Servicio diario - 07 de diciembre de 2017


 

`Amoris Laetitia' no autoriza un "acceso sin restricción a los sacramentos"
Anita Bourdin

Navidad: El pesebre y el árbol, signos de la compasión de Dios
Anne Kurian

Inmaculada Concepción: El Papa en la Basílica Sant'Andrea delle Fratte
Marina Droujinina

Federación Luterana Mundial: "Llamada a una fraternidad cada vez más real"
Rosa Die Alcolea

El Papa celebra los 90 años del Cardenal Sodano: Haz memoria y testifica
Anne Kurian

México: Mons. Carlos Cardenal Aguiar es Arzobispo Arquidiócesis Primada
Rosa Die Alcolea

Perú: El Card. Cipriani asegura que el pueblo espera al Papa con alegría
Redacción

El Salvador: Mons. Fabio Reynaldo Colindres, nuevo obispo de San Miguel
Rosa Die Alcolea

Santa Narcisa de Jesús Martillo Morán, 8 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

07/12/2017-14:44
Anita Bourdin

`Amoris Laetitia' no autoriza un "acceso sin restricción a los sacramentos"

(ZENIT — 7 dic. 2017).- La Exhortación postsinodial 'Amoris Laetitia' no autoriza de ninguna manera un "acceso sin restricción a los sacramentos". Es lo que explicaron los Obispos argentinos en el 2016, en una interpretación de su texto validado por el Papa Francisco en una carta. Ambos documentos están publicados en español en el sitio web del Vaticano.

Esta es nuestra traducción de las dos cartas:

 

Carta de los Obispos de la Región de Buenos Aires

Estimados sacerdotes:

Recibimos con alegría la exhortación Amoris laetitia, que nos llama ante todo a hacer crecer el amor de los esposos y a motivar a los jóvenes para que opten por el
matrimonio y la familia. Esos son los grandes temas que nunca deberían descuidarse ni quedar opacados por otras cuestiones. Francisco ha abierto varias puertas en la pastoral familiar y estamos llamados a aprovechar este tiempo de misericordia, para asumir como Iglesia peregrina la riqueza que nos brinda la Exhortación Apostólica en sus distintos capítulos.

Ahora nos detendremos solo en el capítulo VIII, dado que hace referencia a "orientaciones del Obispo" (300) en orden a discernir sobre el posible acceso a los sacramentos de algunos "divorciados en nueva unión". Creemos conveniente, como Obispos de una misma Región pastoral, acordar algunos criterios mínimos. Los ofrecemos sin perjuicio de la autoridad que cada Obispo tiene en su propia Diócesis para precisarlos, completarlos o acotarlos.

1) En primer lugar recordamos que no conviene hablar de "permisos" para acceder a los sacramentos, sino de un proceso de discernimiento acompañado por un pastor. Es un discernimiento "personal y pastoral" (300).

2) En este camino, el pastor debería acentuar el anuncio fundamental, el kerygma, que estimule o renueve el encuentro personal con Jesucristo vivo (cf. 58).

3) El acompañamiento pastoral es un ejercicio de la "via caritatis". Es una invitación a seguir "el camino de Jesús, el de la misericordia y de la integración" (296). Este itinerario reclama la caridad pastoral del sacerdote que acoge al penitente, lo escucha atentamente y le muestra el rostro materno de la Iglesia, a la vez que acepta su recta intención y su buen propósito de colocar la vida entera a la luz del Evangelio y de practicar la caridad (cf. 306).

4) Este camino no acaba necesariamente en los sacramentos, sino que puede orientarse a otras formas de integrarse más en la vida de la Iglesia: una mayor presencia en la comunidad, la participación en grupos de oración o reflexión, el compromiso en diversos servicios eclesiales, etc. (cf. 299).

5) Cuando las circunstancias concretas de una pareja lo hagan factible, especialmente cuando ambos sean cristianos con un camino de fe, se puede proponer el empeño de vivir en continencia. Amoris laetitia no ignora las dificultades de esta opción (cf. nota 329) y deja abierta la posibilidad de acceder al sacramento de la Reconciliación cuando se falle en ese propósito (cf. nota 364, según la enseñanza de san Juan Pablo II al Cardenal W. Baum, del 22/03/1996).

6) En otras circunstancias más complejas, y cuando no se pudo obtener una declaración de nulidad, la opción mencionada puede no ser de hecho factible. No obstante, igualmente es posible un camino de discernimiento. Si se llega a reconocer que, en un caso concreto, hay limitaciones que atenúan la responsabilidad y la culpabilidad (cf. 301¬302), particularmente cuando una persona considere que caería en una ulterior falta dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351). Estos a su vez disponen a la persona a seguir madurando y creciendo con la fuerza de la gracia.

7) Pero hay que evitar entender esta posibilidad como un acceso irrestricto a los sacramentos, o como si cualquier situación lo justificara. Lo que se propone es un discernimiento que distinga adecuadamente cada caso. Por ejemplo, especial cuidado requiere "una nueva unión que viene de un reciente divorcio" o "la situación de alguien que reiteradamente ha fallado sus compromisos familiares" (298). También cuando hay una suerte de apología o de ostentación de la propia situación "como si fuese parte del ideal cristiano" (297). En estos casos más difíciles, los pastores debemos acompañar con paciencia procurando algún camino de integración (cf. 297, 299).

8) Siempre es importante orientar a las personas a ponerse con su conciencia ante Dios, y para ello es útil el "examen de conciencia" que propone Amoris laetitia 300, especialmente en lo que se refiere a "cómo se han comportado con sus hijos" o con el cónyuge abandonado. Cuando hubo injusticias no resueltas, el acceso a los sacramentos es particularmente escandaloso.

9) Puede ser conveniente que un eventual acceso a los sacramentos se realice de manera reservada, sobre todo cuando se prevean situaciones conflictivas. Pero al mismo tiempo no hay que dejar de acompañar a la comunidad para que crezca en un espíritu de comprensión y de acogida, sin que ello implique crear confusiones en la enseñanza de la Iglesia acerca del matrimonio indisoluble. La comunidad es instrumento de la misericordia que es "inmerecida, incondicional y gratuita" (297).

10) El discernimiento no se cierra, porque "es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena" (303), según la "ley de gradualidad" (295) y confiando en la ayuda de la gracia.

Somos ante todo pastores. Por eso queremos acoger estas palabras del Papa:

"Invito a los pastores a escuchar con afecto y serenidad, con el deseo sincero de entrar en el corazón del drama de las personas y de comprender su punto de vista, para ayudarles a vivir mejor y a reconocer su propio lugar en la Iglesia" (312).

Con afecto en Cristo.

Los Obispos de la Región de Buenos Aires

5 de septiembre de 2016

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

Carta del Papa Francisco a los Obispos de la Región de Buenos Aires

Mons. Sergio Alfredo Fenoy
Delegado de la Región Pastoral de Buenos Aires

Querido hermano,

Recibo el texto de la región Pastoral de Buenos Aires ("Criterios básicos para la aplicación del Capítulo VIII de Amoris laetitia'). Muchas gracias por enviármelo; estoy contento con este trabajo que han hecho: un verdadero ejemplo de acompañamiento de sacerdotes...y todos sabemos cuán necesaria es esta proximidad del obispo con su clero y del clero con el obispo. El más cercano al obispo es el sacerdote, y el mandamiento de amar a su prójimo como así mismo comienza, por nosotros los obispos, precisamente con nuestros sacerdotes.

El texto es muy bueno y explica completamente el significado del Capítulo VIII de Amoris laetitia. No hay otras interpretaciones. Y estoy seguro de que hará mucho bien. Que el Señor os recompense por este esfuerzo pastoral de caridad.

Es precisamente la caridad pastoral que nos impulsa a ir al encuentro de los que están lejos, y una vez que los hemos encontrado, a comenzar un camino de acogida, de acompañamiento, de discernimiento y de integración en la comunidad eclesial. Sabemos que es cansado, que se trata de una pastoral "cuerpo a cuerpo" que no se satisface con mediaciones programáticas, organizativas o legales, aunque sean necesarias.

Simplemente: acoger, acompañar, discernir, integrar. De estas cuatro actitudes pastorales, la menos cultivada y la menos practicada es el discernimiento; y me parece urgente la formación al discernimiento, personal y comunitario, en nuestros Seminarios y Presbiterios.

Finalmente, me gustaría recordar Amoris laetitia ha sido el fruto del trabajo y de la oración de toda la Iglesia, a través de dos sínodos y del Papa. Por eso recomiendo una catequesis completa de la Exhortación, que ciertamente ayudará al crecimiento, fortalecimiento y santidad de la familia.

Os doy gracias de nuevo por el trabajo realizado y os animo a continuar adelante, en las diversas comunidades de la diócesis, al estudio y la catequesis de Amoris laetitia.

Por favor, no os olvidéis de orar por mí y de hacer orar por mí. Que Jesús os bendiga y que la Santísima Virgen os guie.

Fraternalmente,

Del Vaticano, 5 de septiembre de 2016

Francisco

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

07/12/2017-16:09
Anne Kurian

Navidad: El pesebre y el árbol, signos de la compasión de Dios

(ZENIT — 7 dic. 2017).- El pesebre y el árbol de Navidad "hacen aún más visible lo que se capta en la experiencia del nacimiento del Hijo de Dios", dijo el Papa Francisco, recibiendo a los donantes de estos símbolos erigidos en la Plaza San Pedro, este 7 de diciembre de 2017: "son los símbolos de la compasión del Padre Celestial, de su participación y de su cercanía a la humanidad, que experimenta no haber sido abandonada en la noche de los tiempos, sino visitada y acompañada en sus dificultades".

Este año, el pesebre instalado en la Plaza San Pedro, viene de la abadía de Montevergine, cerca de Nápoles, Campanie (sur de Italia), y el árbol — un abeto — ha sido ofrecido por la Archidiócesis de Elk, Polonia. Está decorado con escultura de niños tratados en los servicios de oncología en hospitales italianos. Los dos serán iluminados por la tarde.

El Papa ha recibido a unos 1.500 representantes de Montevergine, Polonia y a los niños en la sala Pablo VI en el Vaticano. "El árbol elevado hacia lo alto nos estimula a tendernos nosotros mismos hacia "los dones más grandes"... a elevarnos más allá de las brumas que oscurecen, para experimentar que es hermoso y gozoso sumergirse en la luz de Cristo", ha subrayado delante de ellos. Y ha añadido: "En la simplicidad del pesebre, nos encontramos y contemplamos la ternura de Dios, manifestado en la del Niño Jesús".

A lo largo de este encuentro al final de la mañana, el papa francisco ha deseado que la Navidad "sea una oportunidad para estar más atentos a las necesidades de los pobres y de aquellos que, como Jesús, no encuentran a nadie para acogerle". "Esta es nuestra traducción de su discurso.

 

Discurso del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas:

Es un placer para mí daros la bienvenida en esta ocasión y mi agradecimiento por el regalo del Nacimiento Natividad y del árbol de Navidad, puestos en la Plaza de San Pedro. Saludo cordialmente a todos vosotros empezando por las autoridades y los representantes de las instituciones que han promovido esta iniciativa. Saludo al abad de Montevergine, por el don del pesebre; al arzobispo de Warmia y al obispo de Elk en Polonia, de donde proviene el árbol, con la Dirección de los Bosques Estatales de Bialystok. Saludo también los niños tratados en los servicios de oncología de varios hospitales italianos y de las zonas afectadas por el terremoto del centro de Italia, coordinados por la Fundación "Condesa Lene Thun", que se han ocupado de los adornos.

Cada año, el pesebre y el árbol de Navidad nos hablan con su lenguaje simbólico. Hacen que sea más visible cuanto se percibe en la experiencia del nacimiento del Hijo de Dios. Son los signos de la compasión del Padre celestial, de su participación y su cercanía a la humanidad, que siente que no ha sido abandonada en la noche de los tiempos, sino visitada y acompañados en sus dificultades. El árbol erguido, nos estimula a tender "a los dones más altos " (cf. 1 Co 12,31), a elevarnos por encima de las nieblas que ofuscan, para experimentar cómo es hermoso y alegre sumergirse en la luz de Cristo. En la simplicidad del pesebre encontramos y contemplamos la ternura de Dios, manifestada en la del Niño Jesús.

El Nacimiento, este año, es una expresión típica del arte napolitano, y está inspirado en las obras de misericordia. Nos recuerdan que el Señor nos ha dicho: "Todo lo que queráis que os hagan los hombres, " (Mt 7:12). El Nacimiento es el lugar evocador donde contemplamos a Jesús que, tomando sobre sí las miserias del hombre, nos invita a hacer lo mismo, a través de acciones de misericordia. El árbol, que viene este año de Polonia, es un signo de la fe de ese pueblo que, también con este gesto, ha querido expresar su lealtad a la sede de Pedro.

Queridos niños, mi agradecimiento es sobre todo para vosotros. En vuestras creaciones habéis transferido vuestros sueños y vuestros deseos de ser levantados hacia el cielo y de dar a conocer a Jesús, que se hace niño como vosotros para deciros que os ama. Gracias por vuestro testimonio, por embellecer estos signos navideños que los peregrinos y visitantes de todo el mundo podrán admirar. ¡Gracias! ¡Gracias! Esta noche, cuando se enciendan las luces del Nacimiento y del árbol de Navidad, también se iluminarán los deseos que hayáis transferido a los adornos y los podrán ver todos. ¡Gracias!

¡Que la Natividad del Señor sea una ocasión para estar más atentos a las necesidades de los pobres y de aquellos que, como Jesús, no encuentran quien los recibal. A vosotros, aquí presentes, a vuestros seres queridos y a quienes representáis, os deseo una Feliz Navidad. Os aseguro mi oración para que el Señor acepte y cumpla vuestras esperanzas. Rezad también vosotros por mí y por mi servicio a la Iglesia.

Y ahora os bendeciré a todos, pero antes recemos todos juntos a Nuestra Señora: [Ave, oh Maria ...]

 

 

07/12/2017-08:27
Marina Droujinina

Inmaculada Concepción: El Papa en la Basílica Sant'Andrea delle Fratte

(ZENIT — 7 dic. 2017).- Después de la tradicional oración al pie de la columna de la Virgen María, en la Plaza de España en Roma, el día de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 2017, el Papa Francisco hará una visita privada a la Basílica Sant'Andrea delle Fratte para orar ante la imagen de la "Virgen del Milagro", por el aniversario anticipado de la aparición a Alfonso Ratisbona, indica un comunicado del vicariato de Roma dos días antes.

El Papa, cuya llegada a la Plaza de España está prevista hacía las 16h, será acogido por Arzobispo Vicario Ángelo de Donatis. Orará delante del monumento dedicado a la Virgen y dejará flores a sus pies.

Su visita privada a la Basílica de Sant'Andrea delle Fratte evocará la aparición, el 20 de enero de 1842, de la Virgen María a Alfonso Ratisbona (1814 — 1884), sacerdote y misionero francés de origen judío. Después de este acontecimiento, Alfonso Ratisbona se convirtió al catolicismo y junto con su hermano Teodoro, funda a las hermanas y los hermanos de Notre Dame de Sion.

El día de la Inmaculada Concepción será animado por los responsables y los fieles de la basílica parroquial de Santi XXII Apostoli, con los Hermanos Menores Conventuales, el joven grupo Sveglia Francescana y varios voluntarios. "Distribuiremos gratuitamente la "Medalla Milagrosa" y habrá hermanos disponibles para las confesiones", explica el Padre Aniello Stoia, párroco de Santi XII Apostoli.

Durante todo el día, según la tradición, los romanos rendirán homenaje a la estatua de la Piazza Mignanelli, una plaza cerca de la Plaza de España. Los primeros serán los bomberos que inauguraron este monumento, el 8 de diciembre de 1857. Subirán a la cima de la estatua, a las 7h30, para depositar su corona de flores.

Los bomberos serán seguidos por varias procesiones, entre ellas la de la comunidad parroquial de Sant'Andrea delle Fratte, grupos de oración del Padre Pio, del Gran Maestro de Malta y el grupo de la "Legión de María" en Roma y el cuerpo de la gendarmería del Vaticano con una fanfarria que interpretará un himno a la Virgen.

Hacia las 10h30 vendrá la gran procesión de los trabajadores de las sociedades romanas más importantes. En este contexto, se realizará la oración de consagración a María de los trabajadores dirigida por el capellán Mons. Oliveiro Pelliccioni.

La procesión de personas discapacitadas y líderes de la fundación Don Gnocchi también participarán en las celebraciones del día.

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

07/12/2017-11:27
Rosa Die Alcolea

Federación Luterana Mundial: "Llamada a una fraternidad cada vez más real"

(ZENIT — 7 Dic. 2017).- "Todavía hay muchos, en nuestros días, que sufren por el testimonio de Jesús: su heroísmo manso y pacífico es para nosotros una llamada urgente a una fraternidad cada vez más real", ha exhortado el Papa Francisco.

Esta mañana, a las 9:30 horas, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a los miembros de la Presidencia de la Federación Luterana Mundial.

"En el camino, nos empujan los ejemplos de quienes sufrieron por el nombre de Jesús y ya se han reconciliado por completo en la victoria de Pascua. Todavía hay muchos, en nuestros días, que sufren por el testimonio de Jesús: su heroísmo manso y pacífico es para nosotros una llamada urgente a una fraternidad cada vez más real", ha anunciado el Santo Padre.

"Con este estilo simple, ejemplar y radical, estamos llamados, particularmente hoy, a proclamar el Evangelio, la prioridad de ser cristianos en el mundo", ha señalado Francisco.

La unidad reconciliada entre los cristianos es parte indispensable de ese anuncio: "¿Cómo anunciar el Evangelio de la reconciliación sin comprometerse al mismo tiempo en la obra de la reconciliación de los cristianos?" (Ut unum sint, 98), ha indicado.

Publicamos a continuación el discurso que el Santo Padre ha dirigido a los presentes durante el encuentro.

 

Discurso del Papa Francisco

Querido hermano, querido arzobispo Musa:

Le saludo cordialmente junto con el Dr. Junge, Secretario general, a los Vicepresidentes y los delegados de la Federación Luterana Mundial, y al mismo tiempo le agradezco sus amables palabras, y me congratulo con Usted por su reciente nombramiento como presidente.

Hoy podemos recordar juntos como enseña la Escritura, lo que el Señor ha obrado entre nosotros (ver Salmo 77: 12-13). El recuerdo va, en particular, a los momentos que han jalonado ecuménicamente el Año de la Conmemoración de la Reforma recién concluido. Me gusta recordar especialmente el 31 de octubre de 2016, cuando rezamos en Lund, donde se instituyó la Federación Luterana Mundial. Era importante encontrarse ante todo en oración, porque no de proyectos humanos, sino de la gracia de Dios, brota y florece el don de la unidad entre los creyentes. Solo rezando podemos sostenemos unos a otros. La oración purifica, fortalece, ilumina el camino, hace proseguir. La oración es como el combustible de nuestro viaje hacia la unidad plena. De hecho, el amor del Señor, al que recurrimos mediante la oración, pone en movimiento el amor que nos acerca: de ahí la paciencia de nuestra espera, la razón de nuestra reconciliación, la fuerza para avanzar juntos. A partir de la oración, que es "«alma» de la renovación ecuménica y de la aspiración a la unidad; el diálgo "sobre ella se fundamenta y en ella encuentra su fuerza" (cf. Lett Env. Ut unum sint, 28).

Cada vez que rezamos podemos vernos unos a otros en la perspectiva adecuada, la del Padre, cuya mirada se posa en nosotros amorosamente, sin preferencias ni distinciones. Y en el Espíritu de Jesús, en quien oramos, nos reconocemos como hermanos. Este es el punto desde el cual comenzar y recomenzar siempre. Desde allí miramos también a la historia pasada y damos gracias a Dios porque las divisiones, aunque muy dolorosas, que nos han visto distantes y opuestos durante siglos, en las últimas décadas han confluido en un camino de comunión, en el camino ecuménico suscitado por el Espíritu Santo. Nos ha llevado a abandonar los viejos prejuicios, como aquellos sobre Martin Lutero y sobre la situación de la Iglesia Católica en ese momento. El diálogo entre la Federación Luterana Mundial y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, llevado adelante desde 1967, ha contribuido en gran medida a esto; un diálogo para recordar con gratitud hoy, cincuenta años después, reconociendo también algunos textos particularmente importantes, como la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación y, por último, el documento Del conflicto a la comunión.

Con la memoria purificada, hoy podemos mirar con confianza hacia un futuro que no está cargado con los contrastes y las preconcepciones del pasado; un futuro en el que pesa la única deuda de amor mutuo (ver Rom 13: 8); un futuro en el que estamos llamados a discernir los dones que provienen de las diferentes tradiciones confesionales y acogerlos como patrimonio común. Antes de las oposiciones, de las diferencias y de las heridas del pasado, existe, efectivamente, la realidad presente, común, fundacional y permanente de nuestro Bautismo. Nos ha hecho hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Por lo tanto, nunca más podremos permitirnos ser adversarios o rivales. Y si el pasado no puede cambiarse, el futuro nos interpela : no podemos retirarnos ahora de buscar y promover una comunión mayor en el amor y en la fe.

También estamos llamados a estar atentos a la tentación de detenernos en el camino. En la vida espiritual, como en la vida de la Iglesia, cuando nos detenemos, retrocedemos: conformarnos, detenernos por miedo, pereza, cansancio o conveniencia mientras se camina hacia el Señor con nuestros hermanos, es declinar su invitación. Y para avanzar juntos hacia Él no son suficientes las buenas ideas, sino que es necesario dar pasos concretos y tender la mano. Sobre todo, significa entregarnos a la caridad, mirando a los pobres, a los hermanos menores del Señor (ver Mt 25: 40): son nuestros preciosos indicadores a lo largo del camino. Nos hará bien tocar sus heridas con la fuerza sanadora de la presencia de Jesús y con el bálsamo de nuestro servicio.

Con este estilo simple, ejemplar y radical, estamos llamados, particularmente hoy, a proclamar el Evangelio, la prioridad de ser cristianos en el mundo. La unidad reconciliada entre los cristianos es parte indispensable de ese anuncio: "¿Cómo anunciar el Evangelio de la reconciliación sin comprometerse al mismo tiempo en la obra de la reconciliación de los cristianos?" (Ut unum sint, 98). En el camino, nos empujan los ejemplos de quienes sufrieron por el nombre de Jesús y ya se han reconciliado por completo en la victoria de Pascua. Todavía hay muchos, en nuestros días, que sufren por el testimonio de Jesús: su heroísmo manso y pacífico es para nosotros una llamada urgente a una fraternidad cada vez más real.

Querido hermano, invoco cordialmente todas las bendiciones de Dios sobre Usted y pido al Espíritu Santo, que une lo que está dividido, que derrame sobre nosotros su sabiduría suave y valiente. Y os pido a cada uno de vosotros que, por favor, recéis por mí. Gracias.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

07/12/2017-13:23
Anne Kurian

El Papa celebra los 90 años del Cardenal Sodano: Haz memoria y testifica

(ZENIT — 7 dic. 2017).- Las fiestas de cumpleaños son una oportunidad para hacer "memoria del camino recorrido", de las gracias divinas, y de ofrecer "el don de un testimonio de vida que nos hace bien a todos". Es lo que afirma el Papa Francisco celebrando la misa por los 90 años del Cardenal Ángelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, este 7 de diciembre de 2017, en la Capilla Paulina del Vaticano.

Se trata también, ha explicado , de hacer memoria "de nuestra pequeñez, de nuestros errores...de nuestros pecados...porque la gloria solo va a Dios, nosotros somos débiles, todos". "Cada vida es diferente, ha subrayado el Papa. cada uno de nosotros tiene su experiencia y el Señor le conduce por un camino diferente, pero siempre es el Señor el que nos sostiene de la mano, es Él"

Esta mañana a las 8.00, en la Capilla Paolina del Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco ha presidido la concelebración eucarística con ocasión del noventa cumpleaños del Cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio.

Publicamos a continuación las palabras que el Santo Padre ha dirigido a los presentes al final de la santa misa.

 

Palabras del Santo Padre

Todos los días damos gracias al Señor por lo que hace en nuestra vida; pero cuando hay aniversarios importantes, — 25°, 50°, incluso las décadas- dar gracias a Dios es más fuerte. Y en estas ocasiones, el recuerdo del camino pasado se refuerza, y este recuerdo nos lleva a ofrecer un regalo. Recuerdo que es una dimensión de la vida. Es una desgracia perder el recuerdo de todo lo que Dios ha hecho por nosotros: "Recuerda, Israel, recuerda ...", esa dimensión deuteronómica de la vida.

El Cardenal Sodano ha recordado estos años, y cada vez que recordamos nos encontramos ante una nueva gracia. El recuerdo también de nuestra pequeñez, de nuestros errores, incluso de nuestros pecados. San Pablo se enorgullecía de ellos, porque solo la gloria va a Dios, somos débiles, todos. Y este recuerdo nos da la fuerza para avanzar hacia otra década. Es una gracia del recuerdo. Y lo que el cardenal ha hecho para prepararse para este aniversario se nos ofrece como un don: el don de un testimonio de vida que es bueno para todos.

Cada vida es diferente Cada uno de nosotros tiene su propia experiencia y el Señor lo lleva por un camino distinto, pero siempre está el Señor que nos sostiene de la mano, es Él. Este es un don que hemos recibido, y nosotros damos el don del testimonio de una vida. El Señor sabe cuál es el testimonio verdadero, el que está oculto y ha hecho el bien sin aparecer. Vemos en el Cardenal el testimonio de un hombre que ha hecho tanto por la Iglesia, en diferentes situaciones, con alegría y con lágrimas. Pero el testimonio que hoy me parece quizás el más grande que nos da es el de un hombre disciplinado eclesialmente, y esta es una gracia por la que le doy las gracias, Sr. Cardenal. Y pido que este testimonio de la dimensión eclesial, en la disciplina eclesial, nos ayude a avanzar en nuestra vida. Muchas gracias, Sr. Cardenal.

Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

07/12/2017-13:43
Rosa Die Alcolea

México: Mons. Carlos Cardenal Aguiar es Arzobispo Arquidiócesis Primada

(ZENIT — 7 Dic. 2017).- El Papa Francisco ha designado a Mons. Carlos Cardenal Aguiar Retes Arzobispo de la Arquidiócesis Primada de México, hasta ahora Arzobispo de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, al mismo tiempo que lo ha nombrado Administrador Apostólico de la misma hasta la llegada de su sucesor.

La Secretaria General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informa de este nombramiento.

El Santo Padre Francisco ha aceptado la renuncia al oficio de Arzobispo de la Arquidiócesis Primada de México, que Mons. Norberto Cardenal Rivera Carrera, había presentado en precedencia. Al mismo tiempo el Santo Padre lo ha dignado Administrador Apostólico de la misma, hasta la toma de posesión del nuevo Arzobispo.

 

Mons. Carlos Cardenal Aguiar

Nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit. Dentro de una familia constituida por sus padres: Carlos Aguiar Manjarrez y María Teresa Retes Pérez y por seis hijo de los cuales él es el segundo.

Terminó sus estudios de Humanidades y Filosofía en el Seminario de Tepic (1961¬1969), y los estudios de Teología en el Seminario de Montezuma (U.S.A) (1969-1972) y el Seminario de Tula, Hgo. (1972- 1973).

Recibió el Diaconado el 24 de diciembre de 1971 y fue Ordenado Sacerdote en la Catedral de Tepic, el 22 de abril de 1973.

Después de su ordenación sacerdotal fue enviado a Roma como alumno del Pontificio Colegio Latinoamericano y consiguió la Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (1974-1977).

En 1991 regresó a Roma y el 7 de junio de 1996 obtuvo el Doctorado en Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana con la tesis "La crítica de los profetas al ayuno", bajo la dirección del Pbro. Dr. Horacio Simian Yofre, profesor del Pontificio Instituto Bíblico de Roma.

De 1992 a 1993 formó parte de un equipo de biblistas que prepararon la edición de la Biblia de América. Además del Español, habla Italiano, Inglés, Francés y Alemán.

En su ministerio Sacerdotal ha sido Vicario Parroquial de la Parroquia de Santa María Goretti (1973-1974) y Rector del Seminario de Tepic (1978-1991).

Durante el tiempo en que fue Rector del Seminario de Tepic fundó y fue Capellán del Club Serra de 1979 a 1991; fue Presidente de OSMEX (Organización de Seminarios Mexicanos) de 1986-1990; Vocal de la Directiva de la OSLAM (Organización de Seminarios Latinoamericanos), de 1988-1991, y Profesor de Sagrada Escritura en la Pontificia Universidad de México (1996-1997). Asimismo, fue Rector de la Residencia "Juan XXIII" para Sacerdotes de la Pontificia Universidad de México, México, D.F., (1996¬1997).

Mons. Cardenal fue nombrado Obispo de Texcoco el 28 de mayo de 1997 y consagrado obispo el día 29 de junio del mismo año.

 

CELAM

El 25 de mayo del 2000, la Presidencia del CELAM lo nombra Secretario General de ese organismo para el cuatrienio 1999-2003, en sustitución de Mons. Felipe Arizmendi. Es nombrado Vicepresidente Primero del CELAM, el 15 de mayo del 2003, durante la XXIX Asamblea Ordinaria del CELAM, en Paraguay. Nombrado Secretario General de la CEM, durante la LXXVI Asamblea Ordinaria de la CEM para el Trienio 2004 — 2006. Durante la LXXXII Asamblea Ordinaria de la CEM en noviembre de 2006, es nombrado Presidente de la CEM para el trienio 2006-2009.

El 8 de marzo de 2007, su Santidad Benedicto XVI lo nombró miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. En mayo de 2007 participó en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Durante la XXXI Asamblea Ordinaria del CELAM es nombrado Presidente del Departamento de Comunicación Eclesial y Diálogo para el período 2007 — 20011.

El 5 de febrero de 2009 S. S. Benedicto XVI lo nombra Arzobispo de Tlalnepantla y toma posesión el 31 de marzo de 2009.

Durante la LXXXVII Asamblea Ordinaria de la CEM en noviembre de 2009, es reelegido Presidente de la CEM para el trienio el 2009-2012 y durante la XXXIII Asamblea Ordinaria del CELAM es nombrado Presidente del CELAM para el período 2011-2015, está al cargo de la Dimensión Episcopal de la Animación Bíblica Pastoral para el Trienio 2016 — 2018.

Fue creado Cardenal en el Consistorio del 2016 por S.S. Francisco en la Basílica de San Pedro el 19 de noviembre de 2016.

 

 

07/12/2017-10:45
Redacción

Perú: El Card. Cipriani asegura que el pueblo espera al Papa con alegría

(ZENIT — 7 Dic. 2017).- Mons. Juan Luis Cipriani, Cardenal peruano y Arzobispo de Lima, aseguró en Roma el martes, 5 de diciembre de 2017, en un desayuno de trabajo con periodistas, que el Santo Padre "tiene muy metido en el alma una idea concreta: que Perú es tierra de muchos y grandes santos", informa Sergio Mora en 'Latinos en Italia'.

Señaló también que encontró al Santo Padre en muy buen estado de salud y que le confió: "Estoy soñando del deseo de estar ya en Perú". Añadió que el Papa quedó muy contento con el viaje que había recién realizado a Myanmar y Bangladesh, y que además "envió una bendición al pueblo peruano".

El Papa Francisco realizará su viaje apostólico a Chile del 15 al 18 de enero de 2018, visitando Santiago, Arica y Temuco. Y del 18 al 22 del mismo mes estará en Perú, en las ciudades de Lima, Trujillo y Puerto Maldonado.

El Cardenal limeño aseguró datos en la mano, que "Perú es un país profundamente cristiano", que "defiende la vida" y que "espera al Papa con mucha alegría".

"La piedad popular es parte del ADN del pueblo peruano y el pueblo piensa en cristiano" aseguró el purpurado, quien comentó que en su país "un curita es un curita, te piden una bendición a cada dos metros". Indicó que contra la familia existe "un montaje ideológico de una minoría" porque "la gente apoya a la Iglesia y tienen confianza en Dios". Y si alguien tiene dudas lo invitó: "¿Por qué no hacemos una encuesta y le preguntamos al pueblo?".

 

Defensa por la vida

Señaló también que existe "una defensa por la vida muy clara y muy neta". Y que "con la exhortación postsinodal del Papa, 'Amoris Laetitia' no ha habido dificultad", invitando "a leerla bien, porque algunos quieren leerla parcialmente y generar polémica".

Sobre el tema de corrupción indicó que "ha habido una explosión de denuncias", debido a que empresas multinacionales han encontrado la estrategia de corromper a los gobiernos para conseguir las licitaciones de grandes obras" lo que "ha hecho un grave daño".

En ese sentido el Cardenal señaló que actualmente hay "dos presidentes y medio presos", refiriéndose a Alberto Fujimori, a 011anta Humala con prisión preventiva y a Alejandro Toledo para quien se pidió la extradición de EE.UU.

"La corrupción golpea mucho a la gente pobre, esta es la tragedia. Quita la confianza a la inversión y empobrece a todos. En un camino positivo y creciendo razonablemente pero la corrupción ha creado pesimismo", dijo.

Interrogado sobre si el Santo Padre iba a hablarle al presidente, Pedro Pablo Kuczynsky, del tema de la corrupción, el Cardenal señaló que el Papa es muy claro en sus mensajes, pero que si a uno alguien lo invita, no se llega acusándolo de corrupto. Puntalizando además que el presidente Kuczynsky no ha sido involucrado en casos de corrupción sino rozado indirectamente.

Además, Mons. Cipriani dijo: "Es un viaje pastoral y no va a dar indicaciones políticas". Añadió que "hablará seguramente de la corrupción pero en no en clave política sino en ámbito moral".

Sobre la piedad popular señaló que "es una clave de la nueva evangelización, el papa es muy partidario de esa piedad popular que es un regalo de Dios". Señaló también que se quiere "una iglesia más unida para que sea más creíble, más visible en su laicado" y que ha llegado "la hora de sacudir un poco el clericalismo, que los laicos se asuman sus responsabilidades".

Sobre las reformas que el Santo Padre está realizando en la Iglesia el cardenal Cipriani señaló que "pone toda su buena voluntad" si bien reconoció que "lamentablemente a veces la gente le falla". Añadió que el Pontífice "quiere una mayor transparencia en la gestión económica. Son siglos de una cultura económica diversa y se trata de acercarlos a los niveles modernos. Transparencia y también de una mayor austeridad en las finanzas vaticanas. Permanentemente recibimos estas indicaciones", dijo.

Francisco quiere, aseguró, "una iglesia que está más despierta, apostólica, lanzada a la búsqueda. No a quienes comodamente desde el balcón critican al Papa".

Interrogado sobre Venezuela, el Cardenal Cipriani indicó que "la Santa Sede ha echo un esfuerzo enorme que no ha sido respetado", lamentó que "la comunidad internacional está viendo con pasividad con lo que está sucediendo" y reiteró su "solidaridad con obispos y hermanos". Y concluyó: "No veo un clima adecuado. Para dialogar hay que intentar decir al menos la verdad".

 

 

07/12/2017-13:59
Rosa Die Alcolea

El Salvador: Mons. Fabio Reynaldo Colindres, nuevo obispo de San Miguel

(ZENIT — 7 Dic. 2017).- El Santo Padre ha nombrado a Mons. Fabio Reynaldo Colindres Abarca obispo de la Diócesis de San Miguel (El Salvador), transfiriéndolo del Ordinariato Militar de El Salvador.

 

Mons. Fabio Reynaldo Colindres Abarca

Mons. Fabio Reynaldo Colindres Abarca nació en la ciudad de Ilobasco, diócesis de San Vicente, el 20 de junio de 1961. Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal. En los Padres de la Misión de Guatemala, estudió Filosofía, pero llevó a cabo sus estudios teológicos como seminarista de San Vicente en el Seminario Mayor " San José de la Montaña".

Fue ordenado sacerdote el 5 de julio de 1986, incardinándose en San Vicente. En Roma obtuvo una Licenciatura en Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana. Al regresar a El Salvador en 1989 ocupó los siguientes cargos: Educador y profesor de Sagrada Escritura, en el Seminario Mayor "San José de la Montaña" (1989-1999); Subsecretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador (1991); Miembro del Consejo Internacional de Catequesis (1993-1998); Capellán militar (1989-2000); Vicario general del Ordinariato Militar (2000-2003) y Administrador Apostólico del Ordinariato Militar (2003-2008).

El 2 de febrero de 2008 fue nombrado Ordinario Militar de El Salvador y recibió la consagración el 29 de marzo siguiente. Ha sido Administrador Apostólico de Sonsonate los años 2011-2012. En la Conferencia Episcopal de El Salvador, es Presidente de las Comisiones Episcopales para las Comunicaciones Sociales, para los Laicos y para la Evangelización, la Catequesis y la Liturgia.

 

 

07/12/2017-08:12
Isabel Orellana Vilches

Santa Narcisa de Jesús Martillo Morán, 8 de diciembre

«Gran penitente ecuatoriana que valoró la importancia de la dirección espiritual para su vida de perfección. Imitó a la beata Mariana de Jesús y fue compañera de la también beata Mercedes de Jesús Molina y Ayala»

Hoy, festividad de la Inmaculada Concepción de María, la Iglesia celebra también la vida de esta santa ecuatoriana. Es conocida como la «Violeta de Nobol», porque nació en la hacienda San José perteneciente al cantón de Nobol, cercano a Guayaquil, Ecuador, el 29 de octubre de 1832, festividad de san Narciso. Era la séptima de nueve hermanos y perdió a su madre cuando tenía 6 años, quedando bajo el cuidado de una de sus hermanas; luego ella sería como una madre para los hermanos más pequeños, aunque entre todos sembró paz y alegría. No podía ser menos, ya que sobre los juegos infantiles priorizaba la oración que realizaba bien en su aposento o bajo la sombra de un guayabo de la hacienda. Además, tenía dotes para el canto y gracia para tocar la guitarra.

Aunque sus padres eran campesinos que tuvieron posibilidad de haberle dado estudios porque su economía era buena, simplemente aprendió a leer y a escribir, y es que ellos eran iletrados y seguramente no apreciaban el valor de la formación. Eso sí eran trabajadores ejemplares, y el padre, Pedro Martillo Mosquera, hombre sagaz para los negocios, fue durante un tiempo teniente corregidor de Nobol y teniente de San José. En septiembre de 1839 Narcisa recibió la confirmación y hasta que cumplió 15 años no tuvo otro trabajo que el doméstico. A esa edad aprendió a coser y fue costurera de las gentes del entorno.

Cayó en sus manos la vida de la beata Mariana de Jesús y la tomó como modelo. Para asemejarse a ella en su abrazo a la cruz, inició un itinerario de mortificaciones y renuncias, infligiéndose cilicios y otras severas penitencias corporales que irían minando su salud, a pesar de su fuerte naturaleza. Siempre se destacó en ella su amor a la Eucaristía y su devoción por la Virgen. Fue una de las fundadoras de las Hijas de María y se caracterizó también por dedicar muchas horas diarias a la oración. Destinó al efecto un recinto dentro de su hogar convirtiéndolo en una especie de oratorio. Y ante una imagen de la Divina Infancia se pasaba horas y horas. Cuando le preguntaban con quién conversaba, ella respondía: «con Él, con Él», guardando en su corazón los sobrenaturales coloquios que mantenía. Era devotísima del Santísimo Sacramento, del Corazón de Jesús y de la Virgen, Madre de Misericordia. Sus libros de cabecera fueron las Sagradas Escrituras y «El ejercicio de la perfección y virtudes cristianas» de san Alonso Rodríguez.

Se ve que no tenía más ambición que la de ser santa porque al perder a su padre a la edad de 18 años, no reclamó la parte de su herencia, legado que dejó en manos de sus hermanos. Fue una mujer humilde, sencilla y con un visible espíritu de pobreza. El sustento lo obtenía enseñando religión a los niños de haciendas vecinas. Se estableció en Guayaquil en 1851 y además de ejercer su único oficio, el de costurera, se ocupaba de atender a su sobrina Chepita Hernández. El lugar donde moraban era un modesto y diminuto altillo. Espiritualmente comenzó otra vía que juzgaba esencial para la santificación como es la dirección espiritual. El padre Luís de Tola y Avilés, que sería designado más tarde obispo de Portoviejo, fue su primer director.

En la estancia que ocupaban Chepita y ella comenzó a experimentar éxtasis y otros favores místicos, que se producían en presencia de su sobrina; también fueron testigos otras personas cuando estos arrobamientos le sobrevenían en misa, tras haber recibido la Sagrada Comunión. Por ese motivo su vida y conducta comenzó a estar en boca de la gente. En 1858 dejó el altillo para ocupar nueva minúscula habitación que había debajo de la escalera de la vivienda de otra conocida, situada frente a la iglesia de San Francisco; allí permaneció hasta 1860. Entre tanto, ejercía el apostolado con niños a los que impartía catequesis, visitas a enfermos y moribundos, y se ocupó de atender a jóvenes sin hogar que moraban en la «Casa de las Recogidas», vistiendo un hábito negro. Después del padre Tola tuvo varios confesores. Para asistir a uno de ellos, monseñor Amadeo Millán, aquejado de tuberculosis, se trasladó a Cuenca, y cuando falleció regresó a Guayaquil.

La que sería beata Mercedes de Jesús Molina y Ayala era también hija espiritual del presbítero. Ambas, Narcisa y ella sintonizaron tanto espiritualmente que siguieron caminos muy parejos en sus penitencias. Las compartieron mientras convivían en una casa que fue denominada «Casa de las beatas». En esa época Narcisa siguió enseñando a coser a niñas huérfanas. En 1868 se estableció en Lima para ser dirigida por el franciscano, padre Pedro Gual. Se alojó en el beaterío de Nuestra Señora del Patrocinio, de las dominicanas, sito en la Alameda de los Descalzos, costeándose sus necesidades con su propio trabajo y la ayuda económica que el padre Gual obtuvo de una persona pudiente. La dirigió hasta que abandonó Lima. Entonces la dejó en manos de otro confesor. Narcisa intensificó sus penitencias. Eran de tal calibre que los cercanos vivían con zozobra las consecuencias que podían tener para su salud. Con tan crudas mortificaciones daba lance al demonio que andaba tras ella. No tenía más objetivo que conquistar la santidad, y si alguien le exponía sus temores respecto a los estragos que su conducta podía reportarle, respondía: «para sufrir he venido al mundo».

Y así vivió, consumida en el amor divino, y abrazada a la cruz para obtener la misericordia divina por los pecadores hasta que murió en Lima el 8 de diciembre de 1869 a los 37 años, aunque con la apariencia de una anciana. Dios quiso que falleciese en esa festividad de la Inmaculada Concepción, tan amada por ella. A Él le había hecho ofrenda de sus sufrimientos por los frutos del Concilio Vaticano I que justamente inauguraba en la misma fecha el papa Pío IX. Fue beatificada por Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992. Y canonizada por Benedicto XVI el 12 de octubre de 2008.