Tribunas

Nuevo paradigma o nueva Iglesia

 

 

José Francisco Serrano Oceja

 

Desde hace tiempo prolifera la afirmación de que el pontificado del Papa Francisco representa un “nuevo paradigma” para la Iglesia.  O que el Papa Francisco ha introducido, con determinados textos o praxis, un “nuevo paradigma”, un “cambio de paradigma”.

La utilización del concepto paradigma tiene, en la mayoría de los casos, un sentido polisémico. Cuando se habla de nuevo paradigma, incluso hay quienes quieren decir “nueva Iglesia”, en la medida en que una Iglesia pueda ser nueva, que no es lo mismo que renovada.

Nuevo paradigma en moral, nuevos paradigmas en lenguaje, nuevo paradigma en propuesta, nuevos paradigmas en prioridades, nuevo paradigma en narrativas, nuevo paradigma en sensibilidades, perfiles y demás familia.

Leemos, por ejemplo, que el cardenal Parolin, secretario de Estado del Vaticano, habla de “cambio de paradigma” por la “Amoris laetitia” y que el cardenal Blase Cupich ha convocado una serie de conferencias sobre la “Amoris laetitia”, las “New Momentum Conferences”, dado que la Exhortación ha introducido una serie de "principios hermenéuticos... que fuerzan un cambio de paradigma".

De ahí que la cuestión del paradigma, y el uso de este concepto, deba ser debatida, de forma prioritaria, en ámbitos intelectuales y académicos.

En este sentido, George Weigel, biógrafo del Papa Juan Pablo II, ha escrito un interesante artículo, también objeto de debate, sobre el uso de este concepto de “cambio de paradigma”, término utilizado por primera vez por Thomas Kuhn en su libro de 1962, “La Estructura de las Revoluciones Científicas”.

Según Weigel en la revista “First Things”, “un “cambio de paradigma” señala una ruptura dramática, repentina e inesperada en la comprensión humana y, por lo tanto, algo así como un nuevo comienzo”. La pregunta es, por tanto, ¿hay cambios de paradigma en la Iglesia?

Para G. Weigel no existen “cambios de paradigma” en la Iglesia según el sentido propuesto por el concepto utilizado por Thomas Kuhn. Lo que existe es el desarrollo doctrinal, la evolución del dogma incluso. El beato John Henry Newman escribió –y de este tema no poco- que “una doctrina será un desarrollo verdadero y no una corrupción, en proporción a cómo parezca ser el resultado lógico de su enseñanza original”.

Dejemos pues la cuestión abierta para el estudio y el debate.

 

José Francisco Serrano Oceja