ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 29 de julio de 2013

LA FRASE DEL LUNES 29 DE JULIO

"Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús." (Papa Francisco)

 


Jornada Mundial de la Juventud Río 2013

El papa regresó a Roma y fue a agradecerle a la Virgen
Apenas tocó tierra envió un tuit al mundo

El papa a los obispos del CELAM: Más pobreza, mansedumbre y no a la "psicología de príncipes"
Monseñor Aguiar le agradece por el dinamismo que ha generado entre los pastores latinoamericanos

Arzobispo Aguiar: "El cambio de época exige el replanteamiento de las actitudes, estructuras y actividades pastorales"
Palabras del presidente del CELAM durante encuentro del papa con los obispos latinoamericanos

Los que llegaron como discípulos a la JMJ, regresan como misioneros
Palabras de esperanza del papa en su discurso de despedida

Francisco: "Preparar el camino para que todos puedan conocer, encontrar y amar al Señor"
Palabras del papa a los voluntarios de la JMJ Río 2013

"La mejor herramienta para evangelizar a los jóvenes, son otros jóvenes"
Menos escritos y más contacto, fue la explicación de Francisco al alejamiento de los católicos

"No a la autorreferencialidad: o se refiere a Jesucristo o al pueblo a quien se debe anunciar"
Discurso completo del papa a los obispos del CELAM reunidos en Río de Janeiro

Santa Sede

Renuncias en el episcopado
Camerún, Japón y Perú con sedes vacantes

Comunicación

Bolivia estuvo representada en el Congreso Mundial de Universidades Católicas
La escuela Diakonía presentó su exitoso método de enseñanza-aprendizaje

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Beatos Luís Martín y Celia Guérin
«Padres de Teresa de Lisieux. Ambos vieron frustrado su anhelo de ingresar en la vida religiosa, ideal acogido por todas sus hijas, a las que generosamente secundaron en su vocación»

Especial

La Iglesia en América Latina: COSTA RICA
Una mirada al continente del papa Francisco (XV)


Jornada Mundial de la Juventud Río 2013


El papa regresó a Roma y fue a agradecerle a la Virgen
Apenas tocó tierra envió un tuit al mundo

Por Redacción

ROMA, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - «He regresado a casa, y les aseguro que mi alegría es más grande que mi cansancio», anuncia el mismo papa Francisco en su tuit de hoy, tras su llegada al aeropuerto romano de Ciampino, este lunes por la mañana, proveniente de Río de Janeiro donde culminó con rotundo éxito la JMJ 2013. 

Una intensa semana de la juventud del mundo, que abrazó al Santo Padre, recibiendo su bendición, sus sonrisas, sus oraciones, su esperanza y su aliento de Pastor de la Iglesia universal a ser dichosos y fervientes discípulos y misioneros de Cristo.

Sonriendo, el santo padre bajó del avión en el que aterrizó a las 11.25 de la mañana, hora de Roma, para luego trasladarse en automóvil hasta el Vaticano, pasando primero a realizar un acto de acción de gracias ante la imagen de la Madre de Dios, María Salus Populi Romani, que está en la Basílica papal de Santa María la Mayor.

Tomado de Radio Vaticana

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El papa a los obispos del CELAM: Más pobreza, mansedumbre y no a la "psicologí­a de prí­ncipes"
Monseñor Aguiar le agradece por el dinamismo que ha generado entre los pastores latinoamericanos

Por Redacción

RíO DE JANEIRO, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - Al inicio de la reunión del Comité de Coordinación del CELAM con el santo padre este domingo en Río de Janiero, el presidente del CELAM, monseñor Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla, México, dirigió un saludo al papa en el que reconoció que el “Espíritu del Señor Jesús ¡ha estado grande con la Iglesia!” al propiciar la elección del santo padre. “El entusiasmo y la entrega expresada por el Pueblo de Dios mostrando alegría y confianza en Usted, santo padre, me hacen considerar que se ha desatado un fuerte dinamismo del Espíritu Santo al que debemos corresponder los pastores, dando lo mejor de cada uno de nosotros para renovar la Iglesia y ponerla en el camino adecuado para que cumpla su misión de testimoniar en el mundo de hoy el amor misericordioso de Dios Padre revelado en Jesucristo, Nuestro Redentor”, destacó.

El arzobispo admitió que “estamos en un momento crucial, los desafíos del cambio de época que vivimos exigen el replanteamiento de las actitudes, estructuras, y actividades pastorales en fidelidad a Cristo y al hombre contemporáneo. Para ello, debemos discernir los signos de los tiempos escuchando lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesias”. Al concluir su mensaje pidió al papa Francisco su orientación a los obispos “para cumplir, conforme a la voluntad de Dios Padre, nuestra misión de sucesores de los apóstoles, a la que fuimos llamados para servir a la Iglesia, anunciando y testimoniando el Reino de Dios en el mundo de hoy”. (Cf. Discurso del presidente del Celam)

Desafíos para la Iglesia

Por su parte el papa Francisco dirigió a los obispos y secretarios del CELAM un mensaje en el que destacó desafíos para la Iglesia, actitudes a asumir y delineó el perfil del discípulo-misionero así como de los obispos. 

Refiriéndose a los desafíos vigentes de la misionariedad discipular, el papa señaló la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual.

Advirtió sobre algunas tentaciones ante las que puede ceder la Iglesia como la ideologización del mensaje evangélico, el funcionalismo  y el clericalismo.

Refiriéndose a las características del discípulo-misionero el Papa indicó que “es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales”.

El papa planteó que “existen en América Latina y El Caribe pastorales ‘lejanas’, pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto sin cercanía, sin ternura, sin caricia”. “Se ignora la ‘revolución de la ternura’ que provocó la encarnación del Verbo”, dijo el santo padre. “Hay pastorales planteadas con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos”, admitió. “Este tipo de pastorales a lo más pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial. La cercanía crea comunión y pertenencia, da lugar al encuentro. La cercanía toma forma de diálogo y crea una cultura del encuentro”, puntualizó.

El perfil de un obispo

Refiriéndose a  los obispos, quienes conducen la pastoral, la Misión Continental (sea programática como paradigmática), el papa destacó que “el obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear”.

Por último, el papa Francisco delineó una especie de perfil del obispo: “los obispos han de ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan “psicología de príncipes”. Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una Iglesia sin estar a la expectativa de otra. Hombres capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza: que haya sol y luz en los corazones. Hombres capaces de sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en su pueblo”.

Participaron en la reunión, entre otros, los obispos uruguayos monseñor Carlos Collazzi (obispo de Mercedes) y monseñor Pablo Galimberti (obispo de Salto). Monseñor Collazzi participó en la reunión en su carácter de presidente del Comité Económico del CELAM, en tanto que monseñor Galimberti lo hizo como obispo miembro del Cono Sur del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM.

Fuente: Conferencia Episcopal del Uruguay

Para leer el texto completo del discurso del papa aquí

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Arzobispo Aguiar: "El cambio de época exige el replanteamiento de las actitudes, estructuras y actividades pastorales"
Palabras del presidente del CELAM durante encuentro del papa con los obispos latinoamericanos

Por Redacción

RíO DE JANEIRO, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos a nuestros lectores el discurso de bienvenida al santo padre Francisco, pronunciado por monseñor Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM, durante el Encuentro con los obispos responsables del CELAM reunidos este domingo en Río de Janeiro, en la Reunión General de Coordinación de dicho organismo colegiado.

*******

Santo Padre:

Hemos comentado entre nosotros los Obispos y con nuestro pueblo fiel que el Espíritu del Señor Jesús ¡ha estado grande con la Iglesia! Claramente se ha manifestado en la decisión del Papa Benedicto XVI de renunciar al Ministerio como Sucesor de Pedro, buscando el bien de la Iglesia; y se ha confirmado también el pasado 13 de marzo en la elección de su persona como Obispo de Roma. Con ello, queda evidenciado que el Espíritu Santo sigue asistiendo y acompañando a la Iglesia.

El entusiasmo y la entrega expresada por el Pueblo de Dios mostrando alegría y confianza en Usted, Santo Padre, me hacen considerar que se ha desatado un fuerte dinamismo del Espíritu Santo al que debemos corresponder los Pastores, dando lo mejor de cada uno de nosotros para renovar la Iglesia y ponerla en el camino adecuado para que cumpla su misión de testimoniar en el mundo de hoy el amor misericordioso de Dios Padre revelado en Jesucristo, Nuestro Redentor. Rogamos a Dios, Nuestro Padre lo siga bendiciendo, el Señor Jesús lo siga acompañando, y el Espíritu Santo lo siga conduciendo acorde al modelo de la Virgen María y San José, su esposo, para bien de toda la Iglesia.

Las Conferencias Episcopales a las que servimos como CELAM tienen su propio caminar y están intentando vivir la colegialidad episcopal y la comunión eclesial. Sin embargo son muchos y complejos nuestros retos y desafíos porque quizá no hemos asumido un ritmo pastoral más acorde a las necesidades de la sociedad para ofrecer las respuestas espirituales a las angustias y problemas que vive nuestra gente, especialmente para recordarles y orientarles cómo vivir en la confianza de la Providencia Divina y descubrir en la Palabra de Dios la luz orientadora, sanadora y consoladora que nos permite asumir nuestra propia cruz con alegría y esperanza.

Quienes nos encontramos hoy aquí, me atrevo a afirmar, estamos convencidos y comprometidos en poner nuestro mejor esfuerzo en hacer del Documento de Aparecida una realidad pastoral, iniciando con nuestras propias Iglesias Particulares, pero es necesario que extendamos esta convicción y compromiso con nuestros demás hermanos Obispos del Continente y del Caribe. 

Estamos en un momento crucial, los desafíos del Cambio de Época que vivimos exigen el replanteamiento de las actitudes, estructuras, y actividades pastorales en fidelidad a Cristo y al hombre contemporáneo. Para ello, debemos discernir los signos de los tiempos escuchando lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesias.

El pasado 25 de abril los miembros del Consejo de Presidencia del CELAM tuvimos la grata experiencia de encontrarnos con Usted en audiencia privada. Íbamos con una gran emoción al encuentro y habíamos preparado los diferentes temas que nos parecieron importantes de exponerle; así lo hicimos, y cuando le comentamos que habíamos decidido en julio del 2012 trasladar de sede la Reunión General Anual de Coordinación del CELAM, que habitualmente la celebramos en Bogotá, para realizarla aquí en Río de Janeiro, Usted nos dio una gratísima sorpresa, al decirnos que quería estar presente para animarnos en nuestro trabajo y saludarnos personalmente.

Ahora estamos aquí con gran emoción y esperanza. El Evangelio de San Lucas nos recuerda que Jesús ha rogado especialmente por Pedro para que su fe no se apague, y pueda confirmar a sus hermanos.

Santo Padre Francisco, ahora Tú eres Pedro, confírmanos en la fe para que crezca e ilumine el presente, y llegue a convertirse en estrella que muestre el horizonte de nuestro camino en un tiempo en el que el hombre tiene especialmente necesidad de luz . Oriéntanos para cumplir, conforme a la Voluntad de Dios Padre, nuestra misión de Sucesores de los Apóstoles, a la que fuimos llamados para servir a la Iglesia, anunciando y testimoniando el Reino de Dios en el mundo de hoy.

Santo Padre, muchas gracias por este encuentro, que es gracia y bendición para la Iglesia que peregrina en Latinoamérica y el Caribe, bajo el manto maternal de María de Guadalupe, Reina de América.

¡Con la mente y el corazón abierto esperamos tu palabra y tu bendición!

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Los que llegaron como discípulos a la JMJ, regresan como misioneros
Palabras de esperanza del papa en su discurso de despedida

Por Francisco papa

RíO DE JANEIRO, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - Al concluir su viaje de siete días a Río de Janeiro, el santo padre Francisco se despidió este domingo de tierras brasileñas con un discurso lleno de gratitud y esperanza.

Ofrecemos las palabras del papa pronunciadas en el Aeropuerto Internacional Galeão/Antonio Carlos Jobim de Río de Janeiro, desde donde tomó el vuelo hacia Roma.

*******

Señor Vicepresidentede la República,
Distinguidas Autoridades nacionales, estatales y locales,
Querido Arzobispo de San Sebastián de Río de Janeiro,
Venerados Cardenales y Hermanos en el Episcopado,
Queridos amigos

En breves instantes dejaré su Patria para regresar a Roma. Marcho con el alma llena de recuerdos felices; y éstos –estoy seguro– se convertirán en oración. En este momento comienzo a sentir un inicio de saudadeSaudade de Brasil, este pueblo tan grande y de gran corazón; este pueblo tan amigable. Saudade de la sonrisa abierta y sincera que he visto en tantas personas, saudade del entusiasmo de los voluntarios. Saudade de la esperanza en los ojos de los jóvenes del Hospital San Francisco. Saudade de la fe y de la alegría en medio a la adversidad de los residentes en Varghina. Tengo la certeza de que Cristo vive y está realmente presente en el quehacer de tantos y tantas jóvenes y de tantas personas con las que me he encontrado en esta semana inolvidable. Gracias por la acogida y la calidez de la amistad que me han demostrado. También de esto comienzo a sentir saudade.

Doy las gracias especialmente a la Señora Presidenta, representada aquí por su Vicepresidente, por haberse hecho intérprete de los sentimientos de todo el pueblo de Brasil hacia el Sucesor de Pedro. Agradezco cordialmente a mis hermanos Obispos y a sus numerosos colaboradores que hayan hecho de estos días una estupenda celebración de nuestra fecunda y gozosa fe en Jesucristo. De modo especial, doy las gracias a Mons. Orani Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro, a sus Obispos auxiliares, a Mons. Raymundo Damasceno, Presidente de la Conferencia Episcopal. Doy las gracias a todos los que han participado en las celebraciones de la eucaristía y en los demás actos, a quienes los han organizado, a cuantos han trabajo para difundirlos a través de los medios de comunicación. Doy gracias, en fin, a todas las personas que de un modo u otro han sabido responder a las exigencias de la acogida y organización de una inmensa multitud de jóvenes, y por último, pero no menos importante, a tantos que, muchas veces en silencio y con sencillez, han rezado para que esta Jornada Mundial de la Juventud fuese una verdadera experiencia de crecimiento en la fe. Que Dios recompense a todos, como sólo Él sabe hacer.

En este clima de agradecimiento y de saudade, pienso en los jóvenes, protagonistas de este gran encuentro: Dios los bendiga por este testimonio tan bello de participación viva, profunda y festiva en estos días. Muchos de ustedes han venido a esta peregrinación como discípulos; no tengo ninguna duda de que todos marchan como misioneros. Con su testimonio de alegría y de servicio, ustedes hacen florecer la civilización del amor. Demuestran con la vida que vale la pena gastarse por grandes ideales, valorar la dignidad de cada ser humano, y apostar por Cristo y su Evangelio. A Él es a quien hemos venido a buscar en estos días, porque Él nos ha buscado antes, nos ha enardecido el corazón para proclamar la Buena Noticia, en las grandes ciudades y en las pequeños poblaciones, en el campo y en todos los lugares de este vasto mundo nuestro. Yo seguiré alimentando una esperanza inmensa en los jóvenes de Brasil y del mundo entero: por medio de ellos, Cristo está preparando una nueva primavera en todo el mundo. Yo he visto los primeros resultados de esta siembra, otros gozarán con la abundante cosecha.

Mi último pensamiento, mi última expresión de saudade, se dirige a Nuestra Señora de Aparecida. En aquel amado Santuario me he arrodillado para pedir por la humanidad entera y en particular por todos los brasileños. He pedido a María que refuerce en ustedes la fe cristiana, que forma parte del alma noble de Brasil, como de tantos otros países, tesoro de su cultura, voluntad y fuerza para construir una nueva humanidad en la concordia y en la solidaridad.

El Papa se va, les dice “hasta pronto”, un “pronto” ya muy nostálgico (saudadoso) y les pide, por favor, que no se olviden de rezar por él. El Papa necesita la oración de todos ustedes. Un abrazo a todos. Que Dios les bendiga.

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Francisco: "Preparar el camino para que todos puedan conocer, encontrar y amar al Señor"
Palabras del papa a los voluntarios de la JMJ Río 2013

Por Francisco papa

RíO DE JANEIRO, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - Al final de su visita a Río de Janeiro este domingo, el papa Francisco quiso tener el acostumbrado encuentro con los voluntarios que colaboran desinteresadamente en cada JMJ.

Ofrecemos el texto del discurso pronunciado por el papa en Río Centro.

*****

Queridos voluntarios, buenas tardes.

No podía regresar a Roma sin haberles dado las gracias personal y afectuosamente a cada uno de ustedes por el trabajo y la dedicación con que han acompañado, ayudado, servido a los miles de jóvenes peregrinos; por tantos pequeños gestos que han hecho de esta Jornada Mundial de la Juventud una experiencia inolvidable de fe. Con la sonrisa de cada uno de ustedes, con su amabilidad, con su disponibilidad para el servicio, han demostrado que “hay más dicha en dar que en recibir” (Hch 20,35).

El servicio que han prestado en estos días me ha recordado la misión de san Juan Bautista, que preparó el camino a Jesús. Cada uno de ustedes, a su manera, ha sido un medio que ha facilitado a miles jóvenes tener “preparado el camino” para encontrar a Jesús. Y éste es el servicio más bonito que podemos realizar como discípulos misioneros: Preparar el camino para que todos puedan conocer, encontrar y amar al Señor. A ustedes, que en este período han respondido con tanta diligencia y solicitud a la llamada para ser voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud, les quisiera decir: Sean siempre generosos con Dios y con los otros. No se pierde nada, y en cambio, es grande la riqueza de vida que se recibe.

Dios llama a opciones definitivas, tiene un proyecto para cada uno: descubrirlo, responder a la propia vocación, es caminar hacia la realización feliz de uno mismo. Dios nos llama a todos a la santidad, a vivir su vida, pero tiene un camino para cada uno. Algunos son llamados a santificarse construyendo una familia mediante el sacramento del matrimonio. Hay quien dice que hoy el matrimonio está “pasado de moda”. ¿Está pasado de moda? [No…]. En la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es “disfrutar” el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas, “para siempre”, porque no se sabe lo que pasará mañana. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, les pido que vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, cree que ustedes no son capaces de amar verdaderamente. Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a “ir contracorriente”. Y atrévanse también a ser felices.

El Señor llama a algunos al sacerdocio, a entregarse totalmente a Él, para amar a todos con el corazón del Buen Pastor. A otros los llama a servir a los demás en la vida religiosa: en los monasterios, dedicándose a la oración por el bien del mundo, en los diversos sectores del apostolado, gastándose por todos, especialmente por los más necesitados. Nunca olvidaré aquel 21 de septiembre –tenía 17 años– cuando, después de haber entrado en la iglesia de San José de Flores para confesarme, sentí por primera vez que Dios me llamaba. ¡No tengan miedo a lo que Dios pide! Vale la pena decir “sí” a Dios. ¡En Él está la alegría!

Queridos jóvenes, quizá alguno no tiene todavía claro qué hará con su vida. Pídanselo al Señor; Él les hará ver el camino. Como hizo el joven Samuel, que escuchó dentro de sí la voz insistente del Señor que lo llamaba pero no entendía, no sabía qué decir y, con la ayuda del sacerdote Elí, al final respondió a aquella voz: Habla, Señor, que yo te escucho (cf. 1 S 3,1-10). Pidan también al Señor: ¿Qué quieres que haga? ¿Qué camino he de seguir?

Queridos amigos, de nuevo les doy las gracias por lo que han hecho en estos días. Doy las gracias a los grupos parroquiales, a los movimientos y a las nuevas comunidades que han puesto a sus miembros al servicio de esta Jornada. Gracias. No olviden lo que han vivido aquí. Cuenten siempre con mis oraciones y estoy seguro de que yo puedo contar con las de ustedes. Una última cosa: recen por mí.

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"La mejor herramienta para evangelizar a los jóvenes, son otros jóvenes"
Menos escritos y más contacto, fue la explicación de Francisco al alejamiento de los católicos

Por Alfonso M. Bruno

RíO DE JANEIRO, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - El pasado domingo en la noche, el papa Francisco concluyó su viaje apostólico a Brasil y la Jornada Mundial de la Juventud. A la nostalgia da paso la esperanza de un futuro mejor con la semilla sembrada en buena tierra: la vida de los jóvenes.

Un joven de "setenta y seis años", fue capaz de reunir en una playa a tres millones y medio de un jóvenes.

Lo hizo en sus propias palabras, pero sobre todo con los signos de su humanidad y espiritualidad.

Francisco estuvo acompañado de un inusual frío y lluvia para la ciudad de Río de Janeiro, pero como bien dijo que el arzobispo de Río de Janeiro en el discurso de despedida, este evento atmosférico se llama lluvia "criadera" porque hace florecer los brotes, ayuda a que la tierra sea más fecunda...

El regreso del sol, de la luz y del calor en este fin de semana, tal vez sea ese crecer de respuestas internas que los jóvenes han encontrado en la oración, la catequesis, en el acercamiento a los sacramentos.

Este es el fruto de la Jornada Mundial de la Juventud, este es el resultado del balance altamente positivo que el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, ha revelado en sus últimas conferencias de prensa a los periodistas.

En una entrevista con Gerson Camarotti para la TV Globo, la primera entrevista de su pontificado, el papa Francisco respondió a la pregunta acerca de por qué hay una disminución de los católicos en Brasil, a diferencia de los evangélicos.

Dijo que la Iglesia es como una madre, y que no solo puede comunicar a través de documentos escritos. Se necesita la proximidad. Hay que abrazar, besar, tocar, estrechar a un hijo o una hija.

Y es lo que papa Francisco hizo desde su llegada.

Es por esta razón que el domingo por la mañana un joven ha mostrado un cartel en Copacabana, en el que había escrito: "Papa Francisco, soy evangélico, pero te amo y tambié quiero escucharte".

Los jóvenes tienen la utopía y eso es bueno. La utopía es respirar y mirar hacia adelante. Este es el sentido de ir contra la corriente, de lo que ha hecho varias referencias el papa.

Ir, sin miedo, para servir. Esta es la acción, la calidad y el propósito de aquellos que son llamados por Cristo a ser discípulos más allá de toda frontera de seguridad humana y geográfica.

Las JMJ son un buen evento, pero no es suficiente si al regresar al hogar no se es evangelizadores, cristianos vivos, capaces de transmitir su fe a los demás.

"El Evangelio es para todos y no para algunos. No es solo para aquellos que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todo el mundo", dijo Francisco.

"La mejor herramienta para evangelizar a los jóvenes son otros jóvenes"; por eso durante la homilía también mencionó al glorioso hermano José Anchieta, el beato jesuita que fue enviado en una misión a Brasil, ¡él que era español y con solo 19 años!

Cuando se está con el Señor, no se puede tener miedo; para seguir al Señor, no se puede tener reservas.

Servir, por último, es la condición propia de quien sigue a Cristo, que vino entre los hombres, no para ser servido, sino para servir".

El joven, si es amado, escuchado, guiado, contagia juventud. Y de esto está agradecido Francisco con sus "Papaboys".

Al final del viaje apostólico a Brasil, se extrañará por las calles de Río de Janeiro aquel hombre vestido de blanco, recordado con “saudade” (nostalgia, añoranza ndt), como dijo monseñor Orani Tempesta.

El papa Francisco, quien no oculta su nostalgia prematura de Río, por lo cálida que fue la bienvenida, a su vez será gratificado por la respuesta de los jóvenes que, como primer resultado de la Jornada Mundial de la Juventud, harán en el Campus Fidei en Guaratiba, un nuevo barrio para los pobres, construido con los propios recursos de los jóvenes, a favor de otros jóvenes, familias o cónyuges que están sin tierra, sin hogar.

La cita para la próxima JMJ vuelve a Europa, en la ciudad polaca de Cracovia.

Quizás allí también, gracias a los peregrinos argentinos pueda beber sobre la marcha, con la bombilla en la calabaza, su infusión de hierba mate.

Esa bebida nacional, que más allá de sus propiedades medicinales, es un ritual de bienvenida, de compartir, de fraternidad: esto es lo que el papa Francisco ha recibido, es lo que el papa Francisco dio en la maravillosa ciudad, gracias a una juventud que sabe cómo sorprender.

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"No a la autorreferencialidad: o se refiere a Jesucristo o al pueblo a quien se debe anunciar"
Discurso completo del papa a los obispos del CELAM reunidos en Río de Janeiro

Por Francisco papa

RíO DE JANEIRO, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - La Jornada Mundial de la Juventud sirvió como marco para que el papa Francisco se encontrara con los obispos latinoamericanos este domingo, quienes celebraron la Reunión General de Coordinación esta vez en Río de Janeiro. 

A continuación, el discurso del papa leído en el Centro de Estudios Sumaré.

**** 

1. Introducción

Agradezco al Señor esta oportunidad de poder hablar con ustedes, hermanos Obispos, responsables del CELAM en el cuatrienio 2011-2015. Hace 57 años que el CELAM sirve a las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe, colaborando solidaria y subsidiariamente para promover, impulsar y dinamizar la colegialidad episcopal y la comunión entre las Iglesias de esta Región y sus Pastores.

Como Ustedes, también yo soy testigo del fuerte impulso del Espíritu en la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y El Caribe en Aparecida, en mayo de 2007, que sigue animando los trabajos del CELAM para la anhelada renovación de las iglesias particulares. Esta renovación, en buena parte de ellas, se encuentra ya en marcha. Quisiera centrar esta conversación en el patrimonio heredado de aquel encuentro fraterno y que todos hemos bautizado como Misión Continental.

2. Características peculiares de Aparecida

Existen cuatro características que son propias de la V Conferencia. Son como cuatro columnas del desarrollo de Aparecida y que le confieren su originalidad.

1) Inicio sin documento

Medellín, Puebla y Santo Domingo comenzaron sus trabajos con un camino recorrido de preparación que culminó en una especie de Instrumentum laboris, con el cual se desarrolló la discusión, reflexión y aprobación del documento final. En cambio, Aparecida promovió la participación de las Iglesias particulares como camino de preparación que culminó en un documento de síntesis. Este documento, si bien fue referencia durante la Quinta Conferencia General, no se asumió como documento de partida. El trabajo inicial consistió en poner en común las preocupaciones de los Pastores ante el cambio de época y la necesidad de renovar la vida discipular y misionera con la que Cristo fundó la Iglesia.

2) Ambiente de oración con el Pueblo de Dios

Es importante recordar el ambiente de oración generado por el diario compartir la Eucaristía y otros momentos litúrgicos, donde siempre fuimos acompañados por el Pueblo de Dios. Por otro lado, puesto que los trabajos tenían lugar en el subsuelo del Santuario, la “música funcional” que los acompañaba fueron los cánticos y oraciones de los fieles.

3) Documento que se prolonga en compromiso, con la Misión Continental

En este contexto de oración y vivencia de fe surgió el deseo de un nuevo Pentecostés para la Iglesia y el compromiso de la Misión Continental. Aparecida no termina con un Documento sino que se prolonga en la Misión Continental.

4) La presencia de Nuestra Señora, Madre de América

Es la primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano y El Caribe que se realiza en un Santuario mariano.

3. Dimensiones de la Misión Continental

La Misión Continental se proyecta en dos dimensiones: programática y paradigmática. La misión programática, como su nombre lo indica, consiste en la realización de actos de índole misionera. La misión paradigmática, en cambio, implica poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesias particulares. Evidentemente aquí se da, como consecuencia, toda una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales. El “cambio de estructuras” (de caducas a nuevas) no es fruto de un estudio de organización de la planta funcional eclesiástica, de lo cual resultaría una reorganización estática, sino que es consecuencia de la dinámica de la misión. Lo que hace caer las estructuras caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es precisamente la misionariedad. De aquí la importancia de la misión paradigmática.

La Misión Continental, sea programática, sea paradigmática, exige generar la conciencia de una Iglesia que se organiza para servir a todos los bautizados y hombres de buena voluntad. El discípulo de Cristo no es una persona aislada en una espiritualidad intimista, sino una persona en comunidad, para darse a los demás. Misión Continental, por tanto, implica pertenencia eclesial.

Un planteo como éste, que comienza por el discipulado misionero e implica comprender la identidad del cristiano como pertenencia eclesial, pide que nos explicitemos cuáles son los desafíos vigentes de la misionariedad discipular. Señalaré solamente dos: la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual.

Renovación interna de la Iglesia

Aparecida ha propuesto como necesaria la Conversión Pastoral. Esta conversión implica creer en la Buena Nueva, creer en Jesucristo portador del Reino de Dios, en su irrupción en el mundo, en su presencia victoriosa sobre el mal; creer en la asistencia y conducción del Espíritu Santo; creer en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y prolongadora del dinamismo de la Encarnación.

En este sentido, es necesario que, como Pastores, nos planteemos interrogantes que hacen a la marcha de las Iglesias que presidimos. Estas preguntas sirven de guía para examinar el estado de las diócesis en la asunción del espíritu de Aparecida y son preguntas que conviene nos hagamos frecuentemente como examen de conciencia.

1. ¿Procuramos que nuestro trabajo y el de nuestros Presbíteros sea más pastoral que administrativo? ¿Quién es el principal beneficiario de la labor eclesial, la Iglesia como organización o el Pueblo de Dios en su totalidad?

2. ¿Superamos la tentación de atender de manera reactiva los complejos problemas que surgen? ¿Creamos un hábito pro-activo? ¿Promovemos espacios y ocasiones para manifestar la misericordia de Dios? ¿Somos conscientes de la responsabilidad de replantear las actitudes pastorales y el funcionamiento de las estructuras eclesiales, buscando el bien de los fieles y de la sociedad?

3. En la práctica, ¿hacemos partícipes de la Misión a los fieles laicos? ¿Ofrecemos la Palabra de Dios y los Sacramentos con la clara conciencia y convicción de que el Espíritu se manifiesta en ellos?

4. ¿Es un criterio habitual el discernimiento pastoral, sirviéndonos de los Consejos Diocesanos? Estos Consejos y los Parroquiales de Pastoral y de Asuntos Económicos ¿son espacios reales para la participación laical en la consulta, organización y planificación pastoral? El buen funcionamiento de los Consejos es determinante. Creo que estamos muy atrasados en esto.

5. Los Pastores, Obispos y Presbíteros, ¿tenemos conciencia y convicción de la misión de los fieles y les damos la libertad para que vayan discerniendo, conforme a su proceso de discípulos, la misión que el Señor les confía? ¿Los apoyamos y acompañamos, superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento indebido? ¿Estamos siempre abiertos para dejarnos interpelar en la búsqueda del bien de la Iglesia y su Misión en el mundo?

6. Los agentes de pastoral y los fieles en general ¿se sienten parte de la Iglesia, se identifican con ella y la acercan a los bautizados distantes y alejados?

Como se puede apreciar aquí están en juego actitudes. La Conversión Pastoral atañe principalmente a las actitudes y a una reforma de vida. Un cambio de actitudes necesariamente es dinámico: “entra en proceso” y sólo se lo puede contener acompañándolo y discerniendo. Es importante tener siempre presente que la brújula, para no perderse en este camino, es la de la identidad católica concebida como pertenencia eclesial.

Diálogo con el mundo actual

Hace bien recordar las palabras del Concilio Vaticano II: Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo (cf. GS, 1). Aquí reside el fundamento del diálogo con el mundo actual.

La respuesta a las preguntas existenciales del hombre de hoy, especialmente de las nuevas generaciones, atendiendo a su lenguaje, entraña un cambio fecundo que hay que recorrer con la ayuda del Evangelio, del Magisterio, y de la Doctrina Social de la Iglesia. Los escenarios y areópagos son de lo más variado. Por ejemplo, en una misma ciudad, existen varios imaginarios colectivos que conforman “diversas ciudades”. Si nos mantenemos solamente en los parámetros de “la cultura de siempre”, en el fondo una cultura de base rural, el resultado terminará anulando la fuerza del Espíritu Santo. Dios está en todas partes: hay que saber descubrirlo para poder anunciarlo en el idioma de esa cultura; y cada realidad, cada idioma, tiene un ritmo diverso.

4. Algunas tentaciones contra el discipulado misionero

La opción por la misionariedad del discípulo será tentada. Es importante saber por dónde va el mal espíritu para ayudarnos en el discernimiento. No se trata de salir a cazar demonios, sino simplemente de lucidez y astucia evangélica. Menciono sólo algunas actitudes que configuran una Iglesia “tentada”. Se trata de conocer ciertas propuestas actuales que pueden mimetizarse en la dinámica del discipulado misionero y detener, hasta hacer fracasar, el proceso de Conversión Pastoral.

1. La ideologización del mensaje evangélico. Es una tentación que se dio en la Iglesia desde el principio: buscar una hermenéutica de interpretación evangélica fuera del mismo mensaje del Evangelio y fuera de la Iglesia. Un ejemplo: Aparecida, en un momento, sufrió esta tentación bajo la forma de asepsia. Se utilizó, y está bien, el método de “ver, juzgar, actuar” (cf. n. 19). La tentación estaría en optar por un “ver” totalmente aséptico, un “ver” neutro, lo cual es inviable. Siempre el ver está afectado por la mirada. No existe una hermenéutica aséptica. La pregunta era, entonces: ¿con qué mirada vamos a ver la realidad? Aparecida respondió: Con mirada de discípulo. Así se entienden los números 20 al 32. Hay otras maneras de ideologización del mensaje y, actualmente, aparecen en Latinoamérica y El Caribe propuestas de esta índole. Menciono sólo algunas:

a) El reduccionismo socializante. Es la ideologización más fácil de descubrir. En algunos momentos fue muy fuerte. Se trata de una pretensión interpretativa en base a una hermenéutica según las ciencias sociales. Abarca los campos más variados, desde el liberalismo de mercado hasta la categorización marxista.

b) La ideologización psicológica. Se trata de una hermenéutica elitista que, en definitiva, reduce el ”encuentro con Jesucristo” y su ulterior desarrollo a una dinámica de autoconocimiento. Suele darse principalmente en cursos de espiritualidad, retiros espirituales, etc. Termina por resultar una postura inmanente autorreferencial. No sabe de trascendencia y, por tanto, de misionariedad.

c) La propuesta gnóstica. Bastante ligada a la tentación anterior. Suele darse en grupos de élites con una propuesta de espiritualidad superior, bastante desencarnada, que termina por desembarcar en posturas pastorales de “quaestiones disputatae”. Fue la primera desviación de la comunidad primitiva y reaparece, a lo largo de la historia de la Iglesia, en ediciones corregidas y renovadas. Vulgarmente se los denomina “católicos ilustrados” (por ser actualmente herederos de la Ilustración).

d) La propuesta pelagiana. Aparece fundamentalmente bajo la forma de restauracionismo. Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la restauración de conductas y formas superadas que, incluso culturalmente, no tienen capacidad significativa. En América Latina suele darse en pequeños grupos, en algunas nuevas Congregaciones Religiosas, en tendencias exageradas a la “seguridad” doctrinal o disciplinaria. Fundamentalmente es estática, si bien puede prometerse una dinámica hacia adentro: involuciona. Busca “recuperar” el pasado perdido.

2. El funcionalismo. Su acción en la Iglesia es paralizante. Más que con la ruta se entusiasma con la “hoja de ruta”. La concepción funcionalista no tolera el misterio, va a la eficacia. Reduce la realidad de la Iglesia a la estructura de una ONG. Lo que vale es el resultado constatable y las estadísticas. De aquí se va a todas las modalidades empresariales de Iglesia. Constituye una suerte de “teología de la prosperidad” en lo organizativo de la pastoral.

3. El clericalismo es también una tentación muy actual en Latinoamérica. Curiosamente, en la mayoría de los casos, se trata de una complicidad pecadora: el cura clericaliza y el laico le pide por favor que lo clericalice, porque en el fondo le resulta más cómodo. El fenómeno del clericalismo explica, en gran parte, la falta de adultez y de cristiana libertad en parte del laicado latinoamericano. O no crece (la mayoría), o se acurruca en cobertizos de ideologizaciones como las ya vistas, o en pertenencias parciales y limitadas. Existe en nuestras tierras una forma de libertad laical a través de experiencias de pueblo: el católico como pueblo. Aquí se ve una mayor autonomía, sana en general, y que se expresa fundamentalmente en la piedad popular. El capítulo de Aparecida sobre piedad popular describe con profundidad esta dimensión. La propuesta de los grupos bíblicos, de las comunidades eclesiales de base y de los Consejos pastorales va en la línea de superación del clericalismo y de un crecimiento de la responsabilidad laical.

Podríamos seguir describiendo algunas otras tentaciones contra el discipulado misionero, pero creo que éstas son las más importantes y de más fuerza en este momento de América Latina y El Caribe.

5. Algunas pautas eclesiológicas

1. El discipulado-misionero que Aparecida propuso a las Iglesias de América Latina y El Caribe es el camino que Dios quiere para este “hoy”. Toda proyección utópica (hacia el futuro) o restauracionista (hacia el pasado) no es del buen espíritu. Dios es real y se manifiesta en el ”hoy”. Hacia el pasado su presencia se nos da como “memoria” de la gesta de salvación sea en su pueblo sea en cada uno de nosotros; hacia el futuro se nos da como “promesa” y esperanza. En el pasado Dios estuvo y dejó su huella: la memoria nos ayuda a encontrarlo; en el futuro sólo es promesa… y no está en los mil y un “futuribles”. El “hoy” es lo más parecido a la eternidad; más aún: el ”hoy” es chispa de eternidad. En el “hoy” se juega la vida eterna.

El discipulado misionero es vocación: llamado e invitación. Se da en un “hoy” pero “en tensión”. No existe el discipulado misionero estático. El discípulo misionero no puede poseerse a sí mismo, su inmanencia está en tensión hacia la trascendencia del discipulado y hacia la trascendencia de la misión. No admite la autorreferencialidad: o se refiere a Jesucristo o se refiere al pueblo a quien se debe anunciar. Sujeto que se trasciende. Sujeto proyectado hacia el encuentro: el encuentro con el Maestro (que nos unge discípulos) y el encuentro con los hombres que esperan el anuncio.

Por eso, me gusta decir que la posición del discípulo misionero no es una posición de centro sino de periferias: vive tensionado hacia las periferias… incluso las de la eternidad en el encuentro con Jesucristo. En el anuncio evangélico, hablar de “periferias existenciales” des-centra, y habitualmente tenemos miedo a salir del centro. El discípulo-misionero es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales.

2. La Iglesia es institución pero cuando se erige en “centro” se funcionaliza y poco a poco se transforma en una ONG. Entonces, la Iglesia pretende tener luz propia y deja de ser ese “misterium lunae” del que nos hablaban los Santos Padres. Se vuelve cada vez más autorreferencial y se debilita su necesidad de ser misionera. De “Institución” se transforma en “Obra”. Deja de ser Esposa para terminar siendo Administradora; de Servidora se transforma en “Controladora”. Aparecida quiere una Iglesia Esposa, Madre, Servidora, facilitadora de la fe y no tanto controladora de la fe.

3. En Aparecida se dan de manera relevante dos categorías pastorales que surgen de la misma originalidad del Evangelio y también pueden servirnos de pauta para evaluar el modo como vivimos eclesialmente el discipulado misionero: la cercanía y el encuentro. Ninguna de las dos es nueva, sino que conforman la manera cómo se reveló Dios en la historia. Es el “Dios cercano” a su pueblo, cercanía que llega al máximo al encarnarse. Es el Dios que sale al encuentro de su pueblo. Existen en América Latina y El Caribe pastorales “lejanas”, pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto sin cercanía, sin ternura, sin caricia. Se ignora la “revolución de la ternura” que provocó la encarnación del Verbo. Hay pastorales planteadas con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos. Este tipo de pastorales a lo más pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial. La cercanía crea comunión y pertenencia, da lugar al encuentro. La cercanía toma forma de diálogo y crea una cultura del encuentro. Una piedra de toque para calibrar la cercanía y la capacidad de encuentro de una pastoral es la homilía. ¿Qué tal son nuestras homilías? ¿Nos acercan al ejemplo de nuestro Señor, que “hablaba como quien tiene autoridad” o son meramente preceptivas, lejanas, abstractas?

4. Quien conduce la pastoral, la Misión Continental (sea programática como paradigmática), es el Obispo. El Obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear. Además de señalar las grandes figuras del episcopado latinoamericano que todos conocemos quisiera añadir aquí algunas líneas sobre el perfil del Obispo que ya dije a los Nuncios en la reunión que tuvimos en Roma. Los Obispos han de ser Pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan “psicología de príncipes”. Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una Iglesia sin estar a la expectativa de otra. Hombres capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza: que haya sol y luz en los corazones. Hombres capaces de sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en su pueblo. Y el sitio del Obispo para estar con su pueblo es triple: o delante para indicar el camino, o en medio para mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también, y fundamentalmente, porque el rebaño mismo también tiene su olfato para encontrar nuevos caminos.

No quisiera abundar en más detalles sobre la persona del Obispo, sino simplemente añadir, incluyéndome en esta afirmación, que estamos un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral se refiere. Conviene que nos ayudemos un poco más a dar los pasos que el Señor quiere para nosotros en este “hoy” de América Latina y El Caribe. Y sería bueno comenzar por aquí.

Les agradezco la paciencia de escucharme. Perdonen el desorden de la charla y, por favor, les pido que tomemos en serio nuestra vocación de servidores del santo pueblo fiel de Dios, porque en esto se ejercita y se muestra la autoridad: en la capacidad de servicio. Muchas gracias.

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Santa Sede


Renuncias en el episcopado
Camerún, Japón y Perú con sedes vacantes

Por Redacción

ROMA, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - El santo padre ha aceptado este lunes la renuncia del arzobispo Simon-Victor Tonyé Bakot al gobierno pastoral de la archidiócesis de Yaoundé, in Camerun, en conformidad con el canon 401, párrafo 2 del Código de derecho Canónico (CIC) y ha nombrado a monseñor Jean Mbarga obispo de Ebolowa, como administrador apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la archidiócesis de Yaoundé.

Asimismo, y según el mismo numeral del CIC, el 27 de julio aceptó la renuncia del obispo Marcellino Daiji Tani al gobierno pastoral de la diócesis de Saitama (Japón) y ha nombrado al arzobispo de Tokyo, monseñor Peter Takeo Okada, como administrador apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la diócesis de Saitama. 

Días atrás, aunque se hizo público recién el 27 de julio, el papa aceptó la renuncia, del obispo Guillermo Martín Abanto Guzmán al gobierno pastoral del Ordinariato Militar de Perú, también en conformidad con el canon 401, párrafo 2 del CIC que a la letra dice: "Se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo".

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Comunicación


Bolivia estuvo representada en el Congreso Mundial de Universidades Católicas
La escuela Diakonía presentó su exitoso método de enseñanza-aprendizaje

Por Redacción

SANTA CRUZ, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - El director general de la escuela de comunicaciones Diakonía, Mgr. padre Hugo Ara, fue invitado especial del Congreso Mundial de Universidades Católicas realizado días atrás en Brasil, donde brindó una exposición acerca del método pedagógico que se emplea en la Escuela Superior de Comunicación Audiovisual "Diakonía" de la Universidad Católica Boliviana San Pablo en Santa Cruz.

Según informa la escuela Diakonía, el padre Ara explicó a los delegados del congreso que “el método Diakonía permite llegar a los jóvenes para enseñarles cómo realmente encontrar sentido a sus búsquedas, en una época en la que hay cambios no solo de nuevas tecnologías, sino también de nuevos lenguajes, nuevas maneras de comprender el mundo, al ser humano y por tanto nosotros encaramos esa búsqueda de la verdad desde la fe”.

El Congreso contó con el auspicio de la Pontificia Congregación para la Educación Católica, el Pontificio Consejo para los Laicos, la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil y la arquidiócesis de Belo Horizonte; fueron tres días de debates, talleres, espiritualidad, presentaciones de trabajos, foros, conferencias, mesas redondas y actos culturales con la asistencia de rectores, pro rectores y más de tres mil delegados.

El Congreso mundial de Universidades Católicas tuvo como escenario el campus de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais de Belo Horizonte – Brasil. Ésta es la segunda vez que la Escuela Diakonía es invitada a participar en encuentros de similares características. La anterior ocasión fue invitada a compartir su experiencia en el Encuentro Bolivariano de Enseñanza del cine en Caracas, Venezuela, como una institución que ofrece formación universitaria seria e innovadora.

El padre Pedro Rubens, SJ, presidente de la Federación Internacional de Universidades Católicas - FIUC y rector de la  Universidad Católica de Pernambuco - UNICAP, consideró que lo más importante es conocer cómo “cada universidad hizo el ejercicio de dialogar con la cultura y con la sociedad local; y juntas, cuando ellas intercambian esa experiencia a través de conceptos, de metáforas, la búsqueda de sentido, ellas construyen un patrimonio, por así decirlo, católico o un patrimonio del cristianismo”.

Diakonía enseña cine, televisión y radio, y con este reconocimiento de parte de las universidades católicas se perfila como una de las mejores escuelas de formación profesional en este campo.

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Beatos Luí­s Mart­ín y Celia Guérin
«Padres de Teresa de Lisieux. Ambos vieron frustrado su anhelo de ingresar en la vida religiosa, ideal acogido por todas sus hijas, a las que generosamente secundaron en su vocación»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - En condiciones normales lo usual es que los hijos se sientan agradecidos por los padres que les dieron la vida, que reconozcan en sí mismos rasgos dignos de toda consideración que de ellos heredaron. Nada más hondo desde el punto de vista humano que estos lazos de sangre que vinculan a unos y a otros. Si las enseñanzas que impregnan las primeras etapas de la vida, para bien y para mal, dejan una huella imborrable, es fácil comprender que cuando los progenitores son santos el alcance de aquéllas para la prole sea inconmensurable. Teresa de Lisieux tuvo esa gracia. De ahí que dijese: «Dios me ha dado un padre y una madre más dignos del cielo que de la tierra».

El 19 de octubre de 2008 Benedicto XVI elevó a los altares a este virtuoso matrimonio. Ninguno de los dos pudo ingresar en la vida religiosa, como desearon, aunque acudieron a sendas órdenes. Luís tocó la puerta del monasterio del Gran San Bernardo, en los Alpes, y Celia la de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. La misión de ambos era otra: convertirse en ejemplos de amor y fidelidad conyugal vinculados por la misma fe, y formar una familia en la que sobresalió la benjamina. Porque Teresa bebió de ellos el néctar de su caridad y con tan formidable pilar, junto a la gracia de Cristo y su entrega personal, alcanzó la santidad.

Luís, segundo de cinco hermanos, nació en Burdeos, Francia, el 22 de agosto de 1823. Su padre era capitán del ejército. Eso hizo que durante un tiempo tuviese que vivir en distintos lugares hasta que se afincaron en Alençon. No eligió la carrera militar como él, y quizá debido a su temperamento reflexivo y discreto, amante del silencio, sopesó la opción de aprender un oficio, eligiendo el de relojero. Su formación se había iniciado con los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Luego obtuvo las herramientas precisas para su profesión en Bretaña, Rennes, Estrasburgo, el Gran San Bernardo y París. Con 22 años se propuso consagrarse. Pero tenía una seria dificultad con el latín y de su aprendizaje dependía su admisión en el monasterio. Lo intentó con verdadero esfuerzo, pero no consiguió dominar la disciplina, y este sueño quedó atrás. Se instaló en Alençon y regentó su relojería. Era sociable y tenía muchos amigos con los que compartía diversas aficiones. La vertiente espiritual siempre viva en él hallaba eco en el círculo Vital Romet integrado por jóvenes creyentes que eran dirigidos por el abate Hurel. También era miembro de las conferencias de San Vicente de Paúl. Pudo haberse casado con una joven de elevada posición social, pero eludió este compromiso. Vendió una propiedad y adquirió una casa. En ella colocó una imagen de María que le habían obsequiado. Es la conocida «Virgen de la Sonrisa», que la familia trasladó a Buissonnets, en Lisieux.

Celia nació en Gandelain, Orne, Normandía, el 23 de diciembre de 1831. Era la mediana de tres hermanos. La primogénita fue monja de la Visitación. En cuanto a Isidore, el benjamín, hizo las delicias de la casa, un extremo que apenó a la beata al ver cómo recaían en este único varón todas las atenciones maternas. De modo que tuvo una infancia y juventud dolorosas debido, en parte, al carácter de los padres, pero acentuada también por su sensibilidad. Confío este sentimiento a su hermano sin rubor, reconociendo que para ella esos años fueron: «tristes como una mortaja, pues si mi madre te mimaba, para mí, tú lo sabes, era demasiado severa; era muy buena pero no sabía darme cariño, así que sufrí mucho». Residía en Alençon desde la jubilación de su padre. Tras su muerte, la madre fue incapaz de regentar el negocio, un bar, y la falta de recursos económicos afectó a todos. Celia recibió instrucción de las religiosas de la Adoración perpetua que le enseñaron a realizar un primoroso encaje muy valorado en la ciudad. Se dedicó a esta labor porque el día de la Inmaculada de 1851 escuchó esta locución divina: «Debes fabricar punto de Alençon». Fracasado su anhelo de consagrarse, entendió que estaba destinada por Dios al matrimonio. A su vez, la madre de Luís se había fijado en ella; la consideraba ideal para ese hijo que veía iba cumpliendo años sin pensar en su futuro. Los dos se conocieron un día al cruzar el puente de San Lorenzo. Y tres meses más tarde, el 13 de junio de 1858, se casaron.

De común acuerdo, durante diez meses vivieron como hermanos, en una perfecta castidad conyugal, hasta que el confesor les recordó el gesto generoso de dar hijos a Dios. Tuvieron nueve; cuatro fallecieron de forma prematura. A los 45 años a Celia se le detectó un tumor maligno. No sobrevivió mucho tiempo a este diagnóstico; murió el 28 de agosto de 1877. Luís, que entonces tenía 54 años, continuó sacando adelante a los hijos, aunque ya hacía tiempo que había dejado su trabajo para apoyar el negocio de bordado, y estaba implicado en su educación. Siguió infundiéndoles la vida de piedad que había llevado junto a Celia: oraciones, rezos, asistencia a misa, confesión, actividad incesante en la parroquia… Acompañó a sus hijas al umbral del convento, y afrontó el dolor de separarse de Teresa, que tenía 15 años cuando se hizo religiosa. En las cartas de la santa se constata la progresiva disminución de facultades mentales que su querido padre fue sufriendo hasta fallecer en el sanatorio de Caen, donde estaba internado, el 29 de julio de 1894. La madre había manifestado en una ocasión: «No vivíamos sino para nuestros hijos; eran toda nuestra felicidad y solamente la encontrábamos en ellos». Y siendo así, Luís entregó generosamente a Dios a sus cinco hijas, diciendo: «Ven, vayamos juntos ante el Santísimo a darle gracias al Señor por concederme el honor de llevarse a todas mis hijas». Ciertamente, ambos son un ejemplo para todos los padres.

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Especial


La Iglesia en América Latina: COSTA RICA
Una mirada al continente del papa Francisco (XV)

Por José Antonio Varela Vidal

LIMA, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos a nuestros lectores un nuevo artículo de la serie sobre la Iglesia en América Latina, que ha recibido en estos días al papa Francisco con una amplia acogida.

Conscientes del interés que viene suscitando el subcontinente del papa Francisco, ZENIT viene difundiendo el valioso estudio del Observatorio Pastoral del Celam (OPC), que nos acerca a la realidad pastoral, social y devocional de los pueblos latinoamericanos.

En esta oportunidad, conoceremos un poco más a la Iglesia de Costa Rica, un país ubicado en la franja centro del continente americano, con una extensión de 51.100 km2, que acoge a cerca de 4.509.290 habitantes, de los cuales el 75% serían católicos.

Orígenes del cristianismo

En 1513 se funda la catedral de Santa María de Darién, en la región de Veragua, y en 1521 es erigida la Diócesis de Darién con jurisdicción sobre León (Nicaragua) y Castilla de Oro (Costa Rica). En 1560 llega el padre franciscano Juan Estrada Rávago, evangelizador de Costa Rica.

En 1565 se encarga al obispo de Nicaragua, Don Luis de Fuentes, ser obispo de Costa Rica, con pertenencia a la Arquidiócesis de Guatemala, hasta 1743. Después, en 1773 formó parte de la arquidiócesis de Guatemala.

El 28 de febrero de 1850, Pío IX erige la Diócesis de San José de Costa Rica y nombra a monseñor Anselmo Llorente y Lafuente como primer obispo. El 16 de febrero de 1921 es elevada a arquidiócesis con jurisdicción sobre Alajuela y Limón.

Relación Iglesia-Estado

En el OPC se lee que el artículo 75 de la Constitución Política vigente establece que: “La Religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres”. La referencia constitucional de ésta disposición, expone la evolución constitucional de las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica, en un marco de libertad religiosa, lo que es fundamental en un Estado democrático.

Recientemente, el artículo 75 constitucional interpretado a la luz de la jurisprudencia de la Sala Constitucional define un Estado Democrático de Libertad Religiosa, por cuanto, a pesar de indicar que la Religión Católica es la del Estado, a la que contribuye a su mantenimiento, es lo cierto también que no solo garantiza la libertad religiosa sino que, por igual, debe cooperar y estimular otras confesiones distintas a la católica.

Según el OPC, "este hecho supone la posibilidad, jurídicamente garantizada, de acomodar el sujeto, su conducta religiosa y su forma de vida a lo que prescriba su propia convicción, sin ser obligado a hacer cosa contraria a ella. En segundo lugar, se refiere al plano social, la libertad de culto, que se traduce en el derecho a practicar externamente la creencia hecha propia".

Comunidad de servicio

La Iglesia católica está organizada en una arquidiócesis, San José, y siete diócesis: Limón, Alajuela, Cartago, Puntarenas, Tilarán, San Isidro de El General y Ciudad Quesada.

Un arzobispo, siete obispos y cuatro obispos eméritos conforman el episcopado costarricense. Les acompañan en su servicio eclesial, 554 presbíteros diocesanos y 205 religiosos; 99 religiosos y 825 religiosas, según datos de 2005.

La Conferencia Episcopal de Costa Rica cuenta con siete comisiones nacionales: Pastoral Profética, Pastoral Litúrgica, Pastoral Social – Caritas, Familia y Comunidad, Vocaciones y Ministerios Ordenados, Cultura y Educación y Comunicación Social. Al frente de cada una de ellas se encuentra uno de los obispos que conforman la Conferencia.

Funcionan varias emisoras católicas de radio, tanto en la capital como en las diferentes diócesis; un canal de televisión, Telefides, que funciona las 24 horas del día y está incluido en la ofertas de los sistemas de cable. Funciona además un periódico que se llama Eco Católico.

Presencia en la sociedad

En el análisis que hace el OPC, se explica que la sociedad costarricense experimenta un "ya muy avanzado proceso sociocultural profundamente marcado no solo por la globalización, sino, también, por el impacto de un modelo económico 'mercadocéntrico'". Se refiere también que este modelo "se contrapuso a otro de fuerte inspiración social y solidaria, de raíces tanto socialcristianas como socialdemócratas, entre cuyos promotores figuraron ilustres difusores de la doctrina social de la Iglesia".

En una atenta lectura del documento del Celam, se lee que "el impacto se notó en el empeño por debilitar al Estado como ente regulador de la economía, provisor de servicios fundamentales (salud, educación, agua, electricidad...), actor exclusivo en sectores económicos que se habían concebido fuera de la lógica del libre mercado (banca, seguros, telecomunicaciones...), así como en un desinterés porque el aparato estatal fuera garante de la equidad, la justicia, la justa distribución de los bienes".

"No ha sido fácil para la Iglesia costarricense insertarse en esta dinámica sociocultural", destaca el OPC, pues por una parte, "entre los medios de comunicación social principales es dominante la tendencia a considerar que la única materia importante sobre la que se debe decir algo respecto de la Iglesia es la de la sexualidad, en relación con la que siempre se le presenta como portadora de una visión anacrónica, oscurantista y pesimista".

Acciones pastorales

El OPC explica que la base de la Iglesia está compuesta cada vez más por laicos y laicas que convencidos de su fe y de su pertenencia a la Iglesia, y menos “fieles por obligación”. Valoran que "la perseverancia de estos fieles, pese a las fuertes campañas impulsadas por algunos medios de comunicación masiva para deteriorar y hasta destruir la Iglesia, demuestran su madurez".

Sin embargo, continúa el análisis, "el servicio de la caridad con poblaciones que reflejan el rostro sufriente de Cristo es un rasgo de nuestra Iglesia no debidamente visibilizado: privados de libertad, adictos a drogas, personas en situación de calle, inmigrantes, niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Tenemos el reto de divulgar más su existencia, tanto para fines de mejorar la recaudación de fondos para su sostenibilidad, como para rendir cuentas de nuestros trabajos".

El Informe deja en evidencia que "diversas organizaciones sociales del mundo laboral, agrícola y de economía solidaria tiene esta expectativa en relación con nuestro rol en la dinámica social costarricense".

Santuarios marianos

El más concurrido santuario al que acuden los costarricenses es la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles en Cartago, donde veneran una imagen tallada en piedra del lugar, muy pequeña, que mide aproximadamente sólo siete centímetros de longitud.

Según se lee en la web oficial, Nuestra Señora de los Angeles lleva cargado a Jesús en el brazo izquierdo, en el que graciosamente recoge los pliegues del manto que la cubre desde la cabeza. Su rostro es redondeado y dulce, sus ojos son rasgados, como achinados, y su boca es delicada. Su color es plomizo con algunos destellos dorados como diminutas estrellas repartidas por toda la escultura.

La "Negrita" como la llama el cariño de los costarricenses, fue coronada solemnemente el 25 de abril de 1926. Nueve años más tarde, el papa Pío XI elevó el santuario de la Reina de los Ángeles a la dignidad de Basílica menor. La Virgen de los Ángeles fue declarada patrona de Costa Rica y protectora de las Américas por el papa Juan Pablo II.

Para conocer más de la Iglesia costarricense aquí

 

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