono:

942236106/ 682469195

Pedimos apoyo a las Administraciones para subvencionarlo y apoyarlo económicamente.