1.09.12

Maduras para abortar

A las 10:09 AM, por Jorge
Categorías : Sin categorías

 

Los comentaristas son la gran riqueza de un blog. El otro día, hablando de Iesu Communio, gente hubo que hablaba de falta de madurez, “comedura de coco”, manipulación de conciencias… en fin, todas esas lindeces que uno tiene escuchadas mil veces.

Otro comentarista afirmó: si fuera para abortar, las hubieran considerado maduras.

Es la paradoja de nuestro mundo. Creemos en la mayoría de edad a los dieciocho años y hartitos estamos de que nos hablen de respeto, responsabilidad, dejar actuar a la gente en conciencia aunque se les ocurra la mayor de las barbaridades. La niña puede decidir irse a una comuna hippie (en caso de que quede alguna), enamorarse de niño o niña, trabajar o no, irse a vivir con el novio, embarazarse, abortar, ser vegetariana biónica, o hacerse cabaretera, lo que sea. Para eso el mayor de edad y se supone que madura.

Lo del aborto merece la pena que se piense más. Nos han vendido por activa y pasiva que la mujer desde sus quince o dieciséis años es libre, sabe lo que se hace, madura, sensata, responsable y digna de todo respeto tome las decisiones que tome. Madura y sensata para arrancar una vida de sus entrañas, que supone en verdad dos muertes: la del niño y la de la madre, que nunca acaba de vencer el sentimiento de culpa de haber matado a su propio hijo. Aquí por lo visto no hay comedura de coco ni manipulación en la fragilidad.

Tenemos en la parroquia un programa de apoyo a chicas embarazadas, rescatadas de la misma puerta de la clínica abortista. Una chiquilla, hoy a punto de dar a luz, con apenas dieciséis años, al enterarse de su embarazo fue a hablar con la orientadora de su instituto, que evidentemente le estuvo animando ¡y no saben con qué fuerza! a abortar porque claro, iba a destrozar su vida. Habló con la trabajadora social de su zona que insistió en lo mismo. Casi forzando el aborto. Pero esto por lo visto es libertad, es respeto, y para nada manipulación de conciencia y comedura de coco.

Pues ya ven. Te vas a Iesu Communio, lo encuentras lleno de chicas jóvenes, muchas de ellas que han entrado con sus veintitantos si no treinta y tantos, jóvenes que no niñas, que están ahí libremente, respondiendo a una llamada de Dios para amar, para ser de Dios y de la Iglesia, para orar y vivir en común. Pues ya ven, que si falta de madurez, que si manipulación psicológica. Si hubieran ido a abortar serían maduras y sensatas. Paradojas de nuestro mundo que aplaude el pecado y se escandaliza de la virtud y la entrega.

Mundo extraño que no comprende la entrega. Mundo imposible que tolera y fomenta la muerte y el pecado.