Papa Francisco | Padre Pio de Pietrelcina

 

El Papa Francisco visitó la Casa Alivio del Sufrimiento en San Juan Rotondo

 

Un momento de la visita marcado por la alegría, la esperanza, la reflexión. Así lo confirmó el Director del Hospital "Casa Alivio del Sufrimiento" a nuestra enviada especial a Pietrelcina y san Juan Rotondo

 

 

17 marzo 2018, 10:46 | Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano


 

 

Tras el encuentro con los fieles en la Explanada adyacente al Aula litúrgica de Piana Romana en Pietrelcina, el Romano Pontífice alrededor de las nueve y media de la mañana abordó el helicóptero que lo llevó a San Juan Rotondo. Allí fue recibido por el Obispo de Manfredonia Vieste, San Juan Rotondo, Monseñor Michele Castro y por el intendente local.

La visita al Hospital querido por el Padre Pío e inaugurado en 1956, "Casa Alivio del Sufrimiento", estuvo marcada por la alegría y la reflexión, como lo confirmó el Director Domenico Crupi a nuestra enviada Debora Doninni, durante la espera por la visita del Papa:

"Nos preparamos buscando recuperar el sentido interior de esta visita, reflexionando sobre nuestros comportamientos, sobre la salud,la enfermedad... Es un momento de alegría y de reflexión", expresó.

Tras saludar y bendecir a los enfermos que lo esperaban asomados a las ventanas, el Papa Francisco se dirigió al reparto de Oncología y hematología pediátrica, para repartir caricias y bendiciones a los pequeños pacientes, y conversar con algunos de los familiares.

Este reparto pediátrico además de asistir a los pacientes se ocupa de la asistencia global al niño y a su familia, con asistencia religiosa garantizada por la presencia de los Religiosos Capellanes del Hospital que ayudan a los niños y a sus padres en el difícil camino hacia la perspectiva de la curación.

Sucesivamente, el Santo Padre se dirigió al Santuario Santa María de las Gracias, en donde fue recibido por el P. Maurizio Placentino, Ministro Provincial de los Capuchinos, el P. Carlo Laborde, Guardián, el P. Francesco Dileo, Rector y la Comunidad religiosa de los Capuchinos, en donde veneró el cuerpo de San Pío de Pietrelcina y se detuvo ante el crucifijo de los estigmas en oración. También encontró a los sacerdotes enfermos y visitó la habitación del Santo.