La Cámara de Representantes de EE.UU votó el pasado viernes la retirada durante un año de los fondos públicos a las clínicas asociadas a Planned Parenthood. El resultado de la votación fue concluyente: 240-189. No está previsto que el Senado bloquee la iniciativa pero se da por hecho que el presidente Obama ejercerá su derecho al veto, de manera que la multinacional abortista seguirá recibiendo dinero público federal para eliminar a los no nacidos.
“Planned Parenthood acapara en estos momentos una tercera parte del mercado del aborto”, explica Carol Tobias, presidenta de la organización provida National Right to Life. “Durante demasiado tiempo, los fondos federales de los contribuyentes se han canalizado hacia los gigantes abortistas del país y es hora de parar eso. Aplaudimos la aprobación de esa ley y urgimos al Senado a actuar rápidamente”.
Según el último informe anual, Planned Parenthood recibió al menos 528 millones de dólares del gobierno federal y de los gobiernos de los diferentes estados de la Unión. Por el momento, solo Texas ha tomado la decisión de no seguir dando fondos públicos a la multinacional abortista.
La Cámara de Representantes ha creado además una nueva comisión para investigar las actividades de Planned Parenthood. La comisión está presidida por Marsha Blackburn, congresista por Tennessee, y la componen otros siete legisladores republicanos. Los demócratas no han querido nombrar a nadie para formar parte del grupo de trabajo.
El esperado veto de Barack Obama hará al presidente de los EE.UU aún más cómplice de una organización que no solo se dedica a matar «legalmente» a no nacidos sino que trafica con los órganos de los fetos asesinados legalmente en sus centros.
El candidato republicano Carson compara aborto con esclavitud y pide derogarlo
Por su parte, Benjamin “Ben” Carson, pre-candidato presidencial estadounidense –que busca la nominación del Partido Republicano– comparó el aborto con la esclavitud, y alentó su derogación en casi todas sus causales.
El caso judicial Roe vs. Wade permitió la legalización del aborto en todo Estados Unidos en enero de 1973. Desde entonces se estima que se han practicado más de 55 millones de abortos en ese país.
Para Carson, “en la situación ideal, la madre no debería creer que el bebé es su enemigo y no debería estar buscando acabarlo”.