Servicio diario - 13 de diciembre de 2017


 

Audiencia general, 13 diciembre 2017 — Texto completo
Rosa Die Alcolea

25 años de la Fundación `Populorum Progressio': "Manifestación del amor de Dios"
Rosa Die Alcolea

Medios de comunicación del Vaticano: la unificación en marcha
Anne Kurian

Audiencia general: "Dejarnos encontrar por Él y alimentarnos del pan de vida"
Rosa Die Alcolea

Palabras del Papa a los visitantes de Siria, Líbano y Oriente Medio
Rosa Die Alcolea

Jóvenes: "Contemplad la grandeza del amor de Jesús que nace y muere por nosotros"
Rosa Die Alcolea

México: El pueblo regala al Papa el papamóvil de su viaje al país
Anne Kurian

Whatsapp: Greg Burke desmiente que el Papa Francisco utilice este medio
Redacción

Brasil: Mons. Celso António Marchiori, Obispo de Sáo José dos Pinhais
Redacción

Mons. Felipe Arizmendi: "Si no fuera por la Virgen de Guadalupe..."
Felipe Arizmendi Esquivel

San Juan de la Cruz, 14 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

13/12/2017-16:17
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 13 diciembre 2017 — Texto completo

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- "Los cristianos vamos a Misa los domingos para encontrarnos con el Señor resucitado, o mejor para dejar que Él nos encuentre, para escuchar su palabra, alimentarnos en su mesa y así convertirnos en Iglesia, es decir, en su Cuerpo místico viviente hoy en el mundo".

El Papa Francisco ha continuado hoy, 13 de diciembre de 2017, en la audiencia general, celebrada en el Aula Pablo VI, el ciclo de catequesis sobre la santa Misa, y ha abordado el tema: "¿Por qué ir a misa los domingos?".

Para entender por qué los cristianos van a Misa los domingos "no es suficiente responder que es un precepto de la Iglesia" — advierte el Papa— "esto ayuda a defender su valor, pero no es suficiente por sí solo": Los cristianos necesitamos participar en la misa dominical porque "solo con la gracia de Jesús, con su presencia viva en nosotros y entre nosotros, podemos poner en práctica sus mandamientos y ser así sus testigos creíbles", ha observado Francisco.

Francisco ha añadido que hay comunidades cristianas que, desgraciadamente, no pueden disfrutar de la misa todos los domingos; sin embargo, "también ellas, en este día sagrado, están llamadas a recogerse en oración en el nombre del Señor, escuchando la Palabra de Dios y manteniendo vivo el deseo de la Eucaristía".

Tras resumir su catequesis en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes, dirigiendo unas palabras a los visitantes de lengua árabe, española, francesa, alemana, italiana y polaca. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

RD

A continuación, sigue el texto de la catequesis pronunciada por el Papa Francisco en la audiencia general.

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Reanudando el camino de la catequesis sobre la misa, hoy nos preguntamos: ¿Por qué ir a misa los domingos?

La celebración dominical de la Eucaristía tiene un papel principalísimo en la vida de la Iglesia (véase Catecismo de la Iglesia Católica, n.° 2177). Los cristianos vamos a misa los domingos para encontrarnos con el Señor resucitado, o mejor para dejar que Él nos encuentre, para escuchar su palabra, alimentarnos en su mesa y así convertirnos en Iglesia, es decir, en su Cuerpo místico viviente hoy en el mundo.

Lo entendieron desde el primer momento los discípulos de Jesús, que celebraban el encuentro eucarístico con el Señor el día de la semana que los judíos llamaban "el primero de la semana" y los romanos el "día del sol", porque ese día Jesús resucitó de entre los muertos y se apareció a sus discípulos, hablando con ellos, comiendo con ellos, dándoles el Espíritu Santo (cf. Mt 28,1; Mc 16,9.14; Lc 24,1.13; Jn 20,1.19). También la gran efusión del Espíritu en Pentecostés ocurrió un domingo, el quincuagésimo día después de la resurrección de Jesús. Por estas razones, el domingo es un día sagrado para nosotros, santificado por la celebración eucarística, la presencia viva del Señor entre nosotros y por nosotros. Por lo tanto ¡es la Misa lo que hace cristiano el domingo ! ¿Qué domingo es, para un cristiano, ese en el que falta el encuentro con el Señor?

Hay comunidades cristianas que, desgraciadamente, no pueden disfrutar de la misa todos los domingos; sin embargo, también ellas, en este día sagrado, están llamadas a recogerse en oración en el nombre del Señor, escuchando la Palabra de Dios y manteniendo vivo el deseo de la Eucaristía.

Algunas sociedades secularizadas han perdido el significado cristiano del domingo iluminado por la Eucaristía. ¡Es una pena! En estos contextos, es necesario reavivar esta conciencia, para recuperar el sentido de la fiesta, el sentido de la alegría, de la comunidad parroquial, de la solidaridad, del reposo que descansa el alma y el cuerpo ( Catecismo cfr de la Iglesia Católica, nn. 2177-2188). De todos estos valores es maestra la Eucaristía, domingo tras domingo. Por eso el Concilio Vaticano II reiteró que "es la fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo". (Const. Sacrosanctum Concilium, 106).

La liberación dominical del trabajo no existía en los primeros siglos: es una aportación específica del cristianismo. Según la tradición bíblica, los judíos descansan el sábado, mientras que en la sociedad romana no estaba previsto un día semanal de liberación del trabajo servil. Fue el sentido cristiano de vivir como hijos y no como esclavos, animados por la Eucaristía, lo que hizo del domingo, casi universalmente, el día de descanso.

Sin Cristo estamos condenados a ser dominados por la fatiga de la vida cotidiana, con sus preocupaciones, y del miedo al mañana. El encuentro dominical con el Señor nos da la fuerza de vivir el presente con confianza y coraje y de avanzar con esperanza. Por eso, los cristianos vamos a encontrar al Señor el domingo, en la celebración eucarística.

La comunión eucarística con Jesús, resucitado y viviente en eterno, anticipa el domingo sin ocaso, cuando ya no habrá más fatiga, ni dolor, ni dolor ni lágrimas, sino solo la alegría de vivir plenamente y para siempre con el Señor.

También de este bendito reposo nos habla la misa dominical, enseñándonos, mientras fluye la semana, a confiarnos a las manos del Padre que está en el cielo.

¿Qué podemos responder a los que dicen que no hay necesidad de ir a misa, ni siquiera los domingos, porque lo importante es vivir bien, amar al prójimo? Es cierto que la calidad de la vida cristiana se mide por la capacidad de amar, como dijo Jesús: "Por esto sabrán todos que sois mis discípulos: si os amáis los unos a los otros" (Jn 13, 35). Pero ¿cómo podemos practicar el Evangelio sin sacar la energía necesaria para hacerlo, un domingo tras otro, de la fuente inagotable de la Eucaristía? No vamos a Misa para darle algo a Dios, sino para recibir de Él lo que realmente necesitamos. Lo recuerda la oración de la Iglesia, que así se dirige a Dios: "Pues aunque no necesitas nuestra alabanza, ni nuestras bendiciones te enriquecen, tú inspiras y haces tuya nuestra acción de gracias, para que nos sirva de salvación" (Misal Romano, Prefacio común IV).

En conclusión, ¿por qué ir a misa los domingos? No es suficiente responder que es un precepto de la Iglesia; esto ayuda a defender su valor, pero no es suficiente por sí solo. Los cristianos necesitamos participar en la misa dominical porque solo con la gracia de Jesús, con su presencia viva en nosotros y entre nosotros, podemos poner en práctica sus mandamientos y ser así sus testigos creíbles.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

13/12/2017-17:57
Rosa Die Alcolea

25 años de la Fundación `Populorum Progressio': "Manifestación del amor de Dios"

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- Las iniciativas que este organismo lleva a cabo quieren ser "una manifestación del amor de Dios y de la presencia maternal de la Iglesia en medio de todos los hombres, particularmente de los más pobres entre los pobres" (cf. Lc7,22), añade el Papa argentino.

El Papa Francisco ha felicitado los 50 años de la creación de la Fundación Populorum Progressio al Cardenal Peter K. A. Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y Presidente de la Fundación, y a todos los miembros del Consejo de Administración de dicha institución, a sus colaboradores y a todos los que se reúnen para celebrar este evento en Roma.

La Fundación nació para ser "un signo de la cercanía del Papa y de la Iglesia con todos, especialmente con las comunidades que quedan marginadas y a las que considera descartables, privadas de derechos humanos básicos y de la participación en la mesa del bien común", como sucede lamentablemente con los pueblos autóctonos, mestizos y afroamericanos en América Latina, ha explicado el Papa: "La Iglesia está llamada a ser cercana y tocar en el prójimo la carne de Cristo, que es también la medida del juicio de Cristo" (cf. Mt 25).

La Fundación, a pesar de los medios limitados de que dispone, "encarna en sus proyectos la opción preferencial por los más pobres", resaltando su "dignidad" (cf. Carta enc. Laudato si', 158), a través del testimonio de la caridad de Cristo que se hace ayuda, mano tendida al hermano y a la hermana para que se levanten, vuelvan a esperar y a vivir una vida digna, ha anotado el Papa.

"Sólo de este modo podrán volver a ser protagonistas de su propio desarrollo humano integral, recobrando su dignidad de seres humanos amados y deseados por Dios, para poder también contribuir al progreso económico y social de su país con toda la riqueza que albergan en sus corazones y en su cultura", afirma Francisco.

Y este desarrollo humano será obra de todos —apunta el Papa— porque será fruto de un "esfuerzo común" que, a través de los medios proporcionados con tanta generosidad por las comunidades eclesiales, convierte el descarte en un auténtico recurso, no sólo para un país sino también para beneficio de toda la humanidad.

 

4.400 proyectos

Desde su creación, la Fundación ha apoyado alrededor de 4.400 proyectos, gracias a la generosidad de tantos católicos y hombres de buena voluntad que han dado generosamente lo que tenían para que otros pudieran mejorar sus condiciones de vida, describe el Papa Francisco en su mensaje.

Es importante mencionar cómo las Iglesias particulares de América Latina participan en la realización de los proyectos y en el Consejo de Administración, formado por seis Ordinarios de la región, y que lleva a cabo el estudio de las iniciativas presentadas por los Obispos y los responsables pastorales.

Sin embargo —continúa el Santo Padre— "la situación de Latinoamérica requiere un compromiso más firme" a fin de mejorar las condiciones de vida de todos, sin excluir a nadie, luchando asimismo contra las injusticias y la corrupción, para conseguir obtener el mejor resultado de los esfuerzos desplegados.

 

"Dios dinero"

Efectivamente —indica Francisco— a pesar de las potencialidades de los países latinoamericanos —habitados por gentes solidarias con los demás y que cuentan con una gran riqueza desde el punto de vista de la historia y de la cultura, así como de recursos naturales—, la crisis económica y social actual, empeorada por el flagelo de la deuda externa que paraliza el desarrollo, ha afectado a la población y ha incrementado la pobreza, el desempleo y la desigualdad social, al mismo tiempo que ha contribuido a la explotación y el abuso de nuestra casa común, a un nivel que nunca antes hubiéramos imaginado.

"Cuando un sistema económico pone en el centro sólo el dios dinero se desencadenan políticas de exclusión y ya no hay lugar para el hombre ni para la mujer. El ser humano, entonces, crea esa cultura del descarte que conlleva sufrimiento, privando a tantos del derecho a vivir y a ser felices" (cf. Carta enc. Laudato si', 44), declara el Pontífice.

 

Sínodo de los Obispos para la región panamazónica

La Fundación, que financia muchos proyectos en favor de los pueblos nativos, podrá encontrar en la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región panamazónica, que tendrá lugar en Roma en el mes de octubre de 2019, una fuente de inspiración para el futuro y la evangelización del Continente, ha detallado Su Santidad el Papa Francisco.

"Para que la colaboración entre todos contribuya a crear un mundo cada vez más justo y más humano, que vea el rostro de Cristo en cada hermano y hermana de las poblaciones más marginadas de Latinoamérica, siguiendo el ejemplo que nos dejó santa Teresa de Calcuta", ha exhortado Francisco.

El Papa alienta a los miembros de la Fundación "en su labor en favor del desarrollo humano integral y del bien común en nuestro continente americano" y encomienda las celebraciones de este aniversario "a la materna intercesión de la Virgen de Guadalupe, venerada en todo el Continente, y que el Señor bendiga a los miembros de la Fundación y a sus bienhechores", ha señalado.

 

 

13/12/2017-18:49
Anne Kurian

Medios de comunicación del Vaticano: la unificación en marcha

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- Ante al Consejo de Cardenales del Vaticano (C9), el Obispo Dario Edoardo Viganó, Prefecto de la Secretaría de Comunicaciones (SPC), presentó la última etapa de la reforma mediática del Vaticano: una nueva organización que implementa una "simplificación" y una unificación entre todos los medios.

Para "cumplir con las exigencias de la misión de la Iglesia frente a los desafíos del entorno digital contemporáneo", dijo un comunicado emitido el 13 de diciembre de 2017, el SPC establecerá "un nuevo modelo para los medios del Vaticano".

El corazón del nuevo "ecosistema unificado" será un "Centro Editorial Multimedia": "una estructura unificada para la producción diaria de todo tipo de contenido (audio, texto, video, gráficos) en modo multilingüe y multicanal".

El centro finalmente reunirá a unos 350 empleados entre editores y técnicos de las 40 oficinas editoriales de idiomas y las 9 instituciones que conforman la Secretaría de Comunicación.

Comenzará con 70 personas divididas en 6 divisiones lingüísticas: italiano, inglés, francés, alemán, español y portugués, y en 4 temas: Papa; Vaticano; Iglesia; Mundo. El grupo de la tipografía del Vaticano, incluido L'Osservatore Romano y el Servicio fotográfico, formará parte del SPC a partir del 1 de enero de 2018.

La Secretaría pronto lanzará un nuevo sitio web (www.vaticannews.va), el primero en su versión beta, que reemplazará a los sitios web existentes. La plataforma única 'Vatican News' tiene como objetivo "simplificar la imagen" y "superar la dispersión de marcas".

En las redes sociales, los editores de idiomas tendrán un perfil común a todos los idiomas. La marca "Vatican Media" reunirá toda la producción multimedia.

Como parte de la reforma, podemos leer en la nota, hay un programa de capacitación del personal "para valorar la experiencia interna", en línea con las palabras del Papa: La reforma no está "blanqueando" un poco las cosas: la reforma está dando otra forma a las cosas, organizándolas de otra manera.

 

 

13/12/2017-10:20
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: "Dejarnos encontrar por Él y alimentarnos del pan de vida"

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- "Muchos se preguntan cuál es el motivo de celebrar la Eucaristía los domingos": El Papa Francisco ha reflexionado sobre la necesidad de ir a misa los domingos en la catequesis que ha ofrecido esta mañana, 13 de diciembre de 2017, en la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI.

"Se podría responder que desde el inicio los discípulos han celebrado este día porque en él resucitó el Señor y recibimos el don del Espíritu Santo". Como ellos —ha aclarado el Santo Padre— también nosotros vamos a Misa el domingo "para encontrar al Señor resucitado, o mejor dicho para dejarnos encontrar por Él, escuchar su Palabra y alimentarnos del pan de vida, en comunión con toda la Iglesia".

El Pontífice argentino ha anunciado que la celebración de la Eucaristía dominical "da sentido a toda la semana" y nos recuerda también, con el descanso de nuestras ocupaciones, que "no somos esclavos sino hijos de un Padre que nos invita constantemente a poner la esperanza en Él".

El Papa ha señalado que por desgracia, para muchos la Misa del domingo ha perdido sentido, "piensan que basta ser buenos y amar" y ha aclarado que "Esto es necesario, pero no es posible sin la ayuda del Señor, sin obtener de Él la fuerza para conseguirlo": En la Eucaristía recibimos del Señor lo que más necesitamos, Él mismo se nos da como alimento y nos anima a seguir caminando.

Asimismo, Francisco ha indicado que la Misa es también prefiguración del banquete eterno al que somos llamados; "el domingo sin ocaso donde no habrá llanto, ni luto, sino el gozo y la alegría de estar siempre juntos con Jesús".

Finalmente, el Santo Padre Francisco ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica y les ha exhortado a pedir al Señor "por todas aquellas comunidades que no pueden celebrar la Misa cada domingo por falta de sacerdotes, o por otras circunstancias, para que el Señor resucitado se haga presente en ellas, por medio de la oración y la escucha de la Palabra, manteniendo siempre vivo el deseo de la Eucaristía".

 

 

13/12/2017-11:17
Rosa Die Alcolea

Palabras del Papa a los visitantes de Siria, Líbano y Oriente Medio

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- "Recordemos que, como cada planta necesita el sol y la nutrición para vivir, cada cristiano necesita la Eucaristía dominical para vivir realmente", ha dicho el Papa Francisco.

El Santo Padre ha saludado, como cada miércoles, en la Audiencia general, a los visitantes de lengua árabe, especialmente, hoy ha dirigido sus palabras a los procedentes de Siria, Líbano y Oriente Medio.

San Jerónimo sostuvo que el domingo es "el día del Señor, el día de la resurrección, el día de los cristianos, nuestro día", ha recordado el Pontífice a los visitantes de lengua árabe.

"El día del sol ... [en el cual] apareció el sol de justicia, cuyos rayos nos traen la salvación "(CCL, 78, 550, 52), ha añadido el Papa argentino.

Francisco ha bendecido a los peregrinos de lengua árabe: "¡El Señor os bendiga a todos y os proteja del maligno!".

 

 

13/12/2017-11:49
Rosa Die Alcolea

Jóvenes: "Contemplad la grandeza del amor de Jesús que nace y muere por nosotros"

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- Hoy, en memoria de Santa Lucía, virgen y mártir, el Papa Francisco ha dirigido un pensamiento a los jóvenes, enfermos y recién casados en la Audiencia general de esta mañana, 13 de diciembre de 2017.

"Queridos jóvenes, contemplad la grandeza del amor de Jesús que nace y muere por nosotros", ha exhortado el Santo Padre.

Asimismo, ha dicho a los "queridos enfermos" que acepten "con coraje" su sufrimiento "por la conversión de los pecadores".

A los nuevos esposos, el Papa les ha animado a que den "más espacio a rezar sobre todo en este tiempo de Adviento, para que vuestra vida se convierta en un camino de perfección cristiana".

 

 

13/12/2017-18:19
Anne Kurian

México: El pueblo regala al Papa el papamóvil de su viaje al país

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- El "pueblo mexicano" ha regalado hoy, 13 de diciembre de 2017, al Papa Francisco el papamóvil 'Dodge', vehículo cubierto que utilizó durante su viaje al país del 12 al 18 de febrero de 2016.

Un gesto con motivo del 25° aniversario de las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, informó el Vaticano al publicar fotos del evento que tuvo lugar al margen de la audiencia general el miércoles por la mañana.

Igualmente, México celebra una "Navidad mexicana" por décimo año en el Vaticano, con bailarines con trajes tradicionales en los Museos del pequeño estado.

 

 

13/12/2017-12:06
Redacción

Whatsapp: Greg Burke desmiente que el Papa Francisco utilice este medio

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- "Es falso que el Santo Padre utilice la mensajería WhatsApp. No manda mensajes ni bendiciones a través de este medio".

Así lo ha anunciado públicamente Greg Burke, Director de la Oficina de Prensa del Vaticano, a través de su cuenta de Twitter, hoy, 13 de diciembre de 2017.

 

 

13/12/2017-16:48
Redacción

Brasil: Mons. Celso António Marchiori, Obispo de Sáo José dos Pinhais

(ZENIT — 13 Dic. 2017).- El Santo Padre Francisco ha nombrado obispo de la Diócesis de Sáo José dos Pinhais (Brasil) a Mons. Celso António Marchiori, transfiriéndolo de la Diócesis de Apucarana.

La Oficina de Prensa del Vaticano lo ha comunicado en una nota, publicada hoy, 13 de diciembre de 2017.

 

Mons. Celso António Marchiori

Mons. Celso António Marchiori nació el 14 de agosto de 1958 en Campo Largo, en la Archidiócesis de Curitiba, Estado de Paraná. Completó sus estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Curitiba (1981-1983) y los de Teología en el Studium Theologicum Claretianum de Curitiba (1984-1987). Luego asistió a la Escuela de Formadores en Sáo Paulo (1991-1994).

Recibió la ordenación sacerdotal el 6 de marzo de 1988 y fue incardinado en la Archidiócesis de Curitiba, donde ocupó los siguientes cargos: Director Espiritual (1988) y luego Rector del Seminario Menor "Sáo José" (desde 1989 hasta 2005); Administrador Parroquial y luego Vicario Parroquial del Santuario de "Santa Terezinha do Menino Jesus"; Director Espiritual del Seminario Filosófico "Bom Pastor" (1996-2005); Rector del Seminario Teológico "Santíssimo Sacramento" (2006-2009); Párroco de la parroquia del " Santíssimo Sacramento" (2006-2009).

Además, ha sido Vicario Episcopal; Miembro del Consejo Presbiteral, del Colegio de Consultores y del Consejo Pastoral Archidiocesano; Asistente Eclesiástico del "Movimento das Capelinhas"y de los "Equipes de Nossa Senhora"; asesor archidiocesano de diversos grupos pastorales.

Fue nombrado obispo de Apucarana el 8 de julio de 2009 y recibió la ordenación episcopal el 28 de agosto del mismo año.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

13/12/2017-16:31
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: "Si no fuera por la Virgen de Guadalupe..."

SI NO FUERA POR LA VIRGEN DE GUADALUPE...

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Administrador Apostólico de SCLC

VER

En México, con cerca de 120 millones de habitantes, el 83.9% se declara católico, según el censo oficial del año 2010. Hubo un descenso de católicos, pues en el año 2000, éramos el 88.22%. Disminuimos 4.32%.

En Chiapas, con 5 millones actuales, la pertenencia a la religión católica ha ido descendiendo en forma progresiva. De 1970 a 1980, dejaron el catolicismo el 14.3% de la población. De 1980 a 1990, el 9.3%. De 1990 al 2000, el 3.44%. Del 2000 al 2010, volvió a subir al 5.86%. Hoy, nuestro Estado registra el más bajo porcentaje de católicos; somos sólo el 58.30%. Los grupos evangélicos o protestantes, de muy diversas denominaciones y con muchas fracturas internas, aumentaron sólo en un 4.76%; son el 27.35%. No todos los que dejaron de ser católicos se pasaron al protestantismo. Lo más preocupante es el alto número de personas que se declaran "sin religión"; son el 12.10% de la población. También tenemos pequeños grupos de musulmanes, judíos y algún budista, más agnósticos e indiferentes, y hasta anarquistas de profesión.

Esto se debe a múltiples factores, que no es el momento de analizar. Pero sería mucho menos el porcentaje de católicos, si no fuera por lo que significa para la mayoría el hecho guadalupano. La Virgen de Guadalupe significa tanto, por su amor, su cercanía, su inculturación, sus detalles tan tiernos y maternales, que aunque muchos se alejan de la estructura eclesial, no pierden su devoción hacia ella. Esto les mantiene en el
catolicismo.

En estos días de sus fiestas, no son cientos ni miles, sino millones que visitan sus santuarios y le expresan de mil formas su amor. Llama la atención la serenata que le brindan importantes artistas en su Basílica. En el sur del país, las llamadas "antorchas" son un fenómeno creciente y elocuente. Miles de jóvenes, también algunos niños y adultos, recorren largas distancias, en relevos, con una llama encendida y con muchos símbolos guadalupanos. De Chiapas, algunos van no sólo a la Ciudad de México, para desde allí venirse en peregrinación, sino que van hasta el Cerro del Cubilete, a Juquila, Oaxaca, a Mérida, Yucatán, y a diversos lugares. Algunos lo hacen descalzos, por devoción. También lo hacen en bicicletas, en motos y en otros transportes. Algunos peregrinan toda la noche, o en la madrugada, a pesar del frío. Me llaman la atención las antorchas chamulas. Vi a varias mujeres, con su ropa tradicional, corriendo gozosas hasta llegar a su paraje. En algunas comunidades, alquilaron trailers, porque son muchos los antorchistas, y les sirven para guardar su equipaje y dormir. Son estas expresiones guadalupanas las que han ido abriendo el camino de la evangelización, pues por todas partes hay ermitas dedicadas a la Virgen, cuando antes no se podían edificar capillas fuera de la cabecera municipal. Ella abre los corazones, y a partir de esta devoción, llegan la Palabra de Dios y los sacramentos. Critican esto los que todo lo observan desde la comodidad de su casa, pero no son capaces del más pequeño sacrificio para expresar públicamente su fe.

 

PENSAR

El Papa Francisco, el 12 de diciembre de 2016, dijo en la celebración que realizó en la Basílica de San Pedro: "Celebrar a María es, en primer lugar, hacer memoria de la madre, hacer memoria de que no somos ni seremos nunca un pueblo huérfano.

¡Tenemos Madre! Y donde está la madre, hay siempre presencia y sabor a hogar. Donde está la madre, los hermanos se podrán pelear, pero siempre triunfará el sentido de unidad. Donde está la madre, no faltará la lucha a favor de la fraternidad.

Celebrar la memoria de María es afirmar contra todo pronóstico que en el corazón y en la vida de nuestros pueblos late un fuerte sentido de esperanza, no obstante las condiciones de vida que parecen ofuscar toda esperanza. Al igual que Juan Diego, sabemos que aquí está nuestra madre, sabemos que estamos bajo su sombra y su resguardo, que es la fuente de nuestra alegría, que estamos en el cruce de sus brazos".

 

ACTUAR

A partir de esta piedad guadalupana, anunciemos el misterio de Jesucristo, en que encuentran su raíz y culmen la vida y la acción de María. Y que este gran río humano de peregrinos desemboque en la construcción del México justo y fraterno que Jesús y su Madre desean. Y a quienes menosprecian estas manifestaciones populares, sólo les recomiendo que se acerquen a las personas y conozcan el fondo de su corazón.

 

 

13/12/2017-08:00
Isabel Orellana Vilches

San Juan de la Cruz, 14 de diciembre

«Figura señera de la Orden carmelita. Gran asceta, místico y poeta, insigne doctor de la Iglesia. Admirado por creyentes y no creyentes. Juan Pablo II lo eligió para realizar su tesis doctoral y lo declaró patrono de los poetas».

La admirable existencia de Juan de Yepes —este excepcional carmelita, aclamado en el mundo entero, considerado con toda propiedad «el más grande de los poetas de lengua castellana»— es una heroica gesta de amor a Dios desde el principio hasta el fin de la misma. La ascética tiene en él a uno de los preclaros ejemplos de lo que significa la entrega genuina; es una de las figuras más representativas de la mística que han pasado por esta sección de ZENIT. Creyó a pies juntillas que todo aquel que ofrece su vida por Cristo la salva, y no se arredró haciendo de su acontecer un admirable compendio de renuncias y sacrificios amén de sufrir el desdén de algunos de los suyos. Dios le alumbró siempre, y en particular, en el momento más álgido de su oscuridad.

Sus padres, Gonzalo de Yepes y Catalina Álvarez, tejedores de profesión y residentes en Fontiveros, Ávila, España, recibieron con gozo a este segundo de los tres hijos que conformarían la familia, cuando nació en 1542. Su padre y su hermano sucumbieron a causa del hambre. Una gran y trágica escuela para el santo. Al enviudar Catalina, quedaron en una situación económica de gran precariedad, y para tratar de contrarrestarla, primeramente se estableció con sus hijos en Arévalo, Ávila, y después en Medina del Campo, Valladolid. Gracias a la caridad ajena, Juan pudo formarse en el colegio de los Niños de la Doctrina, a cambio de prestar su ayuda en la misa, entierros, oficios, y pedir limosna. En 1551 la generosidad de otras caritativas personas le permitió continuar estudios en el colegio de los jesuitas. Tenía que hacer un hueco para trabajar en el hospital de las Bubas, donde se atendían a los afectados por enfermedades venéreas, hasta que decidió convertirse en carmelita. De haber continuado con los jesuitas posiblemente hubiera tenido otras opciones más ventajosas para él y para su familia, pero tomó otra vía, la que estaba destinada para él.

A sus 21 años había sido un alumno ejemplar y tenía la base idónea para ingresar en la universidad salmantina. Era profeso cuando comenzó sus estudios en ella en 1564. Allí contó con excepcionales profesores de la talla de Francisco de Vitoria, fray Luís de León y Melchor Cano, entre otros, y tres años más tarde se convirtió en un consumado bachiller en Artes. El año 1564 fue significativo en su vida. Aparte de haber sido prefecto de estudiantes, fue ordenado sacerdote y conoció a santa Teresa de Jesús. Hacía años que practicaba severas mortificaciones corporales iniciadas siendo alumno de los jesuitas, y al ingresar en la Orden carmelita pidió permiso para continuar realizándolas. Hombre de intensa oración, amaba tanto la soledad que, en un momento dado, no descartó ser cartujo. Ya llevaba grabado en su espíritu la preciada convicción que nos ha legado: «A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición».

La santa de Ávila, que había oído hablar de su virtud, lo reclamó para que le ayudase en la reforma carmelitana que pensaba llevar a cabo. Él, que había tomado el nombre de Juan de Matías, lo reemplazó entonces por Juan de la Cruz. Muy impresionada al conocerlo, Teresa no tuvo duda de que estaba ante un santo. Él la acompañó y fueron parejos en la heroica entrega y ardor apostólico. Juan dejó el reguero de su amor a Dios en Castilla y Andalucía, así como un futuro espléndido en Salamanca, que hubiera acogido con gusto su sabiduría. Fundó en Valladolid, Duruelo, Mancera y Pastrana, ostentando oficios de subprior y maestro de novicios. Fue rector en Alcalá de Henares, vicario y confesor de las carmelitas del monasterio abulense de la Encarnación, a petición de santa Teresa, entre otras misiones relevantes.

Sus propios hermanos se levantaron contra el celo apostólico del santo, resistiéndose a una reforma que solo pretendía conquistar una mayor fidelidad al carisma. En un entramado de secretas ambiciones y resentimientos, fue apresado y recluido en un minúsculo e inhóspito lugar durante nueve meses, manteniéndole en inenarrables y pésimas condiciones. Sufrió de forma indecible física y espiritualmente. La soledad y la oscuridad en su espíritu, combatida con férrea confianza en la divina Providencia, fueron el germen del incomparable Cántico Espiritual. Ebrio de amor divino trataba de condensar en su prodigioso verbo la pasión que le consumía: «¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste, habiéndome herido; salí tras ti clamando, y eras ido»... Previendo una muerte inminente, recibió el consuelo del cielo y, con él, la libertad, que obtuvo evadiéndose de noche, a escondidas, de sus guardianes: sus hermanos.

Reforzado en su experiencia mística y determinación a dar a conocer al único Dios Amor, se trasladó a Beas de Segura, Jaén, donde siguió ayudando a las carmelitas. Allí entabló fraterna amistad con la religiosa Ana de Jesús. Luego fundó un colegio en Baeza, y prosiguió su incansable recorrido por Granada y Córdoba, donde estableció otro convento en 1586. Todo se le quedaba corto para entregárselo a Cristo. La sed de sufrimiento para asemejarse a Él ardía dentro de sí: «Padecer, Señor, y ser menospreciado por Vos». Vio realizado este anhelo.

Tras nuevo convulso capítulo en su Orden, mientras se hallaba destinado en Segovia lo despojaron de sus misiones y lo exiliaron a México. No llegó a marcharse. Viajó a La Peñuela camino de Andalucía. Enfermó y lo trasladaron a Úbeda, donde fue tratado con impávida frialdad por su prior, siendo mal atendido desde el punto de vista médico. De modo que este gran místico, poeta genial de Dios, murió a los 49 años la madrugada del 14 de diciembre de 1591. Clemente X lo beatificó el 25 de enero de 1675. Benedicto XIII lo canonizó el 27 de diciembre de 1726. Pío XI lo declaró doctor de la Iglesia en 1926, y Juan Pablo II patrono de los poetas en 1993. Sigue retumbando el eco de su amor, junto al Cántico, en el resto de sus obras: la Noche oscura, Llama de amor viva y Subida del Monte Carmelo, entre otras.