IGLESIA EN EL MUNDO

El ejemplo de Ludovico Pavoni


 

El beato Ludovico Pavoni vivió en una época caracterizada por profundos cambios políticos y sociales, como la Revolución francesa o la incipiente revolución industrial. Nació el 11 de septiembre de 1784, en Brescia (Italia), de una familia noble. Desde niño comenzó a sentir inquietud por los que no tenían nada, compartiendo todo lo suyo con quienes llamaban a su puerta. En contraste con la mentalidad anticlerical y liberal de su tiempo, es ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1807, a los 23 años. Enseguida se da cuenta de que las mágicas palabras que corrían en boca de todos “libertad, igualdad, fraternidad”, pedían a gritos una religión más cercana al hombre y una iglesia más en contacto con los pobres.

Renunciado a los privilegios que le ofrecía la carrera eclesiástica, se entregó con generosidad a aquellos que tenían más necesidad: los jóvenes, y entre ellos, los más pobres. Para ellos abrió en 1814 el Oratorio de San Luis Gonzaga, en Santa María de la Pasión, un Centro juvenil donde los más pobres podían reunirse, aprender, jugar y rezar. Este pequeño centro trataba de integrar realidades tan diversas como la familia, la escuela y la parroquia, salvando a los muchachos del analfabetismo y de la explotación. En este tiempo es nombrado canónigo de la Catedral de Brescia.

Ludovico Pavoni se da cuenta de que el Oratorio era insuficiente. Los chicos en su mayoría procedían de familias desestructuradas y cuando abandonaban el Oratorio para volver a sus casas, echaban a perder lo que allí habían aprendido y vivido. Faltaba continuidad. Surge así en 1821 el Instituto de San Bernabé, un verdadero “Colegio de Oficios”, “donde al menos los más abandonados encontrasen el padre y la madre que habían perdido”, y “crecieran con seguridad educados en profesiones honradas”. Entre los oficios, carpintería, joyería, metal, zapatería… destacó la Tipografía, que enseguida se convirtió en Editorial, pionera de la prensa católica italiana. Pavoni pensó también en el mundo rural y proyectó una Escuela agrícola. En 1836, San Bernabé se llena de huérfanos a causa de una epidemia de cólera, y en 1842, acoge a los sordomudos, llamados por el p. Pavoni “porción elegida” del Señor.

Para garantizar la continuidad de esta obra, Pavoni fundó en 1847 la Congregación de los Hijos de María Inmaculada (Pavonianos), formada por religiosos sacerdotes y hermanos, que trabajan juntos en la misma misión. Su deseo era formar una Congregación ‘cuyos miembros, inflamados de amor de Dios… vivieran dedicados a la propia santificación y a la salvación del prójimo’.  En el momento de la Fundación tenía 63 años. La obra “dictada por el cielo” estaba puesta en marcha.

Ludovico Pavoni murió en Saiano el 1 de abril de 1849. Juan Pablo II lo beatificó el 14 de abril de 2002.

(RC-RV)