Servicio diario - 10 de diciembre de 2017


 

Ángelus: Hablar con dulzura, para preparar la venida de Cristo dulce y humilde de corazón
Anita Bourdin

Albania: Mensaje del Papa después de las violentas inundaciones
Anita Bourdin

India: El Papa expresa su cercanía después del paso del ciclón Okhi
Anita Bourdin

Jerusalén: La Santa Sede pide una "solución negociada entre israelíes y palestinos" (traducción completa)
Anita Bourdin

Santa Maravillas de Jesús, 11 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

10/12/2017-16:19
Anita Bourdin

Ángelus: Hablar con dulzura, para preparar la venida de Cristo dulce y humilde de corazón

(ZENIT — 10 dic. 2017).- "El Salvador que estamos esperando es capaz de transformar nuestras vidas, con la fuerza del Espíritu Santo, por la fuerza del amor", dice el Papa Francisco, que invita a la dulzura y a la humildad, en la preparación para la Navidad.

El Papa ha comentado las lecturas de la misa del día, antes del Ángelus del mediodía, en la Plaza San Pedro, este domingo 10 de diciembre de 2017, segundo domingo de Adviento.

"El Espíritu Santo difunde el amor de Dios en los corazones, fuente inagotable de purificación, de vida nueva y de libertad", añadió el Papa.

"Ha invitado a quitar los obstáculos" a la venida de Cristo: a la falta de oración, orando más intensamente, a la falta de caridad, estando más atentos a las necesidades —materiales y espirituales — de los más necesitados, a la falta de humildad, ejerciendo la dulzura, especialmente en la manera de hablar, para "preparar la venida del Salvador que es dulce y humilde de corazón".

Esta es la traducción de las palabras pronunciadas, en italiano, antes de la oración del Ángelus.

 

Alocución del Papa Francisco antes del Ángelus

¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

El domingo pasado, comenzamos el Adviento con la invitación de vigilar. Hoy segundo domingo de este tiempo de preparación para la Navidad, la liturgia nos indica contenidos específicos, es un tiempo para reconocer los caminos que colmen nuestras vidas, suavizar las asperezas del orgullo y hacer espacio a Jesús que viene. El profeta Isaías se dirige al pueblo anunciando el fin del exilio en Babilonia y el retorno a Jerusalén. Profetiza: "Una voz grita: 'en el desierto, preparad el camino al Señor'[...]. Que todo valle sea elevado"(40,3). Los valles elevados representan todos los vacíos de nuestro comportamiento delante de Dios, todos nuestros pecados de omisión.

Un vacío de nuestra vida puede ser el hecho de que no oremos o de que oremos poco. Entonces el adviento es el momento favorable para orar más intensamente, para reservar a la vida espiritual el lugar importante que le corresponde.

Otro vacío podría ser la falta de caridad hacía el prójimo, sobre todo hacia las personas que más necesidad tienen de ayuda, no solamente material, sino también espiritual. Estamos llamados a estar más atentos a las necesidades de los otros, de los más cercanos.

Como Juan Bautista, de esta manera podemos abrir caminos de esperanza en el desierto de los corazones áridos de tantas personas.

"Que todo monte y cerro sea rebajado" (v.4), exhorta Isaías. Las montañas y las colinas que deben de estar rebajadas son el orgullo, la soberbia, la dominación, allá donde hay orgullo, dominación y soberbia, el Señor no puede entrar porque este corazón está lleno de orgullo, de dominación, de soberbia, debemos abajar este orgullo.

Debemos asumir actitudes de dulzura y de humildad, sin grandezas: escuchar hablar con dulzura, y así preparar la venida del Salvador que es dulce y humilde de corazón (Mt. 11-29).

Y después se nos pide eliminar todos los obstáculos que ponemos en nuestra unión con el Señor "Vuélvase lo escabroso llano y las cimas en amplios valles!, entonces se revelará la Gloria del Señor, dice Isaías, y todos los hombres juntos la verán. (Is 40, 4¬5). Pero estas acciones deben estar hechas con alegría, porque se enfocan a la preparación de llegada de Jesús. Cuando nosotros esperamos en casa la visita de una persona querida, nosotros preparamos todo con mucho cuidado y felicidad. De la misma manera queremos prepararnos para la venida del Señor: esperarlo cada día con solicitud, para ser llenos de su gracia cuando venga.

El Salvador que estamos esperando es capaz de transformar nuestra vida por la fuerza del Espíritu Santo, por la fuerza del amor. El Espíritu Santo difunde el amor de Dios en los corazones, una fuente inagotable de purificación, vida nueva y libertad.

La Virgen María ha vivido esta realidad en plenitud dejándose "guiar" en el Espíritu Santo que la ha inundado de su poder. Que ella, que ha preparado la venida de Cristo por la totalidad de su existencia, nos ayude a seguir su ejemplo y que guie nuestros pasos al encuentro del Señor que viene.

Angelus Domini nuntiavit Mariae...

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

10/12/2017-16:48
Anita Bourdin

Albania: Mensaje del Papa después de las violentas inundaciones

(ZENIT — 10 dic. 2017).- "Me gustaría expresar mi cercanía (....) al pueblo de Albania fuertemente afectado por las graves inundaciones", ha dicho el Papa Francisco después del Ángelus del domingo 10 de diciembre de 2017, en la Plaza San Pedro.

El centro del país, se ha visto afectado por fuertes lluvias el 30 de noviembre, sobre todo en Marikaj y Laknas, y en las afueras de la capital Tirana y también en Durrés y Barlaj, donde el rio Kir se desbordó de su cauce.

Más de 70.000 personas permanecieron sin electricidad y el país ha hecho una llamada a la solidaridad internacional para afrontar la crisis.

El Papa ha evocado esta catástrofe animando a la cumbre de París "One Planet Summit" a "consolidar una estrategia compartida para poder combatir el preocupante fenómeno del cambio climático".

© Traducción de Zenit, Raquel Anillo

 

 

10/12/2017-17:21
Anita Bourdin

India: El Papa expresa su cercanía después del paso del ciclón Okhi

(ZENIT — 10 dic. 2017).- "Me gustaría expresar mi cercanía a las poblaciones indias afectadas por el ciclón Okhi, especialmente a las familias de los muchos pescadores desaparecidos", ha dicho el Papa Francisco después del Ángelus del domingo, 10 de diciembre de 2017, en la Plaza San Pedro.

Según un informe provisional del Ministerio del Interior de la India, el ciclón ha dejado al menos 239 muertos y 167 desaparecidos en los estados indios de Tamil Nadu y de Kerala (sur). Los rescates en el mar han podido salvar a 556 pescadores, dice la misma fuente, y otros 809 pescadores lograron llegar a la costa del estado de Maharashtra (oeste).

El Papa ha evocado esta catástrofe alentando a la Cumbre de París "One Planet Summit" a "consolidar una estrategia compartida para combatir el fenónemo preocupante del cambio climático.

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

10/12/2017-18:39
Anita Bourdin

Jerusalén: La Santa Sede pide una "solución negociada entre israelíes y palestinos" (traducción completa)

(ZENIT — 10 dic. 2017).- "La única solución negociada entre Israelitas y Palestino puede conducir a una paz estable y duradera y garantizar la coexistencia pacífica de dos Estados", declara la Santa Sede en una declaración publicada en italiano este domingo 10 de diciembre de 2017.

La declaración concierne al estatuto de Israel y al proceso de paz en Tierra Santa, entre israelíes y palestinos, mientras que la decisión anunciada por el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el 5 de diciembre, de desplazar la embajada de los Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, sin especificar "Jerusalén Oeste", ha desencadenado violencia en la Región donde la mayor parte de los católicos son palestinos. Ha puesto una ley votada en 1995 y una promesa de campaña electoral. La decisión es a los ojos de muchos una declaración de Jerusalén como capital exclusiva de Jerusalén.

El 6 de diciembre, la República Checa ha reconocido "Jerusalén oeste" como capital de Israel, invocando la línea de demarcación de las fronteras de 1967, y expresando su esperanza de una constitución de dos estados, Israel y Palestina, de la cuál Jerusalén sería la capital. La embajada solo se moverá en función del "resultado de las negociaciones" de paz.

El Papa Francisco ha llamado con insistencia a respetar el "statu quo" de Jerusalén, durante la audiencia general del 6 de diciembre de 2017. Deseó "sabiduría y prudencia" para no agregar "nuevos elementos de tensión", después de la decisión del Presidente de los Estados Unidos.

"Mis pensamientos ahora están vueltos hacía Jerusalén, dijo gravemente al término del encuentro en el salón Pablo VI en el Vaticano. En este sentido, no puedo ocultar mi profunda preocupación por la situación que se ha creado estos últimos días y, al mismo tiempo, dirigir mi llamada para que el compromiso de todos sea respetar el statu quo de la ciudad, en conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas".

"Jerusalén es una ciudad única, sagrada para los judíos, los cristianos y los musulmanes, que veneran en ella los Santos Lugares de sus respectivas religiones, y tiene una vocación especial a la paz", ha continuado el Papa que se ha expresado en italiano.

"Ruego al Señor, ha asegurado, para que esta identidad sea preservada y reforzada en beneficio de la Tierra Santa, del Oriente Medio y del mundo entero y que prevalezcan la sabiduría y la prudencia, para evitar añadir nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya agitado y marcado por numerosos conflictos y crueles"

Esta es nuestra traducción rápida, de trabajo, del italiano, de la nueva declaración publicada por la santa Sede.

 

Declaración de la Santa Sede

La Santa sede sigue con una gran atención el desarrollo de la situación en el Oriente Medio, especialmente en referencia a Jerusalén, ciudad santa para los cristianos, judíos y musulmanes del mundo entero.

Expresando su dolor por los enfrentamientos que han cosechado víctimas estos últimos días, el santo Padre renueva su llamada a la sabiduría y a la prudencia de todos, y eleva fervientes oraciones para que los responsables de las Naciones se comprometan en este momento particularmente grave, a conjurar una nueva espiral de la violencia, respondiendo por las palabras y por los hechos, a la aspiración a la paz, a la justicia, y a la seguridad de los pueblos de esta tierra martirizada.

Las preocupaciones para las perspectivas de paz en la región han sido objeto, estos últimos días, de diversas iniciativas, incluidas las reuniones convocadas de urgencia por la Liga Árabe y la Organización para la cooperación islámica. La Santa Sede es sensible a estas preocupaciones y , recordando las palabras sinceras del Papa Francisco, reitera su conocida posición a propósito del carácter singular de la Ciudad Santa, y el respeto del statu quo de conformidad con las deliberaciones de la Comunidad Internacional y de las reiteradas solicitudes de las jerarquías de las Iglesias y de las comunidades cristianas en Tierra Santa.

Al mismo tiempo, él reitera su convicción de que solo una solución negociada entre israelíes y palestinos pueda conducir a una paz estable y duradera y garantizar la coexistencia pacífica de dos Estados en el interior de las fronteras reconocidas de manera internacional.

© Traduction de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

10/12/2017-08:04
Isabel Orellana Vilches

Santa Maravillas de Jesús, 11 de diciembre

«Esta fundadora carmelita, que se abrazó gozosamente a la cruz, tuvo como modelos a otros dos excelsos miembros de la Orden: Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Su afán no fue otro que cumplir la voluntad de Dios a cada instante»

Por su reciedumbre personal, espiritual y apostólica se han apreciado en María de las Maravillas de Jesús Pidal y Chico de Guzmán rasgos que también caracterizaron a la gran santa castellana, su fundadora y maestra, Teresa de Jesús. Embebida en el amor a Dios y al prójimo tuvo siempre claro que siendo fugaz la existencia, lo único que cabe es pensar en la otra: «procurar agradar a Dios nuestro Señor y el juicio suyo; lo que únicamente vale es lo que seamos delante de nuestro Dios».

Nació en Madrid, España, el 4 de noviembre de 1891. Pertenecía a una familia aristocrática muy religiosa. Era la cuarta y última hija de los marqueses de Pidal. Su padre fue sucesivamente ministro de Fomento y embajador de España ante la Santa Sede; había actuado a favor de la Iglesia distinguiéndose por sus iniciativas apostólicas. Y su madre, igualmente comprometida eclesialmente, estaba emparentada con la más alta nobleza, de modo que Maravillas recibió una excelente educación. Pertrechada en la fe y finura espiritual que se respiraba en su hogar, dio ejemplo de caridad tratando de paliar las graves carencias de gente que no tenía medios económicos.

Sus modelos de vida eran dos grandes santos: Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, figuras señeras de la Orden carmelita. Con la determinación a seguir sus pasos, sintiéndose profundamente conmovida por el amor de Jesucristo y alentada por su devoción a María, a los 21 años consagró su castidad en la intimidad. Más tarde, el 12 de octubre de 1919 ingresó en el convento carmelita de El Escorial; profesó en 1921. De su impronta apostólica —que emanó del sagrario, ante el que oraba sin imponerse límite alguno—, surgió la fundación del Carmelo en el Cerro de los Ángeles, lugar emblemático y punto neurálgico del territorio español. Allí se había erigido el monumento en honor del Sagrado Corazón de Jesús, y España fue consagrada a él por el monarca Alfonso XIII el 30 de mayo de ese año.

Para iniciar su obra, la santa contaba con la aprobación del prelado de Madrid-Alcalá. Con objeto de ocuparse de los preparativos, se instaló en Getafe junto a otras religiosas. En 1926 tuvo lugar la apertura del convento, y ella fue elegida priora de la comunidad. Rápidamente fueron bendecidas con numerosas vocaciones en las que entrevió un signo para continuar extendiendo el Carmelo. Pero en 1936 estalló la Guerra Civil, y la comunidad padeció numerosos sobresaltos.

Sin temer a la muerte, en un rasgo de generosidad y valentía que brotaba de su fe, se había ofrecido heroicamente a Pío XI para defender la imagen del Sagrado Corazón en el caso de que se atentase contra ella. El pontífice aceptó su propuesta, pero las monjas fueron detenidas y conducidas a Getafe. Luego, tras un año largo de grandes zozobras soportadas en un piso madrileño, se vieron obligadas a abandonar Madrid. En su recorrido llegaron a Lourdes y de allí al territorio salmantino en 1937. El bellísimo paraje de las Batuecas, entonces apartado e inhóspito, fue su morada hasta que en 1939 regresaron al Cerro de los Ángeles, debiendo restaurar la que había sido su casa antes de la contienda. A lo largo de ese convulso periodo Maravillas había dado testimonio de templanza y fortaleza, infundiendo confianza y alegría en su derredor. Asentadas otra vez en el convento, brotaron abundantemente las vocaciones y con ellas la anhelada expansión apostólica que se hizo notar en varias provincias españolas y en la India con la apertura de nuevas fundaciones, diez en total, emprendidas por esta santa carmelita.

Espiritualmente fue una ejemplar asceta y es considerada una gran mística. Al igual que el elenco de los egregios hombres y mujeres que componen el santoral, la Madre Maravillas vivió heroicamente las virtudes. Se caracterizó por su austeridad. Se abrazo felizmente a la pobreza contribuyendo con su trabajo al sostenimiento de la comunidad. Con los medios económicos que poseía, entre otras acciones propició la creación de casas para personas sin recursos, una iglesia y un colegio, costeó estudios a seminaristas, puso en marcha una fundación destinada a religiosas enfermas, adquiriendo también una vivienda para su alojamiento en el caso que fuera preciso, etc. Muchas de estas iniciativas las impulsó dentro de la clausura del convento salmantino de la Aldehuela, donde murió. A ella se debe la existencia de la «Asociación de Santa Teresa» que aglutina a los conventos que fundó.

Amable, discreta, paciente, confiada, dadora de paz, vivía lejos de sí, entregada a la oración y a la penitencia. Ejercitaba la caridad con todos, preocupándose por la más mínima de sus necesidades. Gran apóstol, solía decir: «Me abraso en deseos de que las almas vayan a Dios». La conciencia de su pequeñez, que le hacía considerarse «una nada pecadora», da cuenta de su afán por la unión plena con Dios: «No quiero la vida más que para imitar lo más posible la de Cristo».

Hasta el fin, como hizo en el proceso de su enfermedad, quiso cumplir la voluntad divina. Siempre había dicho a sus hijas: «Lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera». Falleció mientras manifestaba: «¡Qué felicidad morir carmelita!», el 11 de diciembre de 1974. Fue beatificada por Juan Pablo II el 10 de mayo de 1998, y canonizada por él, el 4 de mayo de 2003.