Pinceladas reflexivas

 

La nada, la RAE y el saco inconcebible

 

Precisiones ilustradas

 

 

09/03/2018 | por Francesc Martinez Porcell


 

 

¡Antes que (o de) nada! Mejor dicho: abans que (o de) res! según mi diccionario de la lengua catalana. Para que Vds. me entiendan: Antes que (o de) cualquier otra cosa. O sea en primer lugar. Me he conectado al diccionario electrónico de la RAE para saber que dice acerca del vocablo nada. Dice esto: (cliquen en el vínculo) No dice de la expresión antes que (o de) nada.

El concepto nada tiene una expresión matemática que se identifica con el guarismo 0. Cero sin coma. Pues cero coma algún dígito distinto, aunque vaya precedido de algún 0 después de la coma, equivale a afirmar algo en términos de magnitud aunque sea ínfima.

Tanto da expresar 0 como 0,00000 al infinito. En cambio, expresar por ejemplo 0,0000001 es expresar algo en términos de magnitud. ¿Qué trato de decirles? Que en general, empezando por la RAE, se declina hasta su ignorancia supina, la sabiduría que se inició mucho antes de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, incluso fuera del ámbito del pueblo judío elegido.

La sabiduría prosiguió a lo largo y ancho de los siglos. Nada es un término conceptual que indica ausencia de entidad incluso más allá de parámetros matemáticos. No es conceptuable en positivo, ni siquiera concebible, la nada de algo. La nada no es factible. Matemáticamente el guarismo cero ni suma, ni resta, ni multiplica ni divide absolutamente algo. El cero patatero, la nada, no es predicable. Podemos todos comer o beber poco, pero siempre de algo concreto existente comestible o bebible. Podemos abrir el frigorífico y contemplar que está vacío creyendo que había algo. Lo que nadie puede hacer es afirmar, una vez abierto, que dispone de cero tomates, cero filetes, cero verduras y cero lo que sea. Sí podemos y debemos colegir que el frigorífico está vacío. En este sentido decimos coloquialmente no hay nada, cuando deberíamos decir no hay algo.

Podemos dar rienda suelta a la imaginación. Y a veces lo hacemos. Lo he manifestado en algún escrito mío. Me refiero al ejemplo del saco que contiene algo o puede contenerlo. Podemos todos predicar un saco lleno de algo en mayor o menor magnitud en este algo. Podemos predicar un saco vacío. Lo que nadie puede hacer es afirmar, ni siquiera imaginar, un saco completamente agujereado. Carece de entidad ontológica y por consiguiente no es predicable, salvo que el sujeto predicador esté como un choto. No es predicable pues no es. No son predicables los sacos 100% agujereados. Pues ni han existido, ni existen ni existirán. Carecen de entidad lógica tanto matemática, como física como metafísica. De ahí que la nada no es. No admite cuantificación matemática para todos los públicos y credos. La nada es la negación del haber por inexistencia de un haber concreto. Por muy ínfima que sea una cuantificación, el cero de algo no existe ni en el más onírico de los sueños. No existe porque no es ni puede ser. Diferenciar el ser y la existencia es fundamental. Lo que existe existe porque primero es. La existencia deriva de la esencia. ¡Siempre!

Señoras y señores: esto es una verdad metafísica ineludible para todo ser mortal en todos los tiempos pretéritos, presentes y futuros. En el lenguaje coloquial, también en el culto y en el espiritual, se emplea la expresión nada. El nada te turbe, nada te espante de Santa Teresa de Jesús significa que ninguna cosa o entidad cuantificable, real o posible imaginaria, en la propia vida te turbe y te espante. La bruja con su escoba voladora no existe, pero existen las actuales brujas y las modernas escobas. De ahí que en los cuentos infantiles se pueda imaginar una bruja fea con su escoba cutre voladora. Pero lo absurdo al infinito no es cuantificable, no es predicable y no es imaginable. Me dirán que esto que afirmo es de Perogrullo. La verdad es que no se profundiza en el ser y en la existencia de los entes. Se orilla el conocimiento metafísico, sin pasar del estadio discursivo matemático y lógico y del estadio discursivo físico y científico.

Éste es el gran problema de nuestro mundo incluido nuestro propio entorno: la orillación sistemática de la Metafísica como actitud fundamental del pensamiento humano, sin subordinar a dicho estadio el estadio de la Física y antes el de la Matemática.

Les ilustro el artículo con la fotografía de un saco vacío. Agujereen un saco hasta que no quede material para agujerear. Traten de fotografiar o dibujar el 0% restante. ¡No se les ocurra afirmar ni en sueños que el 0% restante es o era un saco! Todo 0 carece de entidad. Sin embargo el Acto Creador de Dios fue a partir de la NADA en todo lo que surgió después por obra y gracia de Él con sus posteriores desarrollos matemáticos, físicos y entitativos.